lunes, 4 de febrero de 2013
Mal pensados
Las cosas se pusieron feas con Chile justo cuando Sebastián Piñera llegó al poder y luego de cinco años de idilio, una agenda de 13 puntos y un supuesto diálogo que estaba destinado a construir confianzas mutuas. De pronto el Gobierno boliviano se sintió engañado por Chile y desde el 23 de marzo de 2011, el régimen de Evo Morales no ha hecho más que atacar y recibir las correspondientes hostilidades verbales chilenas, muy desproporcionadas, por cierto. Ahora que se acercan las elecciones chilenas, previstas para noviembre de este año, el tono de voz de las autoridades nacionales ha aumentado en contra del mandatario liberal, que dicho sea de paso, aprovecha muy bien los encontrones con Bolivia para elevar su deteriorada imagen, que no logró alcanzar la popularidad de su predecesora, la socialista Michelle Bachelet, que se fue con niveles de aprobación del 75 por ciento. La luna de miel entre chilenos y bolivianos se dio precisamente durante el mandato de Bachelet, quien prácticamente ha asegurado su postulación, pues actualmente goza de una intención de voto del 54 por ciento. Habría que ser muy mal pensado para afirmar que toda la bulla que hace el Estado Plurinacional forma parte de la campaña electoral chilena y que ante un virtual retorno de Bachelet, todo volverá a ser una taza de leche.
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