martes, 9 de octubre de 2012

Con ganas de "meterle nomás"


Sin terminar la consulta en el Tipnis, el Gobierno ha firmado el contrato para la construcción del Tramo I de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, una maniobra que ha causado malestar entre los indígenas del Parque Isiboro Sécure que se oponen a la destrucción de su hábitat y su medio de vida. La movida de llevar la consulta fuera de la reserva ecológica no dio resultados y el Tribunal Supremo Electoral ha dicho que, además de complicada, resultaría difícil de medir, puesto que no existe un procedimiento expreso al respecto. La tercera maniobra tiene que ver con un ingreso planificado por el Ministerio de Obras Públicas a la localidad de Gundonovia, donde podrían producirse enfrentamientos, ya que se mantiene un bloqueo de los pueblos originarios que rechazan la carretera. Ante tanta tozudez y la inexplicable actitud gubernamental de aceptar un “No”, la última propuesta consiste en dejar la consulta tal como está, ya que las autoridades afirman que con 42 comunidades consultadas han acumulado ya los “dos tercios”, una nomenclatura muy liberal y colonialista, por cierto.

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