miércoles, 30 de noviembre de 2011

Cuestión de “honoris”

El presidente Morales se ha vuelto adicto a los títulos honoris causa
y las universidades públicas del país no se han dado cuenta. El jefazo
tiene acumulados más de 20 de éstos nombramientos en casas de estudio
de los cinco continentes y hasta ahora las universidades bolivianas se
han portado muy tacañas con él. El otro día en Cochabamba, el primer
mandatario les echó en cara esta mezquindad cuando afirmó que el
sistema universitario nacional está en decadencia y según él, las
universidades privadas tienen mejor imagen en la población porque han
elevado su nivel de instrucción. La declaración presidencial surge
precisamente cuando las universidades estatales bolivianas están
comenzando a exigir un incremento del 8 por ciento en sus
presupuestos. Si bien la capacidad de persuasión de los universitarios
es muy grande gracias al gran poder de convocatoria, no les vendría
bien ponerse de acuerdo para entregarle a Evo Morales un nuevo título
de esos que tanto le gustan.

El calvario de Santa Cruz

Qué calvario el que le ha tocado vivir al departamento de Santa Cruz con el Gobierno del MAS. Es como si todas las plagas juntas se hayan ensañado contra esta región, por obra y gracia de un “mesías” que parece decidido a echar todas sus maldiciones, rencores acumulados y resentimientos reales e imaginarios, precisamente contra la parte del país que más produce, la que más trabajo genera, la que más paga impuestos, la que le da de comer a la mayoría de los bolivianos y la que durante los últimos sesenta años ha servido de colchón para amortiguar todas las miserias ocasionadas por los regímenes andinocentristas como el actual. 

Se han cumplido nueve días de un bloqueo criminal en Yapacaní, donde la politiquería masista que ha copado gran parte de los municipios de Bolivia, está ocasionando constante inestabilidad, producto de la angurria política, la avidez por las pegas y por la plata, que generan a su vez divisiones internas, violencia, y lo que es peor, el bloqueo de una ruta que paraliza al departamento, frena las exportaciones y provoca pérdidas por un millón de dólares diarios. A ellos qué les puede importar el sufrimiento de la gente y de los actores económicos, grandes y pequeños. Son herederos del legado que les ha dejado Evo Morales quien se jacta de ser un especialista en el tema y que seguramente tiene el récord en la interrupción del tránsito en la carretera que une a Santa Cruz con el occidente y que sin duda alguna es la columna vertebral del territorio nacional. 

Dos días de apagones. Qué tragedia. Inédita en la historia contemporánea de Santa Cruz. Es insólito en que una ciudad de más de un millón y medio de habitantes, con miles de industrias, establecimientos productivos, talleres y un sinfín de unidades económicas, se quede sin electricidad por tanto tiempo, sin mencionar que desde hace cuatro meses los apagones se han vuelto cotidianos, gracias a la ineptitud de quienes nacionalizaron las generadoras eléctricas para empeorar las cosas. Más del 30 por ciento de la población sin el servicio. 100 mil conexiones interrumpidas por siete horas continuas. Una situación que sólo se ha dado en la Venezuela de Hugo Chávez, donde  en años no han podido solucionar este problema. Habrá que prepararse  entonces. 

El sector agropecuario cruceño. El mayor patrimonio productivo nacional. El que debería ser el niño mimado de cualquier régimen que pretenda conducir adecuadamente el destino del país. Siguen las prohibiciones. A la gente del Gobierno no le da la gana de abrir las exportaciones, como lo recomiendan todos los organismos que están preocupados por la seguridad alimentaria en el país. O no se dan cuenta o simplemente tienen un afán destructivo, como lo prueba la excesiva tolerancia de las autoridades con los avasallamientos de tierras, los mismos que son promovidos por agentes políticos afines al oficialismo.

Es que no hay por dónde Santa Cruz pueda levantar cabeza con este Gobierno, ni siquiera para producir y aportar al país como lo ha hecho siempre. La inseguridad, el narcotráfico, las plantaciones de coca que avanzan peligrosamente en la región, la invasión de los parques y reservas forestales, la inseguridad jurídica, la persecución política y la constante reducción de los recursos regionales. Qué manera de aguantar. Qué paciencia la que tenemos todos.

martes, 29 de noviembre de 2011

Con chanchullo, cualquiera

El vicepresidente Álvaro García Linera demoró más de un mes en
contestar un informe sobre la precaria situación de las
empresas creadas por el Estado Plurinacional. Y aun así recurrió al
chanchullo para tratar de quedar bien parado. En una de sus
acostumbradas cátedras de economía que ofrece a través de los medios
de comunicación que usa a su antojo el Gobierno y en los que nadie
hace preguntas difíciles, el vice dijo que las empresas estatales
ganan más de 400 millones de dólares anuales. En su listita incluyó
compañías como YPFB, Entel, Comibol, instituciones que fueron creadas
en el pasado, por los “sucios neoliberales” y que ahora están bajo la
conducción del régimen del MAS. El informe que debía refutar García se
refería a las empresas que han sido de plena autoría de los “pluris” y
que se dedican (o debieran) a producir cartón, lácteos, azúcar, etc. Y
aun así, si le diéramos al vicepresidente la opción del desquite,
debería contarnos cómo estaban estas empresas antes de la
nacionalización y cómo están ahora. Que hable de las generadoras de
electricidad, de cómo ha dejado YPFB a la industria del gas en el
país. Que precise si Huanuni produce más que antes y con cuántos
trabajadores supernumerarios.

El Estado empresario

Mientras el vicepresidente García Linera se desgañitaba en la televisión tratando de mostrarle al país lo buenos que son para crear, nacionalizar y administrar empresas, el Comité Nacional de Despacho de Cargas, la entidad responsable de la operación del Sistema Eléctrico Interconectado (SIN), le pedía a la CRE de Santa Cruz que anuncie que casi 100 mil conexiones serían interrumpidas durante más de siete horas entre el lunes y el martes en el departamento, donde son multimillonarias las pérdidas ocasionadas por los cortes de electricidad ocurridos durante los últimos cuatro meses.

El vicepresidente sería incapaz de admitir una incompetencia de la cual se advirtió hace más de un año y de la que se ha venido hablando e insistiendo todos estos meses. El presidente prefirió hacerse el desentendido el otro día, cuando dijo que los cortes son obra de “infiltrados” que mienten y confunden dentro de las empresas de generación que fueron nacionalizadas por su Gobierno y que al poco tiempo comenzaron a dar problemas.

García Linera dice que las empresas estatales son el pilar de la economía boliviana. Vaya forma de calificar los problemas que está ocasionando en el país, no las empresas, sino la torpeza supina con la que  están administrando las instituciones que estaban funcionando adecuadamente. Jamás, en las últimas décadas una región como Santa Cruz, que concentra la mayor actividad económica del país ha tenido que soportar apagones de SIETE HORAS. Eso pertenece a la prehistoria, hacia dónde nos están llevando las políticas que maneja a los tumbos el régimen de Evo Morales.

El vicepresidente brota pecho por YPFB. Por favor. Si ese no es más que un engendro que no ha terminado de cobrar forma y así, no ha parido más que corrupción y malos manejos. Dónde está la industrialización, los mercados. Ni un solo pozo petrolero perforado en tantos años. Es el colmo de la ineficiencia. Si García Linera va a resaltar el alto nivel de ingresos, que especifique que eso ha sido gracias la Ley de Hidrocarburos que se aprobó antes de que el MAS llegue al Palacio Quemado y que si seguimos exportando gas a Brasil y Argentina se debe a la gran actividad hidrocarburífera que se generó a raíz de la Capitalización Eso es simple inercia. Después del 2003, la industria gasífera boliviana no ha experimentado más que desastres.

Lo mismo se puede decir de la minería. Si hay rentabilidad es gracias a los precios internacionales. En los últimos seis años no se ha hecho absolutamente nada por incrementar la producción y menos por industrializar siquiera un gramo de mineral. En Huanuni, una de las empresas más grandes del sector, han multiplicado los puestos de trabajo por cuatro y el producto es el mismo. ¿Y ENTEL? Que diga el vicepresidente por qué condonarle impuestos a una empresa que va tan bien como él dice.

Por último, producir cartón, azúcar, palos de escoba, aceite o lo que fuere. El Estado, ni aquí ni en la China nunca ha sido un buen administrador de casi nada. Si hay honrosas excepciones como la de Petrobrás, por ejemplo, es gracias a la creación de un modelo específico que reproduce las ventajas de la administración privada. Cuba, uno de los grandes productores de azúcar del mundo, hoy tiene que importar este producto. La Unión Soviética llegó primero al espacio pero era incapaz de abastecer su mercado con lo más básico y en ese camino anda Bolivia, por obra y gracia del Estado Empresario que sólo figura en la cabeza del dogmático vicepresidente.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Para que se entere

Por si todavía no se ha enterado, alguien debería avisarle al presidente Morales que en Santa Cruz habrá mucha gente que pasará siete horas sin energía eléctrica hoy. Así lo ha anunciado la CRE a sus socios, pero a lo mejor el jefazo no lee los periódicos ni mira televisión. El otro día se quejó de que los técnicos de las empresas generadoras (“infiltrados”, les dice él), le mienten sobre los apagones, por eso la necesidad de que algún “chasqui” corra a avisarle. De paso, el presidente Morales debería conocer también que desde que Santa Cruz dejó de ser una aldea, allá por los años '50 del siglo pasado, no se veía algo similar. Es verdad que esta región, cuyo crecimiento ha sido vertiginoso, nunca ha tenido energía eléctrica de sobra, pero jamás desde las épocas mencionadas se han dado cortes de esta magnitud y de manera tan repetitiva como en los últimos meses, por culpa de los “infiltrados” nombrados por el Estado Plurinacional para administrar las compañías eléctricas nacionalizadas.  Si esto representa el cambio, hay muchos que hoy extrañarán con muchas ansias, “los sucios gobiernos neoliberales, corruptos, ladrones y saqueadores” que nunca tuvieron la osadía, sin embargo, de dejarnos siete horas sin luz. Y a propósito, ¿dónde venden velas?.

¿Adónde nos llevará la incompetencia?

Entre los innumerables desatinos que se le escapan de la boca al presidente Morales, estuvo su declaración de “incompetente” para solucionar el grave conflicto de límites entre los departamentos de Oruro y Potosí. Curiosamente, el clima conflictivo se caldea cada vez más en el país y ante la falta de credibilidad del Gobierno, son cada vez más los sectores que acuden al primer mandatario para que sea él en persona el que intervenga para encontrar una solución.

El presidente interviene solo en los asuntos que le interesan y lo hace a su manera. Desde hace meses está completamente abocado al asunto del Tipnis porque tiene que ver con su gremio, el de los cocaleros, un sector sobre el que concentra gran parte de las “políticas de Estado”. Y su particular forma de atender el problema es “a la mala”; es decir, haciendo todos los esfuerzos por descalificar al contrario y, por último, ignorándolo, tal como se ha demostrado en el diálogo que ha encarado solo con una parte de los involucrados; es decir, los que están de acuerdo con la construcción de la carretera que partirá en dos el parque Isiboro Sécure.

Para el Gobierno, escuchar al pueblo significa poner atención solo a los que aplauden y aprueban, pese a que en las encuestas es cada vez más nítido el rechazo de la ciudadanía al estilo de administración de Evo Morales. El estudio más reciente indica que el 56 por ciento tiene una opinión negativa.

Desde que comenzó su gestión en el 2006, el presidente Morales se abocó a gobernar solo para una parte de los bolivianos y lamentablemente esa porción es cada vez más chica, a tal punto que el jefe de Estado es apenas un dirigente sindical sin competencia para actuar en otros ámbitos. Esa excesiva concentración precisamente nos está llevando a todos a soportar con mucha intensidad uno de los flagelos más perniciosos que nos mantiene estigmatizados, cercados por los países vecinos y con índices de inseguridad nunca vistos en el país.

En unos días, las autoridades nacionales iniciarán una “Cumbre Social” con distintos sectores de la población supuestamente para tratar los asuntos más agobiantes. Los más destacados son la crisis energética, la crisis alimentaria y el cambio climático. No hay duda que se trata de aspectos preocupantes, especialmente el relacionado a la energía, sobre todo porque existe la intensión de resolverlo todo a través de un gasolinazo. Pero es indiscutible que ni la agenda ni los protagonistas están completos. En primer lugar, para esa cumbre no existirá el gran dilema de la coca y el narcotráfico; nadie tocará el drama de las persecuciones y la manipulación de la justicia; tampoco se abordará la marginación de los indígenas en el asunto del Tipnis. Será simplemente una conversación amena entre amigos y allegados, como muchas de las que se han organizado en los últimos años, lo que explica por qué Bolivia sigue en la misma situación de siempre, cuando todos los países vecinos han logrado grandes avances en la lucha contra la pobreza y la modernización.

Evo Morales es un líder que consiguió un apoyo histórico para conducir el país y buscar los cambios fundamentales que saquen a Bolivia del atraso ancestral. Lamentablemente su incompetencia y la de su Gobierno son cada vez más evidentes. No escuchar a nadie, no tener un plan, actuar como un dirigente sindical al servicio de los cocaleros, nos está conduciendo a uno de tantos fracasos que nos han condenado a todos a la postergación.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Seducción brasileña

Los brasileños tienen mil y una formas de seducir. Sus playas, sus garotas, el fútbol, la música, el carnaval, tantas cosas. Los bolivianos, especialmente los miembros del Gobierno de Evo Morales, acabamos de descubrir una nueva y parece ser la más intensa de todas, la más persuasiva. Los brasileños han estado exigiéndole al régimen del MAS que haga algo con el narcotráfico. Se quejan porque la cocaína que se produce en nuestro territorio los está inundando como nunca. La droga viene acompañada de mafias peligrosas que tienen cercadas a ciudades como Río de Janeiro y San Pablo. La droga también es tráfico de armas y contrabando de autos robados. Desde hace mucho, el Estado Plurinacional se hace el desentendido con este grave problema. El Gobierno hace algunos ademanes, aparece para la fotito, pero luego vuelve a las cuevas del “olañetismo” que está comenzando a caer pesado en Itamaraty. Hace meses que Brasil viene insistiendo para que Bolivia firme un acuerdo antidrogas tripartito  que incluye a Estados Unidos. Luego de tantas vueltas y evasivas bolivianas, el régimen de Dilma Rousseff resolvió tomar el toro por las astas y ha enviado más de 6.500 soldados, varios barcos y casi 57 aviones para controlar las fronteras con Bolivia, Paraguay y Perú. “A ver si así entienden”, ha sido el seductor mensaje.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Niños precoces

Me impresionaron dos noticias que llegaron de Inglaterra la semana
pasada. Un joven de 29 años se convirtió en abuelo después de que su
hija dio a luz a los 14 años, casi la misma edad en la que él fue
padre por primera vez. La segunda es de otro chico muy precoz, Charlie
Jackson de cinco años, el jugador de fútbol más joven fichado por el
famoso club Manchester United.

En el primer caso resulta obvio que una precocidad tan extrema puede
conducir también a enfrentar problemas de manera anticipada. Una madre
o un padre a los 14 años no suena bien en ningún lado, aunque
lamentablemente ese ese es un mal endémico que las familias, los
educadores y el Estado tenemos que enfrentar juntos y con mucha
fuerza.

El otro caso, el de un pequeñín que dentro de muy poco tiempo estará
rodeado de cámaras de televisión, enfrentando compromisos deportivos y
grabando anuncios de televisión, es también preocupante. El caso de
Ronaldo y del propio Maradona son ejemplos que indican que a la
precocidad no hay que darle rienda suelta. Me he cansado de ver a
padres que agobian a sus hijos exigiéndole medallas y trofeos, cuando
los chicos no tienen edad más que para jugar a las escondidas o la
rayuela.

Recuerdo a mi madre cuando reprendía a mis hermanas mayores. Apenas
habían llegado a la pubertad y ya querían maquillarse. ¿Acaso el gallo
canta antes de tiempo? Tenía mucha razón. En la naturaleza la
precocidad a veces es mala señal. En tiempos de sequía, las plantas
suelen acelerar su ciclo vital por una cuestión de supervivencia.
Florecen y frutean antes de tiempo, cuando el tallo aún no se ha
desarrollado lo suficiente. El resultado es un fruto raquítico e
inservible para la reproducción. Respetar los ritmos de la vida parece
ser el consejo más natural.

'Lo que usted diga Jefazo'

Desde que asumió la conducción del país, Evo Morales no ha dejado de organizar reuniones de evaluación anuales, que al final no han sido más que juntes entre los cuates de siempre, de las que han surgido todas las políticas que se han estado aplicando año a año, especialmente las relacionadas al copamiento de poder, la persecución política y la consolidación de un régimen estalinista. Si realmente hubieran sido convocatorias de alto contenido técnico, destinadas a establecer planes y directrices para conseguir mejores días para los bolivianos, las cosas no estuvieran como están, con un ministro prometiendo trucos mágicos para terminar el año y con un reguero de conflictos que amenazan con volver a los tristes días de la inestabilidad. Lamentablemente la lección no ha sido aprendida y otra vez el Gobierno se empeña en conseguir voces y sectores que le digan una y otra vez que lo está haciendo perfectamente. La Cumbre Social convocada del 9 al 11 de diciembre promete convertirse en un nuevo coro de “clareadores” que acuden con dos consignas: decirle Sí al gasolinazo y darle apoyo a la ruta por el Tipnis. Obviamente, no hablar ni jota de la coca y el narcotráfico es la tercera.

viernes, 25 de noviembre de 2011

El día de los incompetentes

El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, ha recomendado al Gobierno ponerle bozal a las hormonas y leer con detenimiento el informe que acaba de emitir sobre la soberana pateadura que el Gobierno mandó ejecutar contra los indígenas marchistas del Tipnis, el pasado 25 de septiembre en Yucumo. El informe, en el que responsabiliza a 18 personas por la salvaje represión policial, es particularmente complicado para el ex ministro de Gobierno Sacha Llorentty, quien ahora niega haber dado la orden, pese a que horas después de los cocachos, calificó de “atinada” la intervención de sus muchachos. El exfuncionario, quien perdió el cargo a los pocos días de la paliza, dijo que el día fatídico hubo un rompimiento de la cadena de mando, por lo que acusa a los policías de haber pateado, torturado y amordazado a los indígenas bajo su cuenta y riesgo. Y volviendo a Rolando Villena, pese a que su informe es contundente, es también excesivamente blando con el presidente Morales. Para Villena, el primer mandatario no sabe, no contesta, ni existió el día de la represión y por lo tanto, es inocente o tal vez, como el propio jefazo, lo dijo el otro día: “incompetente”

El hambre en Bolivia

El Gobierno ha reaccionado con furia en relación a un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que indica que el 26 por ciento de la población boliviana, es decir, unos dos millones de habitantes padecen hambre.

A lo mejor mucha gente está sorprendida al igual que las autoridades nacionales por esta lapidaria realidad que muestra la FAO, porque, en realidad, no se perciben en Bolivia imágenes como las que suele mostrar la televisión de las hambrunas que sufren las naciones de la África Subsahariana.

La representante de la FAO en Bolivia, Elisa Panadés, ha dicho que en su informe no hay ningún dato inventado y que todo se basa en las estadísticas otorgadas por el Gobierno sobre cuánto se produce en alimentos, la cantidad de importaciones y exportaciones, además sobre cuánto se destina para la alimentación animal y para la producción de semillas, entre otras variables. En base a estos datos, el organismo internacional obtiene la información sobre la cantidad de nutrientes, el valor calórico y la calidad de los alimentos que está consumiendo la población y a través de ello concluye que un cuarto de la población está subalimentada.

No se trata de una inmensa población que deambula escarbando los basureros o detrás de los camiones con comida como se podría pensar, sino de un inmenso ejército de niños, mujeres y hombres bolivianos que se acuestan todos los días sin haber llevado lo suficiente al estómago. Son millones de personas que no consumen leche y sus derivados, apenas prueban la carne, cuyo desayuno es un mendrugo de pan y te y el almuerzo, arroz y fideos, como mucho. Todos ellos tienen anemia, padecen de parasitosis, tienen bajo nivel de desarrollo físico y mental por la falta de nutrientes y que a la larga serán víctimas de enfermedades que precisamente anidan en la desnutrición, como la tuberculosis, una patología que presenta índices alarmantes en Bolivia.

¿Dónde están los hambrientos? Pues en los hospitales, llenos de niños muriéndose por diarrea o males respiratorios, males típicos de la pobreza y la malnutrición. Antes de cuestionar las cifras de la FAO, las autoridades bolivianas deberían visitar las escuelas y contemplar allí las miradas de niños pálidos, de bajo crecimiento, que se duermen y que no pueden concentrarse y menos estudiar adecuadamente por la falta de comida. Que miren a nuestros deportistas, muchos de ellos de condición humilde, con baja estatura y sin el porte físico necesario para afrontar con éxito a sus rivales.

Según la FAO, el porcentaje de hambrientos en Bolivia es tres veces superior al promedio de América Latina, donde hay por lo menos 52 millones de personas con déficit alimentario.

Lamentablemente, la situación no tiene miras de mejorar. Se ha identificado en el país las amenazas claras de una crisis alimentaria que ha reportado ya sus primeras consecuencias, con la caída de la producción de varios productos básicos. La misma FAO realizó varias recomendaciones hace un par de años al Gobierno boliviano sobre la forma de encarar este problema. Entre ellas, le sugería no restringir la producción a través de ningún tipo de cupo o prohibición de las exportaciones, porque eso naturalmente conduce a la contracción. Precisamente son esas las políticas que aún mantiene vigentes a rajatables el régimen de Evo Morales y en esas condiciones, el hambre parece ser una condena inevitable.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Terremoto en Moxos

Muchos supersticiosos y otros no tanto, no dejaron de relacionar el sismo del pasado martes con lo que está ocurriendo en la política interna del país. El movimiento, de 6,7 grados, ocurrió muy cerca de San Ignacio de Moxos, en el territorio contiguo al Parque Isiboro Sécure, pero en esa zona casi nadie lo sintió, porque se produjo a una gran profundidad. Donde más lo percibieron fue en La Paz, donde los temblores obligaron a evacuar muchos edificios. Se supo que en el Palacio Quemado hubo nerviosismo entre los funcionarios que percibieron los temblores. Algunos intérpretes de los mensajes cósmicos, creen que este ha sido un mensaje muy claro dirigido por la Pachamama hacia los hijos desalmados que pretenden causarle destrucción. Se trata de una forma de ver que podría calar entre los integrantes de un régimen muy apegado a esta suerte de metafísica popular, que no deja de sorprender. Ojalá entendieran de esta forma, así nadie sale lastimado. De lo contrario, si siguen "jocheando los petos", no van a tener más remedio que aguantarse las consecuencias, que en su caso, podrían ser peores que el "meneito" que provocó el terremoto del otro día.

Escalofriante Inseguridad

Richard Jiménez Castillo es la expresión más nítida de todos los elementos que rodean al problema de la inseguridad en Bolivia, especialmente en Santa Cruz, la ciudad más peligrosa del país. Tiene solo 27 años y últimamente se convirtió en la persona más buscada de la Policía,  luego de que matara de un tiro en la cabeza al humilde bodeguero de una importadora de plásticos la semana pasada.

Jiménez tiene nueve causas pendientes en los tribunales de la Corte Superior de Justicia, una por el asesinato de un taxista en el año 2009, varios por asalto a mano armada y otros por el robo de dinero y enseres que representan sumas cuantiosas.

Ninguno de los juicios en contra de Jiménez ha prosperado. Jamás lo han sentenciado por ninguno de sus delitos. Él y sus abogados son expertos en burlarse de la justicia para salir airosos en cada caso, lo que le ha permitido entrar y salir de la cárcel constantemente. Se las ingenia para no asistir a las audiencias. El sistema le ayuda con su ineficiencia y corrupción. La última cita que tenía con el juez se suspendió porque no había sido designado el fiscal del caso y, por último, las víctimas se cansan de andar de Herodes a Pilatos, de gastar dinero  y abandonan los procesos, favoreciendo de esta manera a peligrosos delincuentes como Jiménez.

Jiménez está en las mismas condiciones que el 70 por ciento de los reos de Palmasola que no tienen sentencia y que en cualquier momento pueden salir a sembrar el terror en la ciudad. De hecho, solo en el mes de septiembre obtuvieron su libertad 137 reos peligrosos, lo que en parte explica la ola delincuencial que estamos viviendo en este momento.

La gran mayoría de los delitos es cometida por exreclusos que han perfeccionado sus técnicas delictivas en Palmasola, una cárcel donde campea la promiscuidad, el delito, la corrupción policial y la drogadicción, uno de los factores que más contribuye a elevar  la inseguridad en la región.

El Ministerio de Gobierno es uno de los que más dinero recibe del Tesoro General de la Nación y ni siquiera quiere hacerse cargo de la comida en Palmasola, pese a que es su responsabilidad. La Policía tiene medios para reprimir a los opositores para espiar y trasladar de aquí para allá a los presos políticos, pero nunca le alcanza cuando se trata de proteger a la ciudadanía. El Estado Plurinacional se ha gastado una suma obscena en unas elecciones judiciales que servirán para que los políticos controlen mejor a los jueces, pero nunca para cambiar los males endémicos de la justicia boliviana, que permite y seguirá permitiendo que cientos, y tal vez miles de Richard Jiménez sigan matando y robando.

El caso de Richard Jiménez es la demostración más escalofriante de la ineficiencia del Estado, de su ausencia, de su miopía. Es la prueba más palpable de que los políticos se ocupan de cualquier cosa menos de buscar cómo servir y proteger a la ciudadanía. Es la evidencia más clara de lo que hay que cambiar en el país, aunque lamentablemente, tendremos que seguir esperando.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El modelo cubano

Ha pasado más de un año desde que el líder cubano Fidel Castro afirmó públicamente que el modelo socialista ya no les sirve ni a ellos mismos. Nadie puede decir que los cambios ocurren vertiginosamente en la isla caribeña, pero no hay duda que ya nadie aspira a profundizar y menos volver al viejo esquema, como están tratando de hacer en Bolivia, por ejemplo, donde ayer nomás el presidente Morales reiteró que el país se inclinará por un modelo comunitario. En Cuba está comenzando a surgir el mercado. La gente ya puede comprar y vender inmuebles, son permitidos muchos negocios y recientemente, el régimen castrista ha autorizado a los agricultores a vender sus cosechas al mejor postor. Eso será de un gran estímulo para los productores, que en 50 años de revolución vieron cómo los campos se convertían en barbechos llenos de hierba mala. Vanos han sido los esfuerzos por obligar a los cubanos a cambiar de mentalidad y abandonar la idea del Estado protector. Tuvieron que meterle la idea de la competencia y el mercado para que las cosas cambien.  Mientras tanto, en Bolivia se imponen los cupos y las prohibiciones. Si de copiar se trata, por qué no inclinarse por lo que funciona y conviene.

Juegos peligrosos

El vicepresidente García Linera lloriqueaba el otro día en Sucre por unos supuestos mensajes de textos anónimos cargados de odio que le llegan todos los días a su teléfono celular, pero no dice nada sobre toda esa inmensa carga de resentimiento, divisionismo y desprecio que siembran las autoridades nacionales entre los habitantes de este país que vuelve a aproximarse al abismo.

“Tanto va el cántaro al agua...” y el Gobierno debe saber que está jugando con fuego cuando alegremente estimula conflictos regionales de altísimo riesgo, con el fin de desviar la atención sobre problemas concretos que no atiende, no soluciona y, al parecer, no le interesan.

El presidente Morales en persona se ha dado a la tarea de azuzar a los cocaleros, a los colonos y a otros grupos de indígenas y campesinos para que se enfrenten con los pueblos de las tierras bajas que dignamente han hecho respetar el parque Isiboro-Sécure. Se ha confirmado que el Gobierno mandó a aprobar una ley sólo para desmovilizar la marcha indígena, pero en ningún momento tuvo la intención de ceder. Su insistencia con la carretera por medio del Tipnis está llegando a límites irracionales; la provocación a la que apela raya en lo criminal, extremos que pueden desencadenar conflictos de consecuencias indeseables para el conjunto del país.

Tarijeños contra chuquisaqueños; orureños contra potosinos; indígenas contra colonos; enfrentamientos en Yapacaní; el Gobierno que pretende atacar también la imagen de los guaraníes. Son todos conflictos que de alguna u otra manera han sido estimulados por el oficialismo, ya sea por obra de acciones  políticas malsanas o por actos de omisión. Los cuatro departamentos que están enfrentados por problemas de límites o por la renta petrolera, están en manos de gobernadores masistas. Ni el Gobierno central ni las autoridades regionales han sido capaces de articular el diálogo, buscar la manera de generar entendimiento y todo parece estar encaminado hacia una solución por el desastre. Da la impresión de que eso es lo que está buscando el régimen de Evo Morales, alguien que se ha declarado un experto en marchas y bloqueos y que parece sentirse más cómodo en un país, cuyo caos esconde perfectamente la pobreza, el hambre, el narcotráfico, la corrupción y todos los males estructurales que arrastramos desde el nacimiento de la república.

Durante la “guerra de la Constituyente”, el Gobierno fue advertido hasta el cansancio de que estaba construyendo un monstruo ingobernable llamado “Estado Plurinacional”, que ahora está comenzando a dar sus coletazos, con la amenaza de engullirse al propio autor del adefesio. El mamotreto de normas y figuras legales que superponen derechos, que generan conflictos de intereses entre los distintos actores sociales del país, conducirán indefectiblemente a la desintegración de este conglomerado llamado Bolivia, si es que antes no se decide frenar esta locura.

Con sus bromas pesadas y sus caprichos infantiles, el presidente Morales no parece darse cuenta de lo que está provocando. Para él, esa epopeya que se construyó con la marcha por el Tipnis, mediante la cual, quedó perfectamente expresada la voluntad del pueblo boliviano de convivir pacíficamente y en unidad es algo que no vale nada y prefiere hurgar el avispero.

Los indígenas del oriente boliviano, quienes se han ganado el respeto y la credibilidad del pleno de la ciudadanía, han declarado al primer mandatario como su principal “enemigo”. Eso ha quedado claro hace mucho tiempo. Lo grave es que Evo Morales parece ser el principal contrario de la unidad nacional.
 

martes, 22 de noviembre de 2011

Con o sin convenio

El General Sanabria, atrapado por la DEA, pese a que
ésta fue expulsada del país años antes del arresto.


El ministro de Gobierno ha explicado por qué la administración que conduce Evo Morales se niega a firmar el convenio antridrogas entre Bolivia, Estados Unidos y Brasil. Con unos aires patrioteros que empalagan, Wilfredo Chávez dijo que no van a firmar ningún papel, mientras no quede claro, bien anotado, perfectamente puntualizado, subrayado, con comillas, mayúsculas, resaltador y con rojo más, que toooooda, absolutamente toda la responsabilidad de la lucha contra el narcotráfico es de Bolivia y que nadie, ni Dios, ni la DEA ni ningún brasileño con pinta de agente encubierto, puede estar encima de las autoridades bolivianas. Ya sabemos adónde nos ha llevado la conducción autónoma, soberana y absoluta de los plurinacionales en el combate a las drogas. Y sabemos también de lo que son capaces de hacer los agentes chilenos, panameños cuando se juntan con los gringos de la DEA. No necesitan convenio ni autorización de nadie. Al general Sanabria se lo sacaron de las narices y sin despeinarlos y lo mismo han hecho con la inmensa factoría de droga en el Tipnis. ¿Quién pilló a las hermanitas Terán? ¿Quién agarró al narcoamauta? Don Wilfre no debería ser tan quisquilloso. La virginidad no es precisamente un atributo de este Gobierno.

España y el desastre socialista

El socialismo español ha sufrido la peor derrota electoral de su historia después de un desastroso período gubernamental de siete años al mando de José Luis Rodríguez Zapatero, quien condujo al país a una crisis económica sin precedentes que ha puesto a España al borde de rescate financiero,  que a su vez, podría provocar el colapso final de la Unión Europea. 

Rodríguez Zapatero actuó como un perfecto socialista. En en el 2004 recibió un país nadando en la bonanza económica, con sus empresas codeándose con los grandes del capitalismo mundial y desparramando inversiones por todo el planeta. España había pasado al primer mundo. Su altísimo nivel de vida atrajo a millones de inmigrantes de América Latina, África y Europa del Este. José María Aznar, el antecesor del líder que tuvo que anticipar las elecciones antes de que el país se venga abajo, había dejado un gobierno en orden y programa económico al que sólo había que darle continuidad, tal como lo hizo Lula Da Silva en Brasil, con el libreto que le dejó Fernando Henrique Cardoso, cuyas directrices se mantiene hasta ahora. 

Desordenado y con aires revolucionarios, demagogo y plagado de dobleces ideológicos, Rodríguez Zapatero derrochó tiempo valioso en los “grandes temas” que suelen gustarle mucho a los socialistas: la unión de parejas del mismo sexo, la educación laicista y a generar encontrones con la Iglesia Católica. El Gobierno español fue uno de los grandes cómplices y promotores de las satrapías que han estado cometiendo los denominados líderes  del Socialismo del Siglo XXI, con quienes el régimen peninsular aspiraba a conformar un solo bloque Iberoamericano que incluyera por supuesto a la Cuba castrista, con la que se comportó excesivamente complaciente. 

La crisis económica europea, de la cual Rodríguez Zapatero es uno de los coautores, junto con esa elite de aventureros que ha estado gobernando en Grecia, Italia e Irlanda, le quedó demasiado grande. Sin haber dado la talla todavía, el gobernante socialista quiso montar en España todo el estado de bienestar que a los franceses, alemanes y británicos les ha costado décadas desarrollar y que aún así, los ha puesto en figurillas, obligándolos a dar pasos hacia atrás. 

Para América Latina, cuyos nexos naturales y más sólidos son con España, ha sido particularmente negativa la última conducción gubernamental del PSOE. No hay duda que un Gobierno con mayor pragmatismo, seriedad y con las metas claras, será de mucho beneficio para conseguir un giro en las relaciones multilaterales. 

En lo interno, se repite la historia de la política universal. Mientras que son los socialistas los encargados de dejar al país en medio de un reguero de desatinos y desorganización, tendrán que ser los liberales, en este caso los miembros del Partido Popular de la mano de Mariano Rajoy, los que deban poner las cosas en orden, cosa que no parece nada fácil para nadie. La población española está convencida de que el cambio de conducción podría salvarlos y una prueba de ello es el impresionante triunfo que le ha dado al candidato opositor, quien ha conseguido plenos poderes para conducir la activación de España con el fin de sacar al país del riesgo de la bancarrota.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Mensajes de texto

Ahora ya sabemos por qué las cosas andan tan mal en el país y el “proceso de cambio” no da señales de cambiar ninguno de los graves problemas de Bolivia. El vicepresidente se pasa el día leyendo mensajes de texto, de esos que vuelven locos a los adolescentes. El pasado sábado, durante un acto público celebrado en Sucre, García Linera leyó ante todos los presentes varios de esos mensajitos que le llegan por el celular y que según dice, son los que les ponen trabas a la revolución que lleva adelante el MAS. El mandatario se quejó porque los correos están cargados de odio y de racismo hacia los actuales gobernantes. Se trata de mensajes anónimos, de esos que cualquiera puede enviar para molestar o, como se ha comprobado, para fastidiar al vicepresidente, a quien se notó bastante afectado. “Gobernar obedeciendo al pueblo” no significa precisamente andar a la pesca de cualquier chisme o comentario que circula por ahí. Con un poco de madurez, las autoridades podrán percibir los verdaderos mensajes que envía la población. Pero si el "vice" y otros del entorno presidencial andan prendidos del BlackBerry y del Twitter, qué se puede esperar.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Viejas definiciones

Un avispado columnista se preguntaba el otro día qué hubiera pasado si a Evo Morales le hubieran entregado al premio Nobel de la Paz hace unos años. Lo decía a raíz de las últimas “evadas” disparadas en una institución militar, donde dijo que los cuarteles son los refugios perfectos para los jóvenes que quieren huir de asuntos embarazosos. Tal vez, decía él, hoy tendríamos a un presidente algo más cuerdo y no un “gualaicho” como el que tenemos. Lo más probable, sin embargo, es que los miembros de la Academia Sueca hoy estuvieran rojos por la vergüenza ajena. “Gualaicho” es una palabra de origen aymara que se refiere a un muchacho travieso, pillo y malcriado, falto de buena educación, descortés e incivil. Se lo usa únicamente en Bolivia, mientras que el término “Guarango”, utilizado también en Argentina, Paraguay y Uruguay, se refiere a una persona grosera e incivil, desmañada y sin gracia. Las mujeres también tomaron la palabra en los últimos días para referirse al insólito comentario presidencial que se suma a la larga lista de disparates machistas y andróginos del jefazo: “es un acomplejado”, dijo una de ellas.

Apuntes de la estupidez

Llevamos 186 años tolerando autoridades ineficientes, corruptas, inmaduras y mezquinas. Pero es la primera vez que se observan rasgos tan marcados de estupidez en la administración pública. Lo peor de todo es que la estupidez puede matar. Lo estamos comprobando con el  problema de la inseguridad, en el que campean los gestos de torpeza extrema.

Hace unos días la Policía de Santa Cruz recibió asombrada del Ministerio de Gobierno un lote de motocicletas, automóviles y otros equipos en mal estado. Los agentes del orden tuvieron que llevar a jalones los vehículos y otro poco a empujones.

La inseguridad recrudece en la ciudad; asesinatos y asaltos por todos lados. La Policía se queja de falta de personal y de medios para trabajar en mejores condiciones. En la Gobernación de Santa Cruz hay 21 motocicletas y una gran cantidad de aparatos de comunicación que se están echando a perder. La Policía se niega a recibirlos como donación porque el Ministerio de Gobierno les ha prohibido realizar cualquier actividad con las autoridades locales.

Siempre que se producen desbordes en los índices de delincuencia, la Policía reclama el concurso de la Gobernación y la Alcaldía. En el primer caso, se puso en marcha un plan que incluía el monitoreo de puntos claves en la ciudad, pero hubo órdenes de arriba de impedir que se ponga en marcha.

El Municipio, en su afán de colaborar y paliar la falta de atención al problema, contrató cientos de gendarmes y los ha puesto a disposición de la vigilancia ciudadana. Hace unos meses, guardias municipales descubrieron a policías que extorsionaban a la gente en el mercado La Ramada. La respuesta fue una tremenda paliza, fiscal, cautelar y Palmasola por meterse en lo que no deben.

El Ministerio de Defensa nuevamente está anunciando la salida de cuadrillas de soldados a patrullar las calles. Es la enésima vez que se apela a la misma receta, consistente en poner a grupos de guardias en las esquinas a pedir permisos de conducir y obligar a los conductores a que hagan “el cuatro”. Mucho show, mucha tele, mucha plata, pero lamentablemente los delincuentes no suelen frecuentar los mismos sitios que los patrulleros y, tal como se observa últimamente, los atracos y los asesinatos se producen más bien de día y ante la vista de todos.

¿Cuántos planes de seguridad han sido lanzados desde que Santa Cruz se volvió una ciudad peligrosa? Es posible que estemos llegando al centenar, y el Gobierno del MAS seguramente está llevando la delantera, no solo en cantidad, sino en capacidad de montar espectáculos que no han conducido a nada. Cuántas cumbres, lanzamientos y relanzamientos. Una burla, una estupidez que la gente no debería tolerar con tanta mansedumbre.

Además, nadie quiere ver el origen del problema de la inseguridad. La droga, el narcotráfico, el incremento del consumo de sustancias alucinógenas. Más de la mitad de los crímenes que se cometen en Santa Cruz tienen como trasfondo estos problemas, que el Gobierno se niega a reconocer y menos a atacar.

Santa Cruz siempre fue una región olvidada del Estado Nacional. Ella misma tuvo que buscarse sus propias soluciones. Ese parece ser nuestro destino. En cuanto a la inseguridad, un problema que amenaza con  volver invisible a esta ciudad, sería estúpido no hacerlo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La voz del pueblo

Las “evadas” son contagiosas. Eso lo prueba una reciente declaración
de la ministra de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Nardy
Suxo, quien afirmó que gracias a un concurso ciudadano denominado “El
peor trámite de mi vida”, el Gobierno del Estado Plurinacional ha
podido comprobar el grave problema de la burocracia. Tantas
consultorías, tantos ministerios, supernumerarios, expertos y
adjuntos, para llegar a al diagnóstico de un problema que lo conoce
todo el mundo, que es tan viejo como el país y que el “proceso de
cambio” no ha hecho más que agudizarlo. Si la ministra quiere
ahorrarse plata y avanzar en la administración pública, tiene para
organizar decenas de concursos que la gente haga sus aportaciones, por
ejemplo: “Quiero exportar y el Estado me pone trabas”, “Me han
invadido mi propiedad y el INRA se hace el opa”; “Quiero instalar una
fábrica y no hay energía”; “Varios de mis vecinos se están dedicando a
producir algo raro ¿será que le meto?”; “Veo coca hasta en la sopa”.
La ministra se sorprenderá con la cantidad de problemas que afronta el
país.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Mente abierta y buena onda

Me preguntó mi hija adolescente si soy de mente abierta. Yo sabía
dónde apuntaba ella y le respondí que soy un tremendo anticuado. En su
colegio así les llaman los chicos o las chicas a los padres “buena
onda” que les permiten todo, incluso llegar gateando a sus casas con
ingentes cantidades de cerveza y vodka barato mezclado con jugo de
naranja en sus cabezas.

Los padres “buena onda” quieren que sus hijos disfruten la vida, que
viajen a Cancún, a Punta Cana, que vistan a la moda, que usen escotes
muy pronunciados y faldas muy cortas.

Le dije a mi hija que no se deje embaucar por esas trampas. Muy pronto
va a salir del colegio, tendrá que buscar una buena universidad para
estudiar y, para tener éxito en la vida, incluso para elegir buena
pareja, no es con “buena onda”.

“¿Y dónde está la trampa?”, me preguntó. Todos esos chicos que les
exigen mente abierta a sus padres, a sus profesores y por supuesto,
también a las chicas, lo hacen para pasarla bien ese rato, para sacar
ventaja de las jóvenes cándidas e incautas, pero dentro de unos años,
cuando busquen alguien para casarse, cuando tengan hijos, cuando deban
elegir con quién trabajar, un socio para encarar una empresa e incluso
amigos, se inclinarán por los anticuados. Serán los más conservadores,
los de mente más cerrada, los prejuiciosos y los discriminadores.

“¿Y qué es tener la mente abierta?”, me volvió a preguntar. Bueno, eso
lo decidirás vos misma. No hace falta que te diga qué pensar, qué
cosas considerar como buenas o malas. Lo importante es que tu
discernimiento te permita tomar el camino que consideres correcto en
cada caso, evaluando en primer lugar las consecuencias. De todas
maneras, “mente abierta” consiste también en tener que tolerar a todos los
“buena onda” que pululan en la sociedad.

Humor holandés

Parece humor negro, burla o un caso patético de ingenuidad. La cooperación holandesa está haciendo maletas porque se va del país. La representante de negocios de la oficina diplomática de los Países Bajos anunció que dejarán de cooperar con Bolivia, porque consideran que ha alcanzado un nivel de desarrollo humano aceptable y que ya no necesita de su ayuda. En otras palabras, la diplomática ha dicho que los bolivianos hemos dejado de ser pobres y que el dinero que invertían aquí lo destinarán a otras naciones del mundo, tal vez en África o Asia. Hay que recordar que Holanda y algunos países nórdicos fueron de los que más apoyaron el “proceso de cambio”. Las donaciones de estos países se canalizaron según las exigencias de Evo Morales; es decir, sin auditorías, sin rendir cuentas a nadie y por supuesto, para gastarla en lo que manden el jefazo y sus allegados. Los holandeses no pueden ser tan ingenuos como para creer que en realidad Bolivia ha mejorado en sus indicadores sociales. Una de dos: o es vergüenza ajena o es vergüenza propia la razón que está detrás de esta partida. Finalmente no se puede descartar que los holandeses tengan su propio estilo de humor.

Las advertencias de la ONU

El Gobierno ha vuelto a los corcovos de siempre en el asunto de la coca y el narcotráfico. El reciente acuerdo con Estados Unidos, que obviamente tiene que ver con la lucha contra las drogas (¿sobre qué más podría ser?), ya sea con la DEA fuera o dentro del país, que para el caso viene a ser lo mismo, ha provocado fuertes reacciones entre las figuras cercanas al presidente Morales que siempre han estado boicoteando las relaciones con Washington, vaya uno a saber por qué motivo.
Resulta obvio el interés de cierto sector gubernamental de mantener las cosas tal como se han venido manejando desde que la DEA fue expulsada del país, pese a las quejas de los países vecinos, que reiteradamente afirman que Bolivia los está inundando de cocaína. El presidente Morales también se lamenta del poder que han adquirido los narcos y él mismo denuncia que los cárteles colombianos y mexicanos han invadido el país, pero todo indica que esas son posturas pasajeras, pues la política real del MAS parece encaminada hacia la máxima tolerancia a los cultivos de coca, cuya incidencia inmediata es una mayor producción de cocaína.

En medio de este ir y venir de poses patrioteras que esconden intereses que nada tienen que ver con la dignidad y la soberanía, ha surgido la ONU a través de su oficina encargada de la lucha contra las drogas, para advertirle al Gobierno que su postura lo está conduciendo hacia un callejón sin salida, si no es que ya está.

César Guedes, de la ONUDC, ha dicho que ha sido un fracaso total el sistema de control social que inventó el Gobierno para que los cocaleros se controlen entre ellos. Con esa herramienta, los sembradíos de coca no han hecho más que crecer en los últimos años, hasta superar las 31 mil hectáreas, cuando lo permitido es 12 mil. Más de dos tercios de esa coca; es decir, unas 35.000 toneladas, no pasan por los controles legales y obviamente terminan en las factorías de cocaína, cuya producción ha crecido en las mismas proporciones.

Semejante libertinaje ha convertido a Bolivia en el principal abastecedor de cocaína del creciente mercado de América del Sur, mientras que apenas el uno por ciento de su producción tiene a Estados Unidos como destino. En ese sentido, las autoridades que tanto se preocupan por la supuesta ingerencia norteamericana en el país, deberían prever las acciones que ya están tomando en este caso los gobiernos de Brasil, Argentina y Chile. Por recientes antecedentes, todos sabemos muy bien que los tres países están trabajando en estrecha relación con la DEA y no siempre de frente al régimen boliviano, al que han comenzado a mirar con desconfianza por motivos sobradamente fundamentados.

Es natural que un Gobierno que dice ser antiimperialista, pero que paradójicamente está dejando que impere el reino de la droga en el país, adopte esta posición tan rebelde, aún en una situación tal complicada como la que determinó la detención del general René Sanabria. Conviene entonces, que las autoridades, incluso las más cerriles, pongan atención a las recomendaciones que hace la ONU. Este organismo siempre ha usado guante de seda en sus relaciones con la administración de Evo Morales. Pero cuando se observa la insistencia con la que reclama alguna respuesta concreta, habría que tomar nota. Puede tratarse de una fraternal advertencia.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Evo y sus “Intocables”

En su enfermizo afán de adular a los militares para que no se achicopalen el día que llegue el próximo Gasolinazo, el presidente Morales acaba de lanzar una “evada” mayúscula que seguramente no será del agrado de los uniformados y menos de las mujeres. Durante un acto celebrado en la Academia de Historia Militar, dijo que el cuartel es el refugio perfecto para los jóvenes que huyen de su responsabilidad cuando han embarazado a una chica.  “Ustedes saben, generales, almirantes, oficiales, cuando un jovenzuelo embaraza a su compañera, es preferible escapar al cuartel y cuando sale del cuartel, es intocable ese soldado. Eso pasa porque las Fuerzas Armadas es imagen de servicio a la patria”, afirmó el primer mandatario convencido de que estaba ensalzando hasta lo más alto la institucionalidad y el prestigio del Ejército. Todos sabemos que los cuarteles, aquí, allá y más allá, han sido siempre refugio de ciertas alimañas, pero hasta ahora nadie se había atrevido a poner ese fenómeno como una gran virtud y peor aún, como un gran modelo de servicio a la patria. Cuando se le acaben las embajadas para premiar a sus compañeros que dan el mal paso, el jefazo podría abrirles los cuarteles.

El Gobierno de lo “intangible”

Intangible significa dos cosas: “intocable” y también “abstracto” o “irreal”. El Gobierno no podía haber hallado una palabrita más ambigua para tratar de engañar a la población y lamentablemente lo está haciendo con casi todo. Si hasta el tremendo “anulazo” del 16 de octubre lo ha convertido en un triunfo etéreo, abstracto, del que ni siquiera el Tribunal Supremo Electoral se atreve a hablar y menos confirmar los resultados. Los obispos de Bolivia han pedido enfáticamente que se respete la verdad y que se den a conocer los números reales de la elección judicial. Pero las autoridades se ríen.

El Gobierno trata de usar este concepto para colocar al parque Isidoro-Sécure en una supuesta situación de inalterabilidad, en algo intocable, incluso para los indígenas que habitan esa reserva natural, mientras los cocaleros y los narcotraficantes hacen de las suyas en el lugar, tal como lo han venido haciendo en los últimos años. En ese caso, lo ‘intangible” tiene que ver con una trampa escondida, una intención velada del régimen para hacer prevalecer su impostura. El pasado martes, el presidente Morales decía que la carretera por el Tipnis es un caso cerrado, pero al mismo tiempo, azuzaba a los indígenas a exigir la ruta que ha sido vetada por ley. El primer mandatario incita a la violencia y provoca a los que defendieron ese pulmón verde.

La responsabilidad por la paliza que le dieron a los indígenas se ha convertido también en una intangibilidad que nadie está dispuesto a esclarecer. El vicepresidente García Linera dice conocer al que dio la orden, pero prefiere mantenerlo en el ámbito de lo abstracto, de lo incorpóreo.

Hay apagones todos los días. La gente los sufre, son reales, los productores industriales sufren pérdidas millonarias, pero el Gobierno prefiere acusar a un sector invisible, que no se puede tocar, los famosos “infiltrados”, un sector que viene ocasionando graves problemas al país, pero que hasta ahora nadie ha visto. El presidente los conoce; ya los ha identificado y los ha acusado de mentirosos. Conviene que los presente y los expulse de las empresas generadoras de electricidad, para dar paso a los eficientes patriotas que le van a decir la verdad y van a encontrar las soluciones.

El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, aquel que promete hacer magia con el presupuesto del 2012, ha dicho que el país no necesita de las preferencias arancelarias de la ATPDEA para exportar a Estados Unidos. Asegura, con cifras que nadie ha podido ver todavía, que Bolivia ha incrementado el comercio exterior con el mercado norteamericano sin necesidad de las ventajas. Por otro lado, los productores textileros, que son los que sufren los inconvenientes por la inseguridad económica que reina en el país desde hace seis años, dicen que sus actividades han caído en un 70 por ciento desde que se suspendieron tales preferencias.
¿O es que ahora también hay una economía intangible, que no se puede ver, sólo imaginar, producto de un acto ilusionista? Tan etéreo como el Gasolinazo del que habló el presidente Morales el otro día y que todos salieron a desmentir, pero que en la economía real ya causó estragos, con actos de especulación, temor en la población, ocultamiento y otras cosas tan reales, que parecen escapar a este régimen surrealista y lleno de reveses. Los más cansados por todo esto parecen ser los indígenas del Tipnis. Ellos han amenazado con un revocatorio.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡En esta esquina…!

El exministro del Twitter podría estar a punto de dar la cara, si es que prospera la idea del titular de la cartera de Gobierno, Wilfredo Chávez, quien ha propuesto que Sacha Llorentty y el ex viceministro Marcos Farfán se enfrenten en un careo para determinar quién fue el que dio la orden de apalear a los indígenas el 25 de septiembre en la localidad de Yucumo. Pese a que fue retirado de su cargo a raíz del “operativo pateadura”, Farfán siempre ha negado la autoría de la orden de reprimir y recientemente acusó a su exjefe, muy proclive a responder a través de las redes sociales y a quien se lo vio el fin de semana saliendo del Palacio de Gobierno en compañía del vicepresidente Álvaro García Linera. De acuerdo a las últimas declaraciones de Farfán realizadas ante la Fiscalía, Llorentty habría tomado la decisión de intervenir la marcha, pese a la resistencia de los mandos policiales. Y tanta insistencia del “Yo no fui” es que Chávez ha dicho que todo se resuelva mediante un careo. No estaría demás una reconstrucción de los hechos, aunque esta vez, los exfuncionarios podrían tomar el papel de los indígenas.

Gas: de mal en peor

Cuánto tardará el país en recuperarse de las graves lesiones que le está causando el proceso de cambio? Hablemos solo del gas, cuyo desastre empezó en el año 2003, justo cuando los dirigentes sindicales que luego se convertirían en gobernantes, tumbaron el negocio que debía catapultar a la industria gasífera nacional hacia el sitial que le tenía reservada la historia; es decir, como eje de distribución energética del Cono Sur.

Aquellos cabecillas que, tal como lo acaba de confesar el presidente Morales, apenas saben de marchas y bloqueos, no tenían la menor idea del proceso en el que se encontraba el gas desde hacía 50 años, tiempo que le tomó madurar al proyecto de exportación a Brasil. Encontrar nuevos mercados y reservas era el paso siguiente, el mismo que estaba a punto de darse cuando la montonera irrumpió a título de cantos de sirena que siguen hoy trinando en el aturdido caminar de esta falsa revolución.

Bolivia lo perdió casi todo, porque los aventureros que se llenaban la boca con palabrotas como “soberanía”, “industrialización” y “recuperación de los recursos naturales”, se dejaron embaucar por quienes buscan que el país sea un eterno relegado de la historia y que hoy precisamente siguen instando a que los gobernantes se enfrenten al pueblo por una carretera de fines oscuros y peores antecedentes.

La industria gasífera boliviana era la vedette de América del Sur y para Bolivia era la gran promesa, no solo por el incremento de los recursos públicos, que de hecho, ya se habían consolidado en la Ley de Hidrocarburos, sino porque faltaba muy poco darle un alcance continental, frente a mercados que comenzaban a expandirse. Luego de seis años de aventuras, corruptelas y la magistral demostración de ineficiencia perpetradas por el Estado Plurinacional, el gas boliviano está en quinto lugar en la fila de proveedores del continente, muy detrás de Perú, de Trinidad y Tobago con su LNG que está inundando Argentina y Chile y con posibilidades de retroceder aún más, luego de recientes noticias acaecidas en el mundo energético que planifica y toma sus previsiones. Resulta que Repsol, la empresa que ha estado aguantando las vicisitudes que implica operar en “la Bolivia del cambio”, porque no le queda otra salida, ante la necesidad de abastecer el mercado argentino, ha hecho el descubrimiento de las reservas de gas más importantes de su historia.

Este descubrimiento, al igual que los realizados por Brasil en los últimos años, no llegan por casualidad. Ambos países, que se constituyen en los dos únicos clientes del gas boliviano, se propusieron con mucho ahínco conseguir la soberanía en materia energética, ante la incertidumbre que comenzó a generarse en Bolivia después del proceso de nacionalización. Los dos recorrieron el camino correcto. Perú hizo lo propio y ahora los tres están en inmejorables condiciones de sustituir el fluido que sale de nuestro territorio.

En este momento, Bolivia apenas puede cumplir con la demanda interna y sus dos mercados de exportación. La ausencia de inversiones por la falta de un clima favorable a los capitales, han dejado al país en apreturas que no tardarán mucho tiempo en colapsar. La industria aún tiene tiempo de ser tomada en serio por los clientes que ahora la miran con desconfianza. De no producirse un verdadero golpe de timón en los próximos años, el gas boliviano pasará a ser marginal, un dato anecdótico en la historia de los grandes fracasos.

martes, 15 de noviembre de 2011

Se dio cuenta

El presidente Morales acaba de darse cuenta que le mienten. Él, que
siempre dice que nunca pensó llegar a ser primer mandatario y que aún
no ha tomado conciencia del verdadero alcance de esa responsabilidad,
ha confesado que es apenas un experto en marchas y bloqueos y que no
entiende nada de generación eléctrica. Ha denunciado que algunos
técnicos que manejan la distribución de energía le han estado
mintiendo sobre los apagones de luz que han estado proliferando desde
hace meses en el país, debido a los pésimos manejos que hicieron los
Plurinacionales que manejan las empresas eléctricas nacionalizadas. En
todo este tiempo, el jefazo ha tenido muchas oportunidades de
escuchar, leer y confirmar con sus propios ojos lo que muchos han
estado alertando sobre este problema, pero todo indica que ha confiado
más en los mentirosos, de esos que abundan y que están en todos los
ministerios. Ya que se dio cuenta del problema, el presidente debería
comenzar por revisar qué cositas le han estado contando sobre historia
de Bolivia. En segundo lugar y de manera urgente, repasar un poco de
Economía y para que no siga metiendo la pata, no estaría demás cambiar
de libretistas en materia de ciencias jurídicas. Cuando se dé cuenta
de los versos que le han hecho repetir…ayyyy.

Santa Cruz, zona roja del narcotráfico

Santa Cruz es el departamento más amenazado por el nuevo auge del
narcotráfico que parece un asunto geopolítico antes que un desborde
del crimen organizado. La sociedad cruceña está pagando las
consecuencias del libertinaje con el que se ha estado manejando el
tema de la coca en el país y ya se ven los mismos signos que se
percibieron a finales de los años 70 y principios de la década
siguiente, bajo los auspicios de la narco-dictadura.


Crímenes horrendos, ajustes de cuentas, personas acribilladas a plena
luz del día, son elementos que delatan la presencia de mafias
organizadas que están causando zozobra. El increíble aumento de la
drogadicción, que a su vez incide en la inseguridad ciudadana, son
igualmente indicios que generan preocupación.


Santa Cruz tiene una ubicación geográfica, una extensión y una
composición social que favorece la expansión del narcotráfico. Su
inmensa frontera con Brasil, el mercado más importante de la cocaína
boliviana; la cercanía con el Chapare, el gran motor que dinamiza el
circuito coca-cocaína; las numerosas reservas ecológicas y parques
naturales que han sido invadidas por colonos que siembran coca para
abastecer a los narcotraficantes que cada día ganan más terreno y van
configurando la fisonomía de verdaderas zonas de exclusión que se han
vuelto impenetrables para la Policía. Por último, la cualidad de
región cosmopolita, donde la presencia de extranjeros dedicados al
delito se vuelve mucho menos delatora que en otros sitios del país.
Obviamente, la mejor vinculación caminera, la infraestructura
aeroportuaria y otras facilidades de comunicación son también factores
coadyuvantes.


Todos los días encuentran grandes fábricas de cocaína en Warnes, en
Mora, en el Plan Tres Mil, en Yapacaní. San Germán es ya un inmenso
santuario de los narcos, donde hace unos meses encontraron más de cien
factorías en plena producción. San Matías ha consolidado su estatus de
plataforma de tráfico y exportación de cocaína. Los pueblos de la
Chiquitania están comenzando a correr la misma suerte y el norte
cruceño, con Montero a la cabeza otra vez, se vuelca de lleno a esta
peligrosa actividad que décadas atrás trastocó de manera determinante
el tejido social, destruyó familias, pervirtió a la juventud, acabó
con la vida de miles de personas y mandó a la cárcel a otro tanto,
muchas de ellas en el extranjero.


Acaba de confirmarse que más de un tercio de los detenidos por
narcotráfico en el país están en Santa Cruz. El departamento es
también el mayor centro de operaciones de extranjeros vinculados a las
drogas, especialmente colombianos. Esta situación es un caldo de
cultivo para el recrudecimiento de la violencia. Es una terrible
amenaza para la juventud y para el conjunto de la colectividad, que
lamentablemente vuelve a tornarse contemplativa con este fenómeno,
pese a la mayúscula expresión de rechazo que se produjo a finales de
los años 80, cuando el narcotráfico había conseguido invertir los
valores de la sociedad.


En Santa Cruz no podemos esperar una reacción del Estado central, cuya
actitud parece encaminada en el sentido opuesto a los que no queremos
que se repita la misma historia de oprobio, violencia y corrupción de
hace tres décadas. Estamos frente al mismo desafío y aquella vez
tuvimos la fuerza, el valor moral y la integridad para rechazar este
flagelo. Las autoridades locales y regionales, pese a que se
encuentran con las voces embargadas por el miedo y la obsecuencia,
deberían reaccionar antes de que el diluvio espurio de la droga nos
destruya a todos.