martes, 30 de octubre de 2012

Migración a la cubana


Durante más de 50 años Cuba ha sido un “Estado Carcelario” del que no se podía salir a menos que el viajero sea funcionario gubernamental, “médico de exportación” o parte de una delegación de deportistas, muchos de los cuales han desertado. Para abandonar la isla había que ser aventurero o estar algo desquiciado, montarse en cualquier cosa que pueda flotar (una puerta, una bañera o un canasto) y mandarse a mudar para Miami, con graves riesgos de morir ahogado o ser devorado por los tiburones. Las reformas migratorias en Cuba no han cumplido ni siquiera un mes. La dictadura castrista ha introducido algunas facilidades para que algunos cubanos comunes y corrientes puedan viajar al exterior y otros que escaparon o salieron exiliados puedan retornar de visita. Toda la experiencia en migración que tienen los cubanos es la de recibir turistas forrados con dólares que puedan paliar la miseria revolucionaria, sin embargo, ahí aparece una empresa cubana que se adjudica por invitación directa (¿de qué otra forma?) un contrato para realizar el control migratorio en Bolivia. De la migración normal y libre seguramente no podrán enseñarnos mucho a no ser que el Estado Plurinacional esté pensando en aplicar los viejos métodos isleños.

Un dato para anotar

Dos diputados opositores han salido en defensa de las antenas parabólicas piratas, porque según dicen, cumplen una función social en las áreas rurales, donde las empresas legalmente constituidas no llegan o si lo hacen, sus precios son demasiado altos. Los parlamentarios han presentado un proyecto de ley para permitir que haya usuarios que sólo tengan que pagar 10 y 20 bolivianos para ver los canales de cable, HBO, ESPN, FOX, los Simpsons, novelas mexicanas y si no hay nada más, en una de esas, un documental de Natgeo o Discovery. Ni esos diputados, ni el Gobierno o quienes dicen estar hurgando todo el día en las redes sociales, dicen absolutamente nada acerca de la escandalosa situación de la red internet de Bolivia, cuya conexión es una de las más lentas y caras del planeta. Según elranking de la empresa Ookla usado por la Cepal, Bolivia se encuentra en el puesto 168 de una lista de 178 países, según la velocidad de las conexiones. El mejor ubicado en América Latina es Chile, que figura en el puesto 57 a nivel mundial. La Cepal asegura que hay cada vez más evidencias de que disponer de un servicio de internet más rápido ayuda a aumentar el PIB y los ingresos de la gente, factores que además contribuyen a combatir la pobreza y el hambre. Según el Banco Mundial, un incremento del 10% en el alcance de la banda ancha podría aumentar el PIB en 1,38% en países pobres o de ingreso medio. Eso es para anotarlo.

sábado, 27 de octubre de 2012

Sacrificios que valen la pena


Hay sacrificios que vale la pena hacerlos. Argentina se ha vuelto uno de los principales aliados de la Venezuela de Hugo Chávez, siempre ávido de respaldo político y a cambio, el Gobierno venezolano aprueba un acuerdo comercial que supera los 1.100 millones de dólares, que entre otros negocios, permite la compra de diez mil automóviles de industria argentina, carros que en principio tenía previsto adquirir de Colombia, un país que se ha distanciado del chavismo. Brasil sacrificó sus principios y su prestigio cuando facilitó de manera muy poco ortodoxa el ingreso de Venezuela al Mercosur y a cambio, el régimen de Chávez autorizó la compra de 20 aviones brasileños por un valor de 900 millones de dólares. No vamos a mencionar los sacrificios que ha hecho Bolivia para mantenerse alineado a las directrices de Caracas y tampoco conviene recordar lo poco que ha hecho el país caribeño para retribuirle, al margen de los famosos chequecitos, que son una bicoca comparados con los textiles que ha dejado de vender nuestro país y que Venezuela nunca compró como lo había prometido. Bolivia acaba de hacer un nuevo sacrificio. Va a incrementar las ventas de gas a Argentina, un país desesperado por superar su crisis energética. Los más perjudicados en este negocio son los propios bolivianos, pues como se sabe, cada vez hay menos gas para el consumo interno. A cambio, lo único que ofrece Argentina son títulos de doctor honoris causa.

viernes, 26 de octubre de 2012

Manzanas podridas


La Brigada Parlamentaria de Santa Cruz, a iniciativa de su presidente, Moisés Salces, les ha pedido a los artistas que llevan adelante el proyecto cultural Manzana-1 que abandonen en lugar porque necesitan el espacio para instalar oficinas de los “honorables” diputados y senadores, tanto del oficialismo como de la oposición. Antes de tomar una decisión habría que hacer un balance entre el aporte que realizan la “manzana de la cultura” y la "manzana de la politiquería” que practican nuestros inefables padres de la patria. Los impulsores de la Manzana-1 han logrado que el arte se acerque a la gente de una manera natural y espontánea. Con muy pocos recursos y mucha creatividad, este espacio es uno de los más dinámicos de la ciudad, el más visitado y apreciado por el público, con muestras que abarcan todos los ámbitos de la cultura universal. Por otro lado, se puede revisar el aporte que han hecho los representantes políticos de la región y seguramente el saldo es impresentable. A lo mejor buscan convertir a la Brigada en una pieza de museo y por ejemplo, exponer a la “democracia” como un objeto del pasado, a la “transparencia” como un artículo del “realismo mágico” y la “honestidad” como un cuadro abstracto perteneciente al surrealismo. En esto, sin duda alguna, los artistas pueden ayudar, pero no hay garantías de que el público lo vaya a disfrutar.

La política 2.0


Cuando el dictador tunecino Zine El Abidine Ben Ali intentó reaccionar como de costumbre, con violencia y represión, la población de su país ya había cobrado suficiente fuerza como para obligarlo a abandonar el país. Ocurrió a principios de 2011 en Túnez, el lugar de nacimiento del fenómeno político denominado “Primavera Árabe” que todavía no ha concluido y que ha tenido como núcleo central a las redes sociales, las mismas que han hecho noticia en estos días en Bolivia como consecuencia de unas polémicas declaraciones del vicepresidente García Linera.

De la misma forma que ocurrió en Túnez, donde la ciudadanía organizada a través de “juguetes electrónicos” como Facebook y Twitter, acabó con una dictadura de 24 años, la “multitud inteligente” también dio cuenta de la tiranía de Hosni Mubarack en Egipto, de Muammar Gaddafi en Libia y seguramente terminará por romper la vieja dinastía de Bashar al-Assad en Siria, que resiste en el poder en medio de un baño de sangre.

El uso de las herramientas digitales para hacer política no surgió en los países árabes, donde los dictadores no llegaron a entender el fenómeno y no pudieron bloquearlo ni siquiera eliminando el uso de la telefonía celular o las conexiones de internet. Lo que se denomina “Política 2.0” tiene sus orígenes en los atentados del 11-S y 11-M en Estados Unidos y España, que despertaron en la ciudadanía la motivación de compartir información, experiencias y opiniones a través de los dispositivos y plataformas que tenían a mano. Luego vendría el movimiento de “Los Indignados” en Madrid, Londres y Nueva York, cuya característica fundamental es el ímpetu de las grandes masas por rebelarse contra de los sistemas políticos y prescindir de ellos porque los consideran incapaces de resolver los problemas de la gente.

Las revueltas árabes no tuvieron militares ni grandes líderes políticos al mando. Los conductores de esos movimientos eran jóvenes (algunos de provincias del interior), súper usuarios de las redes sociales, activistas de los derechos humanos que se sorprendían todos los días al ver plazas llenas, calles repletas de gente gritando en respuesta a las convocatorias que lanzaban a través de Facebook o Twitter. Los regímenes políticos de aquellos países, que tenían el respaldo de las grandes potencias del occidente, que llevaban décadas de experiencia en el control de la libertad de expresión, que tenían controlados el poder militar, los sindicatos y todos los movimientos sociales que hacían política tradicional, fueron rebasados por completo y ninguna de sus herramientas, ni siquiera el bombardeo a través los medios de comunicación convencionales, fueron capaces de contener la avalancha.

Grandes líderes mundiales como Barack Obama se han rendido ante el poderío de las redes sociales y hoy tratan de usarlas a su favor; en Cuba, una bloguera solitaria, perseguida y sin conexión a internet fue capaz de romper la hegemonía informativa de la dictadura, que además, gasta millones cada día para mantener a la población en bloqueo cibernético, que ya no es tal, por las infinitas vías de acceso que tienen hoy estas herramientas.

En palabras del Defensor del Pueblo y periodista cruceño Hernán Cabrera: “Las redes sociales son la máxima expresión de la libertad de opinar, de expresarse, de manifestarse, de explayarse y eso no se puede controlar, censurar o limitar”.

jueves, 25 de octubre de 2012

Verde claro, verde oscuro



Todo es verde ahora. Autos verdes, muebles verdes, productos cosméticos verdes y, por supuesto, hay políticos verdes e intelectuales del mismo color. La sociedad de consumo se ha adaptado perfectamente a este nuevo concepto supuestamente ecológico, supuestamente amigable con el medio ambiente y supuestamente “salvador” de la humanidad del peligro de la destrucción por la vía de la depredación.
El comensal que se come un “bife verde” en Nueva York paga 70 dólares sabiendo que esa carne proviene de una “estancia verde”, donde la producción es ecológica porque no usa productos químicos y porque sus propietarios hacen un manejo sostenible de los pastizales con reforestación  y otras prácticas… verdes.
El hombre del bife sube a su automóvil verde que cambia religiosamente todos los años para aprovechar las innovaciones tecnológicas que surgen a la velocidad del rayo; engulle litros y litros de bebidas envasadas y mantiene su conciencia tranquila porque además de que son light, bajas en colesterol y antioxidantes, tienen la figurita en la etiqueta que dice que son hechas con material reciclado.
A ese buen señor, como a todos los que cambian de celular  (verde por supuesto) como si fuera ropa interior, jamás se les ha ocurrido que ser verdaderamente verdes pasa por reducir el consumo y no seguir en las mismas, con productos que en la mayoría de los casos usan el concepto “verde” como mero argumento de marketing. Un dato, este año se van a desechar 10 millones de celulares (seguramente verdes) en el mundo y menos del 1 por ciento se reciclan. Y no hace falta irse a Nueva York para ver este problema, pues en Bolivia el botadero de celulares llega a 1,8 millones anuales.

El capitalismo vive

La cara de felicidad del ministro de economía boliviano por el ingreso
de Bolivia a Wall Street, no precisamente para matar al capitalismo. 
Pese a que el Estado Plurinacional se ha declarado enemigo número uno del capitalismo, ha sido justamente el actual régimen gobernante el que se ha lanzado al ruedo del más tradicional de los juegos especulativos de este sistema económico, nada menos que en la meca del capitalismo mundial: Wall Street. Es así que por primera vez en casi un siglo, Bolivia se ha introducido al mercado mundial de capitales y consiguió 500 millones de dólares por un plazo de diez años a una tasa de 4,8 por ciento, a través de la emisión de los denominados Bonos Soberanos. Analistas internacionales están sorprendidos no sólo porque se trata de una “operación que mostró confianza de los inversores en el país más pobre de Sudamerica”, sino por el hecho de que con esta reacción, el Gobierno de Evo Morales, “destacado por su discurso anticapitalista y su ola de nacionalizaciones de alto perfil”, demuestra su confianza en Wall Street y éste le retribuye con una señal de apoyo al manejo macroeconómico que lleva adelante la administración del MAS. Si el Gobierno necesitaba un piropo del capitalismo internacional, hubiera sobrado con una palmadita del FMI o el Banco Mundial (que se las da todos los días). Esta lisonja nos carga con 500 millones más de deuda.

¡Justicia en Brasil!


En Brasil se ha dado la noticia muy alentadora para la democracia en América Latina, un continente que necesita hacer avances importantes en la lucha contra la impunidad y la corrupción, en la gobernabilidad y sobre todo, en mejorar la justicia.

En estos días se ha conocida la sentencia del “Juicio del Siglo” que mandó al banquillo de los acusados a los principales colaboradores del ex presidente Lula da Silva, quienes han sido declarados culpables del mayor escándalo de corrupción de la historia brasileña.

La Corte Suprema de Justicia pronunció su sentencia contra 25 acusados del denominado “Mensalao”, una cadena de corrupción originada en el entorno del ex presidente brasileño y que tuvo como cerebro principal a José Dirceu, quien fue presidente del Partido de los Trabajadores (PT), jefe de gabinete y brazo derecho del poderoso ex jefe de Estado.

El histórico proceso se ha dado precisamente mientras el PT se mantiene en el poder, lo que demuestra el alto nivel de independencia de poderes que ha conseguido Brasil y sobre todo, la sólida institucionalidad que ha permitido el ejercicio de la justicia en el marco de un sistema político hegemónico que lleva una década en el poder. Desde ya, una situación similar es inimaginable en la mayoría de los países de la región donde todavía impera un caudillismo anacrónico y medieval que arrasa con cualquier intento de consolidación del Estado.

Al partido de Lula Da Silva y a su gobierno le ocurrió lo que le suele suceder a cualquiera que acapara demasiado poder y lo ejerce sin los controles suficientes como para impedir los excesos y la discrecionalidad que se dieron en este caso. José Dirceu, un ex guerrillero de 66 años, fue diseñador de un plan destinado a crear una financiación paralela del PT para pagar las cuentas de campaña y comprar los votos de diputados de partidos aliados en el Congreso. Los políticos cercanos al presidente habían creado una red mafiosa cuyo objetivo fundamental era la perpetuación en el poder. 

En la fundamentación de su sentencia, el magistrado Celso de Mello, dijo que “nada es más ofensivo y transgresor que la asociación para delinquir en el núcleo más íntimo y elevado de uno de los poderes de la República. El país ya no soporta tanto desvío”. Su colega, Carlos Ayres Britto, dijo que este caso “ha dejado con las vísceras de la política expuestas ante todos. La sociedad no puede perder la confianza en que el Estado dará la respuesta adecuada ante situaciones como ésta”.

Lula da Silva, quien no figura entre los acusados, ha salido sin embargo, muy tocado políticamente por las consecuencias del Mensalao. De hecho ya decidió que no volverá a ser candidato y seguramente este caso lo obligará a jubilarse. En reiteradas ocasiones ha pedido disculpas por lo ocurrido y ha jurado que jamás se enteró de nada, algo que suena poco creíble, después de conocidos algunos hechos vinculados precisamente a Bolivia.

Insistimos en que esta sentencia es alentadora y en cierta forma, providencial  así como Brasil ha tomado la delantera en muchos aspectos, sobre todo en el económico, tiene que liderar también en la profundización de la democracia. Lo que le ha pasado a Lula no solamente es una respuesta a la conducta política que asumió dentro de su país sino también a la actitud con la que enfrentó el florecimiento de las autocracias latinoamericanas que ha estado apoyando decididamente.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Bullying gubernamental

El “bullying” es definido como hostigamiento, matonaje, maltrato verbal o físico producido de forma reiterada. Los protagonistas suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia. Se trata de una forma extrema de violencia, una especie de tortura metódica y sistemática en la que el agresor somete a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de los compañeros. El objetivo de la práctica es intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de dominar, someter, agredir, y destruir a los demás, que pueden presentar los acosadores como un patrón predominante de relación social con los demás. Quien desarrolla conductas de hostigamiento hacia otros busca obtener el reconocimiento y la atención de los demás, de los que carece, llegando a aprender un modelo de relación basado en la exclusión y el menosprecio de otros. Recientemente el periodista argentino Ricardo Trotti dijo en un artículo publicado en El Nuevo Herald, que los medios y los opositores están sometidos a “bullying gubernamental” en algunos países de América Latina. Es la mejor definición que se ha escuchado hasta ahora.

martes, 23 de octubre de 2012

Todo anotadito


Hará falta mucho más que una libretita de apuntes y un celular para controlar el poder de las redes sociales y su influencia en la política, que ahora en realidad es “Política 2.0”. Ojalá fueran los insultos la única preocupación de los tiranos que quedan en el mundo, muchos de los cuales han caído por la gran influencia de herramientas como Facebook y Twitter, que algunos usan para jugar, para chatear y otros también para insultar, pero que en Egipto, en Túnez y en Libia, por ejemplo, fueron utilizadas para organizarse, protestar y generar el mayor movimiento ciudadano que terminó con dictaduras que llevaban varias décadas en el poder. Cuánto gasta Cuba y cuánto ha gastado en 50 años para mantener una hegemonía informativa que se derrumbó por obra de la bloguera Yoani Sánchez, que ni siquiera tenía conexión a internet. El poder de su pequeño comentario de todos los días que relata las vivencias de los cubanos adormecidos por la miseria y la falta de libertad, se ha irradiado por todo el mundo y se ha vuelto imparable, pese a que el régimen insiste en su receta carcelaria. No hay duda que, sin insultos, sin falsas acusaciones, las redes sociales aportan democracia y participación. Y eso molesta.

La "soberanía" del crimen


La detención en Bolivia del narcotraficante colombiano Fabio Adhemar Andrade, hijo de un capo mafioso del cártel de Cali, ofrece una idea clara e indiscutible de la dimensión que ha adquirido el problema del narcotráfico en el país, que constantemente el Gobierno ha tratado de minimizar y relativizar con argumentos poco creíbles.

Andrade no estaba de paso por Bolivia, como alguna vez se dijo del traficante mexicano "Chapo" Guzmán, sino que tenía fuertes nexos con una red de acopio de pasta base de cocaína en el norte de Santa Cruz, de donde la transportaban al Beni para procesarla y luego exportarla. En poder del colombiano y de su socio boliviano, Ronald Rivera Roca se encontró poderoso armamento usado para la protección y vigilancia de los laboratorios clandestinos.

El padre del detenido, Célimo Andrade Quintero, es un viejo conocido de las autoridades policiales y judiciales del país, donde fue detenido y condenado a prisión en 1992, por sus nexos con una banda que exportaba cuatro toneladas por mes de droga a Colombia y posteriormente a Estados Unidos.

Con todos esos antecedentes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, no ha tenido más remedio que admitir este domingo que al menos tres cárteles internacionales de la droga mantienen emisarios en el territorio nacional, sin admitir que estas organizaciones se hayan asentado en el territorio. La precisión del dignatario no hace falta pues está claro que las organizaciones internacionales no llegan a ninguna parte a ejercer de simples acopiadores y tal como lo demuestran muchos antecedentes, la mafia colombiana, en este caso, ha introducido en Bolivia sus métodos, nueva tecnología en la fabricación de cocaína y por supuesto, toda su estructura de violencia armada y organización que busca crear zonas de exclusión y protectorado de las actividades ilícitas, un fenómeno que acaba de denunciar claramente la ONU.

Pero más allá de aquellas precisiones y de la insistencia de que en Bolivia no hay cárteles de la droga, es obvio que las autoridades deben incrementar sus esfuerzos por liberar al país del accionar de estos grupos, que amenazan no solo con incrementar la inseguridad, sino también ponen en peligro la soberanía estatal, pues está comprobado que cada vez más zonas en varios departamentos caen en sus garras, reclutan clanes familiares y crean redes de conexión que incluyen estructuras políticas, movimientos sociales y por supuesto, instituciones públicas.

Recientemente la Organización de Estados Americanos (OEA) ha lanzado la advertencia a los países que sufren el flagelo del narcotráfico, que el crimen organizado está comenzando a poner en riesgo la vigencia de la democracia y la soberanía de los estados. Según el organismo, esta es la principal amenaza que sufren hoy los países de América Latina que ya superaron las viejas dictaduras, pero que se enfrentan hoy ante un enemigo mucho más poderoso.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ha dicho que “es incompatible con las sociedades democráticas la existencia de grupos que operan al margen de la ley, que se rigen por sus propias normas, con sus propias fuerzas y que tienen la posibilidad de tomar para sí terrenos dentro del Estado democrático”. Más claro, agua, sin mencionar que pareciera estar hablando del fenómeno boliviano.

domingo, 21 de octubre de 2012

El consejo de Lula


El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva le ha dado un excelente consejo al mandatario venezolano, Hugo Chávez, que bien valdría para todos aquellos gobernantes que tienen planeado quedarse para siempre en el poder. El líder brasileño le ha dicho que vaya preparando su sucesión,  porque según afirma (vaya descubrimiento), “la democracia es un ejercicio de alternancia en el poder, no solamente de personas, sino de sectores de la sociedad”. Lula hizo esta afirmación después de haber confirmado no hace mucho que no va a postularse nuevamente a la Presidencia de su país, como lo había planeado cuando le cedió el mando a su pupila y exministra Dilma Rousseff. No es casual que Lula reflexione de esta manera, lo hace después de los resultados del “juicio del siglo” que ha llevado al banquillo de los acusados a sus principales colaboradores, entre ellos su mano derecha, José Dirceu, acusado de ser el jefe y el cerebro del mayor sistema de corrupción de la historia de Brasil. Este escándalo, conocido como “el Mensalao”, todavía no ha terminado y no solo podría carcomer toda la estructura política de Lula, sino que lo compromete a él mismo. Lula sabe mejor que nadie ahora, que todo lo que sube tiene que bajar y la caída puede ser estrepitosa, lo que convierte a su consejo en una sana advertencia para sus amigos.

El deterioro de la confianza


Algunos datos sueltos: 30 mil niños mueren  por la diarrea todos los años en Bolivia, dos de cada diez bolivianos sufren hambre, el presidente quiere aumentar el número de militares en el país, el presupuesto de Defensa de Bolivia creció en un 123 por ciento en los últimos años, la asignación para los ministerio de Defensa y Gobierno es del 48,6 por ciento, mientras que salud y educación se llevan apenas el 9 por ciento.

Todos estos datos explican por qué en los últimos dos años se ha producido una “reducción generalizada de la confianza en las instituciones del Estado”, tal como demuestra un reciente estudio realizado por la Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública que publicó el libro “Cultura Política de la Democracia en Bolivia”.

El presidente dijo hace poco en tono de queja que algunos sectores abusan de la democracia, pero sin contradecirlo del todo, la percepción ciudadana considera que son las élites las que han fallado al observar una pérdida de legitimidad en las instituciones, debilidad de la justicia, corrupción y sobre todo una falla estructural de los gobiernos democráticos para ocuparse de los problemas de las mayorías. La gente cree que las autoridades están más concentradas en la reproducción del poder para fines personales, algo que en Bolivia y otros países ha sido llevado al extremo, pues los líderes se han propuesto gobernar a perpetuidad.

Acabamos de celebrar 30 años de vigencia de la democracia en Bolivia, un sistema que se instaló en luego de rotundos fracasos de los experimentos totalitarios y populistas. Y la democracia cayó en crisis y dio paso al régimen actual, justamente porque no cumplió las viejas deudas del Estado boliviano y que dejaron al país en los últimos lugares del ranking social de América Latina. Los datos resultantes del estudio mencionado nos están indicando que las condiciones siguen siendo las mismas.

Según el Índice Bertelsmann de Transformación (BTI), que mide los avances en democracia, economía y gestión de gobierno en 128 países, en Bolivia y en varias naciones de América Latina está retornando nuevamente el desencanto con la democracia, producto de la persistencia de las desigualdades sociales, el crimen organizado y la debilidad del Estado de derecho.

De acuerdo al informe, en algunos lugares sigue habiendo condiciones socioeconómicas “deficientes o incluso catastróficas”, algo que lamentablemente tiende a empeorar en la medida en que no se producen avances en la democracia.

Cuando el presidente Morales se queja del supuesto mal uso de la democracia, lo dice por el creciente aumento de los conflictos, que de acuerdo a los estudios que realiza el Observatorio de Conflictos, CERES, han seguido multiplicándose en el 2012, tal como ha sucedido en los dos años anteriores.

No hacen falta estudios muy sesudos para darse cuenta que la necesidad de aumentar los militares que propone el Gobierno tiene que ver con un fenómeno repetitivo en la historia nacional; es decir, el ingreso en un nuevo período de malestar social generalizado que vuelve a amenazar la estabilidad política. Mientras las élites bolivianas no entiendan que la solución pasa por atender las necesidades de la ciudadanía, la gobernabilidad será una quimera que no se recupera con las armas.

viernes, 19 de octubre de 2012

Orgullo boliviano


El dirigente alteño Roberto de la Cruz, a propósito del aniversario de la Guerra del Gas, dijo sentirse orgulloso por haber ayudado a impedir la exportación de gas a Chile, México y Estados Unidos, como se lo proponía el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada. En el 2003, exportar gas a cualquier sitio era lo más inteligente que se hubiera podido hacer en Bolivia, un país cuyas reservas crecían mucho más rápido que sus mercados. Con todo lo que ocurrió, con la eliminación de los mercados y con la nacionalización, exportar gas en Bolivia se ha vuelto un problema, porque no existe las reservas disponibles ni el energético suficiente para cumplir con los compradores externos y también con los que necesitan el gas dentro del país. El Gobierno, que prometió recuperar el gas para los bolivianos, no tiene más opción que incumplir con los nacionales para no fallarle a Argentina y Brasil. De la Cruz debería saber que muchos proyectos productivos y de gas domiciliario están truncos por falta de gas. Tal vez lo sabe, pero no se puede asegurar que se sienta orgulloso por ello.

Santa Cruz y el Chapare


Qué paradoja, en el Chapare, los cocaleros hacen esfuerzos por crear otro Santa Cruz en medio del trópico cochabambino mientras que la capital del oriente se parece cada vez más al Chapare.

Mientras que los productores de hoja de coca buscan la manera de volverse empresarios de la construcción y muchos se ellos invierten en emprendimientos formales y legales, el departamento que es desde hace décadas la locomotora de la economía nacional, se va introduciendo en  el tenebroso mundo de la droga, que al mismo tiempo es amenaza de violencia, drogadicción, asesinatos y muchos problemas.

Solo hace falta ver lo que está sucediendo en los colegios de la ciudad para darse cuenta del contexto que nos envuelve, con la ciudad rodeada de zonas rojas, el norte cruceño cercado por narcocomunidades que protegen las actividades ilícitas, dirigentes políticos dedicados al negocio de las drogas y toda una provincia implicada en la producción de cocaína, donde las fábricas se cuentan por centenares.

La región con mayor cantidad de parques y reservas naturales es hoy la zona de expansión de los cultivos de coca, que invaden sin control las concesiones forestales, donde existen evidencias del accionar de cárteles internacionales de la mafia. Las factorías de procesamiento de la coca son halladas en los cuatro puntos cardinales, tanto el Chaco, como en el norte o al Este, en la Chiquitania, donde el oficialismo ha expandido sus bastiones políticos, pero al mismo tiempo surgen señales muy claras del florecimiento del narcotráfico. San Ignacio, San Matías, San Julián y otras poblaciones son testimonio de este fenómeno, comparado no hace mucho con lo que ocurre en el norte de México, al mismo tiempo que advierten que a Santa Cruz le puede ocurrir lo de la ciudad de Monterrey, controlada hoy por los grupos narcoterroristas que han causado decenas de miles de muertos en los últimos años. Como en 1987, cuando el triste suceso del científico Noel Kempff Mercado, dependerá de la sociedad cruceña que este fenómeno no prospere.

Ahora veamos lo que sucede en el Chapare. ¿Puede esta región llegar a convertirse en el nuevo polo de desarrollo legal? El Gobierno está llevando adelante un proceso de inversión multimillonario en la zona, con la instalación de infraestructura, aeropuertos, estadios, fábricas y centros industriales, proceso que no es nuevo, pues la cooperación norteamericana a través de su agencia USAID, la ONU y muchos otros organismos internacionales y países amigos, invirtieron sumas millonarias en el lugar para promover el desarrollo alternativo. El Chapare es una región privilegiada desde hace décadas gracias a la inversión pública y privada que se encontró en el área turística y la producción de frutas.

Depende de los chapareños dar el salto cualitativo. La coca y el narcotráfico no tienen futuro, al menos no uno decente para ellos ni para sus hijos. Además de infraestructura y equipamiento productivo tienen que invertir en educación, crear universidades privadas como hizo Santa Cruz, instalar parques industriales, diversificar su economía, utilizar la energía eléctrica e hidrocarburífera para producir y generar riqueza y no como arma política como se hace en este momento. El Chapare puede ser Santa Cruz si se abre a otras culturas, a los migrantes y cede espacios a quienes piensan distinto. Esas fueron las claves de esta región, aunque ahora están en peligro.

jueves, 18 de octubre de 2012

Música para mis oidos



Cuando éramos chicos nuestros padres nos torturaban para que saquemos buenas notas en las “materias más importantes” del colegio: Matemática, Física, Química, Geometría y mejor no sigo porque se me baja la autoestima. Estas asignaturas estaban en primer lugar en la libreta, mientras que las otras, “las fáciles”, estaban en el fondo y nadie les daba importancia, ni siquiera el colegio y los profesores, que normalmente eran los más flojetones y permisivos, muy apegados a poner siete (la máxima nota en mis tiempos).
Entre las materias “blandas” estaba Música. Nadie aprendía nada más allá de cantar el himno nacional, un par de cantos patrios, dos taquiraris y alguna cueca. Ni me acuerdo cuántas rayas tiene un pentagrama y la única de las notas que podría reconocer es la negra, aunque creo que también había una blanca, pero ni me pregunten cómo suena.
Hace menos de un mes en Suiza (¿dónde más?) el 73 por ciento de la población aprobó en un referéndum la modificación constitucional que pretende reforzar la formación musical en la Educación de los niños. A partir de esta medida, la Música adquiere el mismo nivel que la Matemática o la Lengua cuando se valoran las competencias de los estudiantes. ¿No será mucho? Pues no, ya que la música provoca en los niños un aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración; mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos; estimula la capacidad para expresarse; fortalece el aprendizaje en general; promueve la creatividad y la imaginación; al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio y el desarrollo muscular; provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto y estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Evolución cocalera


No hay por qué disgustarse que los cocaleros se vuelvan empresarios de la construcción, aunque nunca está demás averiguar el origen de las fortunas. Las sorpresas pueden ser muy grandes. Como se sabe, los productores de hoja de coca del Chapare han conformado la compañía Asociación de Mantenimiento Vial (AMVI) que se acaba de adjudicar la construcción del tramo I de la polémica carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Al margen de que el proyecto ha sido entregado sin licitación, que las cosas están muy oscuras con la consulta a los indígenas, que la AMVI no tiene experiencia en este tipo de obras y otros detalles como la carencia de documentos legales, la intención de los cocaleros es plausible, pues no solo significaría el paso de la ilegalidad a la formalidad, sino también les cambiaría radicalmente un estigma con en el que han cargado durante décadas: van a pasar de bloqueadores, a constructores de carreteras, algo que no deja de alentar. Obviamente todos sabemos de qué se trata todo esto y cuál es el fondo de la adjudicación, pero la fe es lo último que se pierde. Además, no sería la primera vez que se produce un traspaso de esta naturaleza.

martes, 16 de octubre de 2012

La 'soberanía' perdida


Si el Gobierno perdió “soberanía” dentro del territorio nacional fue, en muchos casos, por una cuestión política, por favorecer a ciertos grupos que retribuían los favores con un buen caudal de votación. Y aunque parezca increíble el Estado central regaló la “soberanía” de otros, con graves perjuicios para la población. Ese fue, por ejemplo el caso de la doble vía a La Guardia, donde el Gobierno centralista eliminó el cobro del peaje a pedido de los ripieros que extraen productos del río Piraí, depredan la naturaleza, ponen en peligro a la gente y encima se niegan a pagar los dos bolivianos para el mantenimiento de la carretera. El Gobierno les dio el gusto solo por el placer de embromar a las alcaldías de Santa Cruz y La Guardia, que en ese tiempo eran opositoras.  Hay que ver la situación en la que ha quedado la doble vía desde que el régimen gobernante la declaró “ruta de nadie”. Los baches están repartidos “democráticamente” a lo largo de la capa asfáltica y lo que hace un año era la manera más rápida de transportarse, hoy es un viacrucis para los que circulan por el lugar. Ahora que la política se ha vuelto más flexible y que los “opositores” ya no son tales, y ahora también que el Gobierno dice estar recuperando la soberanía, conviene determinar quién va a ser el dueño de la doble vía: el caos o el mantenimiento.

Un país sin energía


Sin contestarles directamente, el presidente de YPFB ya les dio la respuesta que dos empresas cementeras le solicitaron hace unos días, a propósito de proyectos de instalación de grandes fábricas de cemento en la frontera con Brasil y que necesitan la provisión de 10 millones de metros cúbicos de gas diarios, cuando menos. Carlos Villegas ha dicho que todo ese gas, además del volumen que se pueda incrementar en el futuro, tendrá como destino la exportación hacia Argentina, país con el que se ha comprometido pasar de 13,6 a 19 millones de metros cúbicos por día.

En otras palabras, lo que Villegas le ha dicho a las fábricas de cemento es lo mismo que le dijo a la Jindal para que de una vez tome la decisión de abandonar Puerto Suárez: No hay gas para los bolivianos, todo lo que produce Bolivia es para la exportación. En realidad se trata de la misma respuesta que han venido escuchando todas las industrias que han hecho planes para expandir sus proyectos o realizar emprendimientos nuevos en el país. 

Fábricas de cerámica en El Alto, un ambicioso proyecto de GTL en Santa Cruz, planes de expansión de gas domiciliario (hay cañerías instaladas desde hace varios años) y numerosos emprendimientos en Tarija, “la Meca del gas”, han tenido que postergarse o archivarse por falta de gas. En este lapso y pese a la crisis energética originada en la nacionalización, Bolivia no le ha fallado jamás a Brasil en los envíos y con Argentina, aunque a los tropezones, se ha pasado de cinco a casi catorce millones en exportaciones de gas. Todo, pese a que la Constitución expresamente dice que la prioridad en el abastecimiento de gas debería ser el mercado interno.

La encrucijada que se le presenta al Gobierno, de “exportar o abastecer el mercado interno” es muy difícil desde la óptica del interés político del oficialismo, que necesita de manera imperiosa los recursos frescos que aporta el gas para alimentar el proyecto populista que ha puesto como meta principal “atornillarse” en el poder para siempre. Un plan de esa naturaleza es mucho más urgente y engulle recursos de manera descontrolada, pues necesita desarrollar toda una red clientelar que incluye a militares, movimientos sociales, sindicatos y todo aquel que esté dispuesto a apoyar al régimen a cambio de algo. 

La plata del gas, constante y sonante que envían Brasil y Argentina, sirve para importar diesel, gasolina, GLP y mantener los carburantes congelados, para importar alimentos y evitar el colapso que podría haber ocasionado la pésima política de aprovisionamiento y por supuesto, para costear el aparato de defensa y seguridad, cuyos presupuestos han crecido en un más de un ciento por ciento en los últimos años, mientras que  el dinero para la educación y la salud no ha experimentado gran variación.

Es tan perversa esta política que incluso ha puesto en peligro uno de los proyectos industriales estrella del Estado Plurinacional, la construcción de una planta de urea en el Chapare, donde hay comprometidos más de mil millones de dólares. Por la falta de gas, no solo se compromete el presente, sino también el futuro del país. 

Sin energía no hay posibilidades de industrialización, de crecimiento, generación de empleos y tampoco existen perspectivas de avanzar de manera sostenida en la lucha contra la pobreza. Sin energía no hay la más mínima posibilidad de pensar en un futuro decente para Bolivia.

lunes, 15 de octubre de 2012

¿Caca o coco?


Cuando son bebés y no pueden entender bien, a los chicos se les dice “caca” para que no toquen algo, pues como se sabe, a cierta edad, los niños quieren meterlo todo a la boca. Es su forma de conectarse con la realidad. En alguna ocasión una mamá le preguntó al médico hasta cuándo debería esterilizar la mamadera del bebé. “Hasta cuando lo encuentre chupando la chancleta de su esposo”, le respondió. Más tarde, cuando los chicos ya pueden caminar, dicen algunas palabras y comprenden más cosas, se los suele asustar con el “coco”. “Ya viene el coco”, le dicen para que obedezca y se vaya a dormir. “Te va a llevar el coco si no tomas toda su sopa”, “Quédate quieto porque sino llamo al coco”. Tantas amenazas y al final los chicos aprenden que todo forma parte de un juego que los padres usan para mantenerlos quietos y que no se salgan de los moldes y estándares “canonizados” por la “cultura familiar”. Bah, en otras palabras, es lo que los entendidos llaman la “pedagogía del miedo”. Perdone tanto jaleo amable lector para llegar a la pregunta tan esencial y básica: ¿Hasta esa fase tan infantil han llegado nuestras relaciones diplomáticas? En Estados Unidos y otros países se estarán preguntando cuándo Bolivia dejará de gatear.

viernes, 12 de octubre de 2012

Llegó la hora de gobernar


El Gobierno dice haberle declarado la guerra sin cuartel a los “chuteros”, a los “contrabandistas”, a los “dinamiteros” y también a los narcotraficantes, lucha que de ser real, también debería alcanzar a los cocaleros, al menos a los que siembran coca ilegal, que son la inmensa mayoría.

Además de estos sectores, que sin duda alguna comprometen la autoridad estatal, existen muchos otros que conforman la economía informal en el país y que representan más del 70 por ciento de la economía. Muchas de estas actividades son ilegales, pues se relacionan con el contrabando, la evasión fiscal y también con el robo, así de sencillo.

Los bolivianos nos hemos acostumbrado a ser permisivos con estas actividades por “cuestiones sociales” y es comprensible, pues tradicionalmente el Estado bolivianos siempre ha transitado por la cornisa de la mendicidad y nunca han existido los recursos suficientes para encarar verdaderos procesos de “blanqueo” de la economía, con el objetivo de generar crecimiento, competitividad y por supuesto, mejores niveles de desarrollo económico y social.

Pero las condiciones han cambiado radicalmente en la última década. Bolivia, al igual que todos los países productores de materias primas, atraviesan por un momento histórico gracias a la valorización de sus exportaciones, que en el caso boliviano, han generado cinco veces más ingresos que en el pasado reciente.

Si el Gobierno ha decidido “meter caballería” con todos esos sectores señalados por el Ministerio de Gobierno como verdaderas amenazas contra la estabilidad del país, debería contemplar no solo el factor represivo, porque, al igual que en Challapata, Yacuiba o el Chapare, cientos de miles de personas comenzarán a reclamarle al Gobierno alternativas a las fuentes de ingresos que hasta ahora eran generadas por el delito. Sin ese componente, la guerra va a fracasar irremediablemente.

Para tener éxito en la guerra contra el delito, que insistimos, es el medio de vida de buena parte de la población boliviana, el Estado debe volcar cuantiosos recursos en la generación de actividades económicas legales que sean capaces de fomentar empleos dignos, que son sinónimo de seguridad social, estabilidad y por supuesto, ingresos impositivos para un Estado que en este momento se sostiene con una ínfima porción de la economía formal.

Ayer decíamos que combatir del delito, requerirá un cambio radical en el perfil de un Gobierno que se ha estado portando tolerante con ciertas actividades por cuestiones electoralistas y clientelares. Y así como debe hacer un giro en lo político también debe hacerlo en la conducción económica, pues mientras permanezca la mentalidad rentista y se profundice la primarización de las actividades productivas, no se apueste por la industrialización y la diversificación, la tarea será imposible de sobrellevar.

No estamos hablando de sectores minoritarios. Se cree que casi un millón de personas en el país dependen de la economía de la coca y la cocaína, por citar solo uno de los sectores que se pretende atacar. Hará falta mucha creatividad, una voluntad política sostenida dirigida hacia la austeridad y con visión productiva para que quienes hoy son desplazados de la ilegalidad, encuentren adecuados medios de subsistencia.

jueves, 11 de octubre de 2012

Sí, creo en la evolución

Cada vez que hablo de evolución en mi casa, mi madre es capaz de llamar a un exorcista para expulsar los demonios que tengo adentro. Lamentablemente no tengo otra alternativa, sobre todo cuando me entero que los humanos seguiremos cambiando, aunque no se si llamarle a eso evolución. 

Hace mucho escuché la teoría de que dentro de algunos años, tal vez muchos, los bebés nacerán sin los dedos de los pies, ya que, como se sabe, órgano que no se usa se atrofia y, que yo sepa, estos miembros apenas sirven para juntar sabañones y crear un problema cada vez que hay que cortar las uñas.

Hace unos días, científicos británicos entrevistados por el diario The Sun, lanzaron predicciones sobre cómo sería el cuerpo humano mil años después.  Aseguran que seremos más altos gracias a la mejor nutrición y la ciencia médica, los intestinos serán más pequeños para no absorber tanta grasa y azúcar, como una forma natural de evitar la obesidad; los testículos serán más pequeños por aquello de la caída de la fertilidad que ya ocurre en Europa; el cerebro será más chico porque las computadoras se encargarán de memorizar y pensar por nosotros; los dedos serán más largos para usar mejor los dispositivos electrónicos y nuestra boca será más pequeña, con menos dientes porque la comida será líquida o en forma de pastillas.

Hay muchos otros cambios que no menciono por falta de espacio, pero los científicos no han hablado nada del corazón, la lengua y los oídos, tres órganos que realmente necesitan evolución. El primero para ablandarse un poco, el segundo para reducir su velocidad y el tercero para agudizarse más y mantenernos más atentos. El día que se produzcan cambios en estas partes del cuerpo hablaremos de una verdadera evolución, que sin duda alguna, también será del agrado de mi madre.

Festejar la democracia

Gana Chávez en Venezuela, aniversario de la muerte del Che, dos ofrendas para los 30 años de democracia en Bolivia, una forma rara de celebrar un acontecimiento tan importante para el país. El uno le ha provocado los más duros golpes a la democracia venezolana y el otro colaboró a instaurar la dictadura más antigua del mundo y una de las más férreas, proceso que pretendía iniciar en el territorio nacional a fuerza de metralla y granadas. Pero aún hay más, el mismo día que se recuerda la salida de los militares, la justicia torcida que opera en el país ordena la detención de Gary Prado, uno de los héroes nacionales que contribuyó a aniquilar el aventurerismo guerrillero que nos hubiera conducido a una hecatombe. La lista continúa, justo ayer, cuando se debería festejar por la vigencia de los derechos elementales, le comunican a un conocido periodista cruceño que su programa no va más en una emisora que lo ha acogido durante una década. Pero ocurre justo ahora que los espacios para la libertad de expresión se van reduciendo a la mínima expresión. La última. Casi coincidente con el motivo de festejo, los periodistas que cubrían el operativo militar de Challapata fueron objeto de un trato lamentable que les impidió ejercer su trabajo como corresponde en un sistema democrático. Pese a todo, había que festejar.

Operativo en Challapata

El Gobierno se ha dado cuenta que hizo un mal cálculo cuando pensó que el Estado puede convivir de manera armónica con el delito. Cuando era ministro de Educación, Osman Pazti dijo que había que ser tolerantes con el contrabando porque esta es una forma de vida de numerosas comunidades del Altiplano. Años después, cuando se produjo el linchamiento de cuatro policías en el municipio de Uncía, en los territorios que los ayllus potosinos habían declarado zona de protección del tráfico de autos ilegales y otros negocios ilícitos, el vicepresidente pidió actuar con prudencia hacia esos campesinos e incluso recientemente, la presidenta de la Aduana, Marlene Ardaya dijo que no convenía actuar con fuerza contra los "chuteros", porque se podría generar un alto costo social.

Hace mucho que se sabe que San Germán y Yapacaní son territorios controlados por el narcotráfico. En esa zona se han encontrado cientos de fábricas de cocaína en los últimos tres años y en este momento ya no hay duda que comunidades enteras están dedicadas al negocio, situación que ha provocado la queja presidencial, pues se trata de importantes enclaves del oficialismo, donde han surgido numerosos dirigentes que le han ayudado al MAS a copar espacios dentro del departamento de Santa Cruz.

Si el presidente quiere ser exhaustivo, conviene que le eche una mirada a lo que ocurre en las inmediaciones de San Julián, en la reserva del Choré y en otras zonas, donde la política ha establecido una suerte de sociedad con el delito, especialmente con la producción y tráfico de drogas y otras actividades como el contrabando de autos, que en realidad van de la mano.

Hace unos meses, en este mismo espacio hablamos sobre las “fronteras calientes” a propósito de los hechos violentos ocurridos en San Matías, donde al igual que Yacuiba, Puerto Suárez o Challapata, el lugar intervenido el martes por la Policía y las Fuerzas Armadas, los criminales le han ganado terreno al Estado y la política y seguramente están comenzando a prescindir de ella, porque siempre sucede así: es la mafia la que termina gobernando.

Existe la posibilidad de que los delincuentes hayan comenzado a reclamar autonomía, pues quedó claro que la política les aplicaba impuestos, cuando a los “chuteros” se les pidió colaboración para la campaña. La otra hipótesis –que no es excluyente-, es que Bolivia, cuyos políticos siempre han creído que este territorio puede vivir al margen del mundo, se haya convertido en el centro de preocupación continental y que la presión internacional para que el Gobierno deje de ser tolerante y  comience a actuar, haya comenzado a dar sus frutos. La prueba es que el operativo practicado en Challapata, donde hubo dos muertos y actuaron varias instituciones del Estado Plurinacional, coincidió con la tercera gran movilización militar que realiza Brasil en nuestras fronteras, donde  más de 7.500 uniformados permanecerán por dos semanas a la caza de narcotraficantes y contrabandistas de armas.

Tal vez para el Gobierno sea un mal cálculo comenzar a actuar ahora que anda mal en las encuestas y que necesita con urgencia conservar el "voto duro" para elevar las posibilidades electorales cuando se avecinen las elecciones del 2014. Ya sea porque la sociedad con el delito se haya vuelto contraproducente o porque la presión internacional no aguante más dilaciones, queda claro que el perfil político gubernamental cambiará radicalmente y los líderes del proceso de cambio necesitarán nueva alianzas para capear la situación.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Racismo y discriminación

En buena ley, la diputada suplente del MAS y dirigente del pueblo ayoreo, Teresa Nominé Chiqueno, debería sentar una denuncia por racismo y discriminación, ya que un juez le ha prohibido consumir alcohol. La parlamentaria tiene la costumbre de pasarse de tragos y causar desmanes. El último lo provocó en un restaurante de pollos de la Villa Primero de Mayo, donde agredió a varias personas y causó destrozos en el local. El caso de la diputada ha llegado a los tribunales, donde le han aplicado esa insólita sanción. Como se recordará, no es la primera vez que alguien ligado al oficialismo se ve involucrado en complicaciones como consecuencia del consumo imprudente de alcohol. Senador, asambleísta, candidato, ministro, alcalde, todos farrean de lo lindo y se meten en problemas, como corresponde cuando se combina el exceso de trago con la borrachera de poder. En honor a la verdad, varios de ellos han sufrido serias consecuencias e incluso uno se encuentra preso en Palmasola, expulsado del partido y con el riesgo de perder su curul por culpa de la bebida. Pero ninguno, ni uno solo, a nadie se le ha aplicado la sanción que ha sufrido la diputada Nominé: prohibirle beber, algo que en Bolivia, tarde o temprano será considerado un derecho humano. Eso puede ser motivo de una denuncia.

Venezuela y nuestro plato de lentejas


El gabinete en pleno ha festejado con una ofrenda a la Pachamama el triunfo de Hugo Chávez en las elecciones del pasado domingo, lo que le asegura seis años más en la conducción del país caribeño y dos décadas en total en el Palacio de Miraflores.

¿Hay razones para festejar? Claro que sí, el régimen de Evo Morales se debe en gran parte al padrinazgo del líder bolivariano, quien no ha escatimado sus petrodólares para expandir sus dominios por toda América Latina, proceso que se vio interrumpido el 28 de junio de 2009, cuando las fuerzas vivas y la institucionalidad hondureñas le pusieron un alto a los abusos contra el Estado de Derecho que estaba perpetrando el mandatario Manuel Zelaya. Este acontecimiento vino acompañado de un viraje ideológico en la región ante las evidentes señales de que los carriles derecho (Colombia, Chile y Perú) y central (Brasil y Uruguay), avanzan mucho más rápido y con mayor seguridad que la banquina del Socialismo del Siglo XXI, conformada por Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Durante siete años, el Gobierno masista ha recibido asesoramiento, transporte gratis, ayuda militar, soporte de inteligencia y obviamente, dinero en efectivo para repartir a diestra y siniestra, recursos que en principio se pensaba eran parte de un gesto de bondad bolivariana, pero que hoy en día se sabe que esos 60 millones de dólares hay que pagarlos, al igual que los 420 millones que le debemos en diesel y otros hidrocarburos que nos vende Venezuela, desde que Bolivia entró en una crisis energética.

¿Qué dio a cambio Bolivia para merecer tanta generosidad venezolana? En primer lugar, el ascenso del MAS al poder, supuso necesariamente la ruptura del negocio más grande que tenía en puertas el país con la venta de gas a Chile, Estados Unidos y México y el ingreso a la eran del LNG, que hubiera supuesto nuestra consolidación como eje gasífero del Cono Sur y la expansión de las reservas gasíferas bolivianas.

Someterse al cuadro ideológico chavista, que utilizó la amenaza del Gasoducto del Sur (un invento perverso) para contener los ímpetus del proceso de cambio en relación al gas, nos ha conducido a un triste cuarto o quinto lugar en el ranking gasífero continental, muy lejos de Venezuela, que supo proteger muy bien su liderazgo en la materia.

Por sujetarse a Venezuela, Bolivia se ha peleado con todos sus aliados, incluso con Brasil y principalmente con Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. El régimen chavista nos introdujo en el sistema del ALBA que no produce más que lindas promesas y buenos discursos. En resumen, Bolivia se quedó sin la ATPDEA, sin mercados para sus productos, sin el auxilio de los mecanismos de integración como la CAN, que Chávez se encargó de echar abajo y ahora tenemos que sufrir cierre de fábricas y pérdidas de miles de empleos.

Por Chávez, Bolivia llevó las relaciones con Estados Unidos a un extremo al que nadie ha llegado, ni siquiera Venezuela, que jamás ha incumplido sus compromisos de exportación de petróleo al “temible imperio”. Trastocar las relaciones con Washington no solo ha sido un mal negocio, sino que ha llevado al país a una delicada situación en materia de narcotráfico, de la cual se acaba de quejar el propio presidente, pues está comprobado que pueblos enteros se están dedicando a la producción de droga, con la participación de bases y dirigentes relacionados con el oficialismo. Demás está decir que Venezuela ha sido calificado como un “narco-estado” y que las alianzas que busca en la región se dirigen en ese sentido.