martes, 31 de julio de 2012

Comenzó la resistencia

Durante más de un año, el Gobierno les ha dado sobradas muestras a los indígenas de las tierras bajas, sobre lo que es capaz de hacer para conseguir que la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atraviese por el TIPNIS. Dos marchas, varias muertes y el sacrificio de miles de personas que nunca alzaron la mano para agredir o maldecir a sus verdugos, no han sido suficientes para persuadir a las autoridades sobre la búsqueda del diálogo. Cuando los marchistas invitaron al canciller David Choquehuanca a caminar junto a ellos, el Ministerio de Gobierno se inventó un intento de secuestro y con eso justificó la salvaje represión de Chaparina del 25 de septiembre de 2011. Nadie quiere imaginar lo que les espera a los indígenas si es que persisten en defenderse con lo último que les queda, es decir recurrir a algunas medidas de fuerza como la toma de la CIDOB o la resistencia en las comunidades del TIPNIS, donde niegan el ingreso a las brigadas de agentes que quieren ejecutar la “Post-consulta” ilegal y arbitraria que se inventó el oficialismo para obsequiarle una carretera a los productores cocaleros. Ayer la comunidad San Miguelito le dijo “no” a la consulta y en el río Sécure, los indígenas colocaron alambre de púa para impedir el paso de los “Pizarro” y “Almagro” del Siglo XXI. Veremos cómo replican las fuerzas gubernamentales.

lunes, 30 de julio de 2012

CIDOB: Peleas por lo que ya es ajeno

La sede de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) fue el escenario de un anticipo de lo que muchos creen, puede ocurrir dentro del parque Isiboro Sécure, si es que el Gobierno consigue el éxito en la consulta ilegal y de mala fe sobre la construcción de la carretea Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por el interior del Tipnis. En la organización indígena, el oficialismo impuso una dirigencia paralela que se apoderó del predio mientras los dirigentes participaban en la novena marcha de los pueblos de las tierras bajas. El edificio fue recuperado momentáneamente ayer por seguidores de Adolfo Chávez, quien insiste en mantenerse a la cabeza de la entidad, pero horas más tarde, los indígenas “gobiernistas” ayudados por la Policía recuperaron sus posiciones, todo en medio de una batalla campal, heridos y detenidos. Los leales a Chávez tuvieron que refugiarse en un alojamiento de la Villa Primero de Mayo que se mantiene rodeado por policías. Mientras los indígenas pelean en la ciudad, en el Tipnis ha iniciado el proceso de consulta que podría derivar en enfrentamientos entre los originarios, que seguramente van a quedar divididos y sin territorio qué pelear, ya que en realidad, la carretera y el Tipnis ya tienen otros dueños.

domingo, 29 de julio de 2012

Nuestros crímenes

Cualquiera que no hubiera conocido los antecedentes de Franz Gonzales Gonzales, alias “El Vinchita” podría haber pensado que se trataba de una estrella de cine o algún filántropo famoso, a juzgar por la cobertura que le dio la televisión el pasado viernes. Los productores televisivos locales tendrán que evaluar el papel que cumplen en la cobertura de la creciente criminalidad en el país, evitando siempre caer en el error de mostrar a los delincuentes como grandes personalidades. En todo caso “El Vinchita” es la expresión más viva del fracaso de toda la sociedad en el tratamiento de un problema que nos involucra a todos. Gonzales, autor de uno de los crímenes que más ha conmocionado a la opinión pública, vivía en Palmasola a cuerpo de rey, gozando de grandes privilegios que le permitían organizar orgías, como sucede con muchos peligrosos asaltantes que manejan sus negocios desde la cárcel. La madre de Jessika Borda, la joven asesinada por “El Vinchita”, nunca pudo conseguir que instalaran en Palmasola un detector de metales que ella misma consiguió para impedir el ingreso de armas al penal. Curiosamente, al haber fracasado en este intento, por culpa de la misma Policía, Rhea Borda no pudo evitar el crimen del hombre que le quitó la vida a su hija.

El Estado en el aire

Está claro que el costoso avión de casi 40 millones de dólares no ha sido suficiente para sentar presencia estatal en todo el territorio nacional y obviamente, sumar dos helicópteros a la cuadrilla aérea tampoco alcanzarán para construir un Estado que anda por los aires, saltando de un pueblo a otro, inaugurando canchitas de fútbol y repartiendo cheques para proyectos que muy pocas veces terminan beneficiando a la población.

Para muchos campesinos y habitantes de pueblos alejados el Estado es el presidente, que cada tanto llega vestido de short y camiseta, acompañado de viejas estrellas del fútbol nacional y los entretiene con sus habilidades deportivas. Él es el mesías, el caudillo, el que les recuerda una historia llena de tristezas y les dice que todo lo malo que les ha ocurrido en el pasado y que les sigue ocurriendo, es culpa de otros, de los conquistadores, del imperialismo, de los gringos, de los neoliberales, de la derecha...

En esas condiciones al “Estado etéreo” no le hace falta más que una nave voladora (mejor si son varias) y un canal de televisión para reproducir el discurso “revolucionario”. Del resto se encargan los mismos pobladores, porque en realidad el Estado sigue ausente, no sólo porque la gente continúa sin escuelas dignas, sin hospitales decentes, sin servicios aceptables y obras indispensables para producir y prosperar, sino porque se ha vuelto invisible frente a las formas que los habitantes van buscando para asegurarse la supervivencia por cuenta propia, sin importar que estén reñidas con la ley. De eso se trata, desde el aire, el Estado se vuelve miope frente al contrabando, el narcotráfico y la corrupción que, paradójicamente comienza a carcomer y poner en peligro al propio sistema estatal, o lo que queda de éste, pero que sirve al menos para comprar los aviones, los helicópteros, el teleférico, el satélite y toda clase de objetos voladores.

Pero ese “dejar hacer, dejar pasar” que algunos fijaron como ideal del Estado liberal, en Bolivia se aplica sólo para la informalidad y el “cuentapropismo” ilegal del que obviamente se benefician connotados agentes gubernamentales que han convertido este paradigma en una política de estado. En Bolivia es cada vez más difícil mantenerse en la ruta de la legalidad. Los que producen, exportan y pagan impuestos, son rehenes de innumerables restricciones y trabas como aquella que impuso la Aduana hace unos días en Puerto Aguirre, la única puerta de salida directa del país hacia ultramar.

Lamentablemente el Estado sí existe para los opositores, para los que denuncian y se quejan de lo que está pasando en Bolivia y tristemente también cobra forma para los empresarios, emprendedores y todo aquel que busca cómo producir en este país de pedigüeños funcionales al Estado mesiánico que diariamente nos promete que las migajas lanzadas desde el aire nos van a convertir en Suiza.

El Estado que vive en las nubes durará lo que le dure la plata para repartir como panfletos para asistir a la “kermesse revolucionaria” que no ha parido ni un solo cambio estructural en esta Bolivia que necesita que le digan la verdad y la conduzcan hacia el camino de la productividad, la sensatez y la justicia.

sábado, 28 de julio de 2012

Justicia "poquitera"

Los mexicanos tienen un término muy simpático para referirse a los pobres de espíritu. Les dicen “poquiteros”. Se quedan con lo poquito en todo, en sus aspiraciones, en sus visiones y por supuesto, en sus valores. Aquí les dicen “chicaneros”, porque hacen de una minucia un problema de Estado, porque así es esta pobre Bolivia, cuyos dueños son unos campeones en el acto de medrar hasta con las migajas que mandan de afuera para los atletas de los Juegos Olímpicos. Qué miseria. El Estado Plurinacional nos prometió la gran revolución, el Estado Integral, convertirnos en Suiza en diez años, ponernos en la estratósfera de los satélites, en trance con la pachamama y el cosmos, sumidos en la filosofía de las piedras y de la coca. Mucha cosa. Pero resulta que hoy, cuando tenemos una justicia empoderada por los votos de la población, con jueces y magistrados que adivinan los fallos, los tribunales vienen a ocuparse con toda su fuerza de una distraída presentadora de televisión que quiso hacerse la graciosa con un comentario sobre las hedionderas que se topó en Oruro. Esa justicia no quiere ocuparse de los grandes asuntos de la corrupción y el narcotráfico. Se ha vuelto “poquitera”.

La micro y la macro

Cada vez que vienen al país representantes de organismos financieros internacionales se despiden dándole palmaditas en la espalda al Gobierno. Los “neoliberales” se quedaban chochos con los adulos y lo triste es que el régimen actual también mueve la cola con las lisonjas del FMI, el Banco Mundial, el BID y otros, que apenas contemplan los datos macroeconómicos para dar su diagnóstico. Eso es como intentar saber cómo vive una familia con mirar la fachada de la casa. Por eso es que las autoridades económicas de Bolivia se ufanan de las reservas internacionales, del bajo déficit, de la inflación controlada, de la reducida deuda en relación con el PIB, como si estos indicadores pudieran echarse a la olla con papas y camote. Después de mucho adular, el presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), Enrique García, de visita en Bolivia estos días, recomendó aprovechar la situación macroeconómica mundial para incidir en la microeconomía, que concretamente significa mayor crecimiento. Fijarse sólo en la macroeconomía y decir que vamos bien es como construir una casa, ponerla bonita, pero olvidarse de instalarle agua y luz. Así está la economía boliviana.

viernes, 27 de julio de 2012

¿Consulta o conquista?

Es muy arriesgado que el Gobierno decida arremeter con la consulta en el TIPNIS como si se tratara de un acto de conquista de talante aventurero, al estilo de los adelantados que con arma en mano incursionaron en estos territorios hace 500 años. No sólo han pasado cinco siglos y se abrieron muchas heridas que todavía no han sanado. La humanidad aún tiene una deuda muy grande que pagar y precisamente la consulta previa a los pueblos indígenas debía ser una manera de restablecer el respeto hacia los dueños de esta tierra, que han permanecido ignorados y abandonados durante tanto tiempo.

La consulta que intenta llevar adelante el Gobierno es extemporánea y llena de errores de procedimiento. Está rodeada de chantaje, engaños y muchas trampas, lo que hace pensar que sus impulsores están dispuestos a cualquier cosa con el fin de alcanzar el objetivo previsto de construir la carretera por el interior del parque Isiboro-Sécure.

Pese a que la consulta prevé todo un proceso para alcanzar el consenso entre los interesados, el Gobierno apenas lo ve como una simple encuesta a mano alzada, que seguramente será manipulada con el uso de prebendas y el amedrentamiento militar. Todo este clima es un poderoso caldo de cultivo para el enfrentamiento y desafortunadamente, después de tanto abuso y provocación, los indígenas parecen también dispuestos a todo para proteger su territorio y la vida de sus familias.

Las autoridades deberían escuchar el clamor de numerosas instituciones y organismos que han solicitado postergar la consulta hasta que se aclaren las cosas y el Gobierno mismo brinde las garantías de transparencia que mantiene a los pueblos originarios en estado de emergencia y desconfianza frente a cualquier movimiento gubernamental.

Las Fuerzas Armadas, cuyas manos están manchadas de sangre con tantos conflictos del pasado, deberían pensar muy bien antes de prestarse a este juego siniestro, del que no han querido participar entidades como la OEA o la ONU, porque no quieren ser cómplices de la patraña armada por ciertos aventureros ligados al Palacio Quemado.

La Iglesia Católica se ha ofrecido a interceder para que todo este proceso se produzca en paz, sin embargo, desde la Presidencia han respondido con descalificativos que sólo agregan más elemento caldeado al problema.

Si bien los indígenas han lanzado advertencias apocalípticas en relación a la consulta, no han dejado de insistir en los mecanismos legales para hacer prevalecer la justicia y las normas constitucionales. El  pasado miércoles presentaron un amparo ante el Tribunal de Justicia de Chuquisaca, luego de que no se cumpliera el fallo del Tribunal Supremo que  insistía en el consenso como requisito indispensable de la consulta.

Las autoridades judiciales tienen el deber de pronunciarse cuanto antes porque de esta manera ejercerán presión sobre la necesidad de buscar el diálogo y restablecer la cordura en este asunto que lleva casi dos años consumiendo las energías del Estado y el interés de la opinión pública.

Otro de los llamados a intervenir para exigir respeto entre las partes es el Tribunal Supremo Electoral. Ellos mejor que nadie saben que no existen las garantías para que se produzca una libre expresión de los involucrados y su deber es manifestarlo ante la población y dejar su actitud de complicidad aparentemente inocente frente al Órgano Ejecutivo. Estamos ante  un riesgo muy grande de enfrentamiento y derramamiento de sangre. Hay que actuar pronto y con la firmeza necesaria.
 

jueves, 26 de julio de 2012

La cotización de la materia gris

Quedé sorprendido al saber que los trajes que lucirán los atletas norteamericanos este viernes en la inauguración de los Juegos Olímpicos, han sido confeccionados en China, al igual que casi todos los productos manufacturados que se consumen hoy en el mundo.
En Estados Unidos se ha producido cierto malestar por la noticia y hasta el presidente Obama tuvo que salir al cruce de las posiciones chauvinistas que van en contra de todo principio de globalización, incluyendo mi sorpresa.
Investigando un poco, supe que los trajes de los atletas, los mejores del mundo (e indiscutiblemente “Made in USA), fueron diseñados por el famoso Ralph Lauren  y que la materia prima ha sido proporcionada por la industria textil estadounidense, lo que nos lleva a la conclusión de que los chinos nada más pusieron el hilo y la costura.
Pasa lo mismo con los aparatos de Apple. Casi todo sale del cerebro de los genios de la informática, herederos del imperio de la creatividad que dejó Steve Jobs. Los tornillos y la lata los fabrican los chinos con el mineral que les compran a los bolivianos. Obviamente, los ingresos van en ese mismo orden, es decir, más del 70 por ciento del precio de las poleras o de los dispositivos Apple se lo llevan los que pusieron la materia gris, el 20 por ciento los que hicieron mover los músculos y el resto, los que seguimos en la primera fase de la civilización, como recolectores o extractores de lo que nos dio la naturaleza.
La buena noticia es que para pasar del tercer grupo al primero no hace falta mucho. Sólo se requiere ponernos a pensar y enseñarles a los niños a ser creativos. Lamentablemente eso es precisamente lo que no quieren nuestros gobernantes. Pensar es lo más golpista y subversivo que se puede hacer en una sociedad mediocre como la nuestra.

Los nuevos conspiradores

Hay historiadores muy serios en Bolivia que creen que existe una conspiración internacional contra el país que lo ha conducido al enclaustramiento marítimo. Evidencias no faltan. En 1879, apenas 36 años después de haber conseguido la Independencia, los chilenos nos arrebataron la salida al océano Pacífico. Años más tarde, en la Guerra del Acre, (1899-1903) Brasil se llevó un valioso territorio al norte del país del que, a través de algunos afluentes, se podía conseguir acceso al río Amazonas y de ahí al Océano Atlántico. En la Guerra del Chaco (1932-1935), Bolivia perdió el Chaco Boreal y con él un importante puerto sobre el río Pilcomayo con posibilidades de navegación hacia la Cuenca del Plata, el río Paraná y el río de la Plata, desembocadura del Atlántico frente al puerto de Buenos Aires. Todas estas pérdidas territoriales, además de haber servido para alimentar el gran lamento y excusas nacionales, no nos han dejado valorar lo que tenemos y que podemos aprovechar con gran ventaja. Por si no lo saben muchos bolivianos, el país sigue teniendo salida al mar, gracias al empuje de un empresario privado de gran visión que creó Puerto Aguirre. Resulta que un gobierno “soberano, patriota y que defiende el interés nacional” le hace la guerra a este puerto y con ello se suma a la lista de los conspiradores de los que hablan esos entendidos en historia.

Escándalo olímpico

Cada día un nuevo escándalo en el Estado Plurinacional. Esta vez tiene que ver con el Comité Olímpico Boliviano (COB), entidad que según denuncias realizadas por algunos de sus propios directivos, habría recibido 100 mil dólares para los preparativos de envío de los únicos cinco atletas que participarán en los juegos de Londres, de los cuales hay 200 mil que no aparecen.

La denuncia surge en medio de la indignante situación que tienen que afrontar los deportistas bolivianos que representarán al país, a quienes les han otorgado un viático de 300 dólares para una estadía de 20 días en Inglaterra. Mientras tanto, el presidente del COB, Edgar Claure, no sólo gozará de un presupuesto diez veces superior a todos los atletas juntos, sino que tendrá a su disposición, auto con chofer, hotel cinco estrellas, traductor y una suite para él y su esposa.

El dirigente deportivo, quien no puede salvarse de las críticas por el hecho de afirmar que este dinero no proviene del Estado, sino del Comité Olímpico Internacional (COI), ha afirmado que los fondos que recibe anualmente sirven para costear los gastos de los atletas de alta competición en Bolivia. No se explica entonces, por qué una de las principales representantes del país, la marchista Claudia Balderrama, no tiene ni siquiera unas zapatillas decentes para competir en Londres o el tirador Juan Carlos Pérez tenga que costearse hasta los proyectiles que usa para entrenar.

Es que, como todo en Bolivia, las cosas están al revés en la delegación boliviana que se ha trasladado a Londres. Son quince las personas que están viajando y cobrando viáticos, pero sólo cinco deportistas e igual número de dirigentes, de los cuales dos se llevan casi 30 mil dólares, la mitad del total invertido.

Es verdad que los atletas tendrán todos los gastos pagados en Londres, donde se ha habilitado una villa olímpica de primera categoría; sin embargo, apenas una llamada telefónica o un gasto imprevisto se puede comer todo el presupuesto de los deportistas y sus entrenadores. No hay duda que de esta manera, los atletas viajan con muy poco incentivo. Es como si el país les estuviera haciendo un favor, cuando en realidad se les debería otorgar un reconocimiento especial, porque se trata de individuos que se sacrifican de manera ejemplar y buscan cómo surgir en medio de la mediocridad reinante.

Los premiados vienen a ser los burócratas, que en lugar de aprovecharse de sus cargos, deberían rendir cuentas del bajísimo rendimiento deportivo en el país, conseguido a pulmón por los propios atletas y sus familias.

Todos los países del mundo hacen grandes esfuerzos por conseguir una participación digna en las Olimpiadas. Así ha sido a lo largo de la historia, porque los juegos representan un gran logro de la humanidad en su carrera por superarse a sí misma. Las naciones y los gobiernos de todas las ideologías, luchan por conseguir alguna medalla o destacarse al menos con una marca parcial. No se explica por qué Bolivia no tenga ni siquiera esta aspiración. Es como para hundir aún más nuestras expectativas y convencernos de que podemos alcanzar solo algunos campeonatos mundiales, uno de ellos, el de la corrupción.

miércoles, 25 de julio de 2012

Hágase el problema

Cuesta mucho que un funcionario público ofrezca una solución. La verdad es que están más hechos para los problemas, de lo contrario ¿de qué vivirían? El asunto es que, con mucho esfuerzo, el alcalde de La Paz, Luis Revilla había dado con la punta del ovillo para conseguir un interesante paliativo al caos en el tránsito en la sede de Gobierno. Pese a la resistencia de los choferes, que reaccionaron con actos vandálicos, puso en marcha una norma que prevé el cambio gradual de los minibuses por buses de gran porte, que además de ahorrar espacio y energía, preservan el medio ambiente y reducen los embotellamientos. Como para “darle en el ojo”, el Gobierno sacó de la manga el proyecto del teleférico, cuyo costo podría cubrir soluciones de mayor alcance, pero vaya y pase. Pero hay más todavía. El régimen no tuvo mejor idea que volver al problema, es decir convencer a los micreros de La Paz de comprar más minibuses y para ello, les ha prometido un crédito de 100 millones de dólares que servirán para adquirir dos mil unidades de industria china. Y como para darle la razón al columnista que afirmó que “donde haya una solución, métanle un problema”, surge lo de Puerto Aguirre. Los exportadores de soya estaban aliviados con la suspensión de las prohibiciones, hasta que surge una minucia administrativa en la Aduana que lo paraliza todo.

La danza de los millones

Cuando se termine esta pesadilla plurinacional, la plata que se perdió por el caso Santos Ramírez nos parecerá una bicoca. Es como el cuento de la cabra que se quejaba por la falta de espacio en su corral. El dueño me metió dos chivas más para que, al dejarla sola, el chiquero le parezca cómodo y espacioso. “Lo poco espanta y lo mucho amansa”, dicen las abuelas.

Esto va a cuento de los 240 millones de dólares del teleférico, de los nuevos dos helicópteros que el Gobierno va a comprar para el uso del presidente Morales, de los dos mil autobuses chinos valuados en 100 millones de dólares que el Estado les comprará a los choferes paceños sólo para arruinarle el proyecto de ordenamiento del tráfico a la Alcaldía de La Paz.

Todos esos millones se invertirán por invitación directa, sin licitación y con el riesgo de que suceda lo mismo que ha pasado con el dinero de la planta separadora de gases de Río Grande, que se ha perdido en dos ocasiones y cuya falta le ocasiona una pérdida anual de 1.300 millones de dólares al país. Obviamente, comparado con esto, son muy pocos los más de 200 millones de dólares que se llevó la corrupción en YPFB.

En lugar de aclarar las cosas y profundizar las investigaciones hasta dar con todos los responsables, el Gobierno decide “meterle nomás”. Esta semana se confirmó que la presidencia de YPFB tiene toda la confianza del Palacio Quemado, cuyo titular le ha autorizado a disponer de un monto de 1.400 millones de dólares para el proceso de industrialización de los hidrocarburos, una estrategia que ya lleva más de cinco años y que lamentablemente sólo ha producido actos de= corrupción, no sólo porque no existen los mecanismos de control y fiscalización, sino porque las nuevas estructuras que se han diseñado para el manejo de los fondos públicos se prestan mucho al manejo discrecional. De hecho, ayer se publicó la noticia de la licitación de otra planta para la producción de etileno y polietileno en el Gran Chaco, una obra que podría correr la misma suerte de las anteriores. El Gobierno se ha declarado algo así como un ente intocable e inalcanzable. No se aclara nada. No se rinden cuentas de ningún hecho.

No se investiga y todos los agentes gubernamentales son inocentes porque así lo decreta el régimen, mientras que los opositores son culpables simplemente porque lo declara el poder. Papelbol, las barcazas chinas, el informe de inteligencia de la Policía publicado por la revista Veja, ninguno merece la atención del Ministerio Público, muy atento a cualquier papeleo que requiera la guerra contra la oposición, pero ciego, sordo y mudo cuando le corresponde actuar en estos hechos de los que sólo se ocupa la prensa.

No cabe duda que la corrupción es el peor “autogolpe” que se puede dar el Gobierno. Si no le pone freno a la danza de millones que la población ve pasar frente a sus narices y que terminan en los bolsillos de los funcionarios que prometieron el “ama sua” y que armaron todo un esquema persecutorio para los ladrones, el clima de malestar se verá acentuado y la reacción más natural es el castigo. Lamentablemente esta es una historia repetida en el país y que brinda muy pocas esperanzas de un cambio genuino, al menos del que esperaba la población.

martes, 24 de julio de 2012

La paciencia de Brasil

Como ocurre con toda telenovela interesante, no hay que perderse ni un solo capítulo y obviamente los pormenores del asilo al senador Róger Pinto están como para no perdérselos. Y hablando del parlamentario, ayer envió una carta pública al presidente Morales en la que no dice nada nuevo, pero con seguridad, cualquier cosa que declare ahora se publicará primero que nada en Brasil. Esa es mucha presión. Otro dato importante proviene de la Cancillería brasileña, donde todavía no consideran un impasse todas las provocaciones que han sido lanzadas por voceros del Gobierno boliviano. Es más, el portavoz del ministerio de relaciones exteriores de Brasil, Tovar Nunes, ha dicho que no tomarán como oficiales las declaraciones de la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, quien calificó como “portavoz político” de Róger Pinto al embajador brasileño Marcel Biato, a quien supuestamente y de acuerdo a la misma Dávila, habían convocado al despacho de Choquehuanca a dar explicaciones. Con todo aquello, le están mandando un mensaje de calma y paciencia al régimen boliviano que no para de provocar. Ayer, el diario oficialista “Cambio” publicó el anuncio de que Argentina comprará todo el gas que Brasil no demande. Paciencia, más paciencia.

lunes, 23 de julio de 2012

Se fregó el "quinceañero"

García Linera en un acto de la Alcaldía de Santa Cruz.
Los trabajadores lo abuchearon. Fue la presentación en
sociedad de la alianza del Municipio cruceño con el MAS.
Por lo visto, para el sábado estaba prevista la presentación en sociedad de la alianza política que mantiene el MAS con el oficialismo municipal, un “secreto” que cada día era más difícil de ocultar. El acuerdo se consagró con el derrocamiento de siete concejales disidentes, ejecutado por un grupo de suplentes a la cabeza de Desirée Bravo, milagrosamente perdonada por los tribunales judiciales que responden a las órdenes del régimen. Consumada la sociedad, había que buscar la oportunidad de hacer algún jolgorio para que la gente comience a acostumbrarse a la noticia y sobre todo, para quitarle la imagen de que el MAS se metió por la ventana  al municipio de Santa Cruz. La oportunidad se presentó el sábado, en ocasión del aniversario de los trabajadores municipales de Santa Cruz, quienes prepararon un almuerzo en el restaurante Don Quijote. Hasta ese lugar llegó una comitiva del Gobierno central encabezada por el vicepresidente García Linera y varios ministros. Pese a que dicha presencia fue anunciada previamente y que los anfitriones les tenían preparada un lugar en la testera, los trabajadores de la Alcaldía recibieron a los invitados con abucheos y con gritos de “autonomía, autonomía”. Curiosamente el alcalde Percy Fernández no había acudido al lugar.

domingo, 22 de julio de 2012

Los "radicales"

Siempre se ha considerado "radicales" a los que usan la violencia para expresar sus ideas y sus reivindicaciones: los que tiran bombas, los que hacen volar antenas o los que asaltan entidades públicas, causando muerte y pérdidas económicas.

En las dictaduras los radicales son otros. Pedir democracia, libertad o derecho a la expresión son considerados gestos subversivos que merecen la cárcel o la persecución. Y lo que más llama la atención es que hoy se le ponga ese mismo mote a los que defienden la autonomía, el voto de las mayorías o a los que luchan porque se cumplan las leyes que costaron sangre y dolor a los bolivianos.

El "proceso de cambio" estaba en vías de enriquecerse cuando tuvo la oportunidad de ensamblarse con el proceso autonómico, pero en lugar de abrazarlo como una manera de integrar al país y profundizar la democracia, no hizo más que combatirlo hasta conseguir su completa aniquilación.

El indigenismo, muy malentendido al principio, era el otro postulado fundamental para conseguir la inclusión social en el país y saldar una deuda histórica de la democracia, no solo en Bolivia. Ambos, los indígenas y los autonomistas, son considerados radicales en estos días, incluso por los mismos actores que en el pasado rugieron en las calles y en las plazas, demandando el cumplimiento del mandato autonómico que surgió de un referéndum nacional que más tarde se materializó en varias consultas y en la propia Constitución.

Los "radicales" están perseguidos o encarcelados, por sugerir que no se traicione al pueblo y más bien se busque la manera de avanzar aún en las circunstancias difíciles que viven muchos bolivianos que luchan por la justicia, por el respeto a sus territorios y porque el régimen gobernante cumpla las promesas que le hizo a la población de mayor democracia y bienestar para la población.

En honor a la verdad, el país necesitaba de gente radical, en el buen sentido de la palabra. Solo un cambio extremo en la justicia es capaz de asegurar la paz social en Bolivia, solo un giro de 360 grados en la distribución de los ingresos y en la redistribución del poder, a través del modelo autonómicos, nos permitirá ofrecer mejores respuestas a las necesidades de la ciudadanía; solo el radicalismo en el ataque a los problemas sociales, nos hará salir del pozo histórico en el que se encuentra el país. Esa fue la promesa que hicieron los gestores del proceso de cambio, esa fue la lucha radical que ofrecieron los líderes de la autonomía que hoy lucen con los hombros caídos, resignados a repetir la historia, en tanto que el Gobierno marcha en contracorriente de toda la predicación revolucionaria hizo durante tantos años.

Llamar  "radicales"  a los que nunca buscaron el enfrentamiento, pero que tampoco han dejado de insistir en los principios por los que luchó más de la mitad del país y que generó verdaderas esperanzas de cambio en Bolivia, es un acto de traición que le está costando muy caro, sobre todo a Santa Cruz, donde se observa un deterioro acelerado del liderazgo que estaba llamado a ejercer esta región a nivel nacional. No se puede llamar radicales a los indígenas, a los autonomistas y a otros sectores de la población, cuando están a la vista las graves consecuencias que ha acarreado para el país el haber descuidado los ideales autonómicos y los valores de la justicia y de libertad. El país está radicalmente envuelto en el narcotráfico, en la corrupción, el atropello y en el peor y más radical centralismo que se hubiera experimentado en la historia nacional.

Los pecados de Róger Pinto

Un senador brasileño dice que es falta de respeto
 a Brasil no entregar el salvoconducto a Róger Pinto.
El influyente viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, confirmó ayer en un programa radial que el Palacio Quemado recibió el sobre con las denuncias que hizo el senador Róger Pinto y que más tarde aparecieron en la revista brasileña “Veja”. También dijo que en esa ocasión, desde la Presidencia y mediante una nota escrita, le recomendaron al parlamentario pandino que haga llegar esos datos al Ministerio Público para iniciar una investigación. El Gobierno le reprocha a Pinto que en lugar de recurrir a las autoridades haya acudido a los medios de comunicación y, peor todavía, que en lugar de irse calladito del país como lo hicieron Mario Cossío o Manfred Reyes Villa, se haya refugiado en la Embajada de Brasil justo en los días en los que se celebraba en Cochabamba la 42 Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA). De cualquier forma, la denuncia de Pinto ha llegado a todos los estamentos públicos y como se sabe, sus aseveraciones están basadas en un informe de Inteligencia de la Policía Boliviana, cuya autenticidad fue corroborada por el excomandante Óscar Nina. Con toda esta información en la mano, el régimen gobernante decidió por su cuenta que no había nada qué investigar.

Juegos políticos

En Brasil han calificado como “juegos políticos” del Gobierno de Evo
Morales, las provocaciones que han estado lanzando las autoridades
bolivianas hacia el vecino país a raíz del asilo otorgado al senador
opositor Róger Pinto, una herida que ha calado muy hondo en el Estado
Plurinacional. El periodista más prestigioso de la televisión
brasileña, Carlos Monforte, de la Red Globo, dijo que el asunto del
parlamentario boliviano tiene que ver con “normas internacionales que
el Gobierno boliviano se niega a cumplir” y que mientras más se demore
este este impasse, las relaciones podrían empeorar entre ambos países.
Autoridades brasileñas consultadas por el diario Folha de Sao Paulo
han reaccionado con malestar por las acusaciones de “ingerencia”
lanzadas por funcionarios de La Paz contra el embajador brasileño,
quien fue amenazado de ser convocado a la Cancillería para aclarar
sobre el pedido de salvoconducto para Róger Pinto que hizo hace unos
días. La presidenta del senado boliviano, Gabriela Montaño dejó
entender que Brasil protege a la delincuencia, declaración que no hizo
más que propagar el incendio. Un comentarista de Brasil dijo que ni
siquiera las relaciones con Irán han despertado tantos ajetreos en
Itamaraty, como el caso del senador Pinto.

No habrá gas para los bolivianos

Para Argentina sí habrá más gas.
En los años '50, cuando el petróleo comenzó a producirse en cantidades considerables en Bolivia, lo primero que se pensó fue en exportarlo y fue así que se construyeron los oleoductos "Camiri-Yacuiba" y "Sica Sica-Arica". A nadie se le pasó por la cabeza que los hidrocarburos hubieran servido para generar desarrollo dentro del país.

En aquellos tiempos, Camiri se convirtió en la capital petrolera del país; sin embargo, aquella población chaqueña apenas pudo tener energía eléctrica  y agua potable confiables en los años '80 y la carretera que la conectó con el sur del país y con Santa Cruz llegó en los '90. El centralismo acarreó toda la plata a La Paz y allá se quedó para alimentar la costosa burocracia estatal que siempre ha utilizado la cantaleta de la distribución de la riqueza para acapararlo todo. 

Bolivia comenzó a exportar gas a Argentina en los años '60 y, desde entonces, la nación vecina se convirtió en el país más "gasificado" del mundo; es decir, prácticamente no hay vivienda que no cuente con el gas domiciliario y, por supuesto, todas las industrias lo tienen, las granjas, los pequeños establecimientos productivos como panaderías y restaurantes, además de que no hay taxi o cualquier vehículo liviano usado con fines comerciales  que no esté equipado con un sistema de gas.

En los años '70, Bolivia descubrió que estaba situado sobre una "gran garrafa de gas" y se iniciaron los planes de exportación a Brasil, negocio que se concretó en los años '90. Vino la capitalización, la gran avalancha de petroleras, se incrementaron las reservas y las amas de casa bolivianas continuaron –como siguen ahora- peregrinando con sus garrafas de GLP a cuestas para poder cocinar. Tuvo que ser una empresa privada a principios del nuevo milenio la que se dedicó a promocionar el uso de gas natural vehicular, ya que todas las promesas del Gobierno –incluyendo al actual- de "gasificar" el parque automotor cayeron en el olvido. Paradójicamente, ha sido el Estado el que le puso trabas a aquella compañía que dejó de operar, con el pretexto de que sería el sector público el encargado de impulsar el GNV, pero todo fue una farsa que escondía en realidad la falta de gas para atender la creciente demanda.

En el 2005, el MAS propuso una revolución consistente en devolverle el gas a los bolivianos. Había suficientes evidencias de que este recurso nunca había beneficiado al país y menos a los sectores empobrecidos. No había cómo dejar de apoyar ese cambio, pues además de promover mayor equidad en la distribución de los ingresos, que anteriormente se los llevaban las compañías extranjeras, se proponía la industrialización del gas, de tal manera de sacarle más provecho y utilizarlo como el motor del desarrollo nacional.

En la Constitución Política del Estado se puso muy claramente que el mercado interno tiene prioridad; sin embargo, hoy –que hace mucho frío-, las granjas del país se ven obligadas a pagar un sobreprecio por el gas licuado para evitar que sus pollos se mueran. Obviamente ese costo lo pagan los consumidores. En Argentina o Brasil no pasa lo mismo.

Como se sabe, muchas industrias en el país están paralizadas por falta de gas. Y precisamente el pasado miércoles, cuando el presidente Morales le confirmaba a su colega argentina Cristina Fernández que Bolivia incrementará sus exportaciones de gas a aquel país, la empresa Jindal anunciaba el abandono del proyecto Mutún, el mayor de la historia de la minería del país. Todo por falta de gas.

viernes, 20 de julio de 2012

Enjaule a su hijo

El show televisivo de la semana se lo llevó el caso de un adolescente
menonita que fue enjaulado por su padre por desobedecer las estrictas
normas de la familia, basadas en la religión y las tradiciones de la
colonia. Pese a que no comparto ese tipo de castigo y menos el “código
menonita”, se me ocurrió que muchos padres tal vez tengan las mismas
ganas de enjaular a sus hijos, antes de que éstos sean enjaulados por
los vicios, las drogas y el crimen.

Veo todos los días a chicos enjaulados por la clefa en las esquinas y
tal vez sus padres se lamenten de no haberlos “enjaulado” a tiempo.
Pero también los veo enjaulados en las pantallas del televisor, de la
computadora y el teléfono celular. No prestan atención a otra cosa que
no sea “lo cool” que la están pasando.

Nos quejamos de los adolescentes todos los días. Yo soy el primero.
Observamos su desidia, su falta de voluntad, el poco apego a la
responsabilidad, pero olvidamos que eso no llegó de un momento a otro.
Es el resultado de toda una vida libres de obligaciones,  sin hábitos
de trabajo y tampoco disciplina, los mejores barrotes que les podemos
ofrecer a nuestros hijos para ponerse a buen recaudo de los peligros
que los acechan en la calle, en el colegio o en el trabajo. También
olvidamos con frecuencia las “jaulas” de la motivación, de las metas y
de la mística, que todo joven necesita para crecer libre.

Es complicado enjaular a un adolescente como lo hizo ese menonita para
tratar de inculcarle a estas alturas los valores que nunca tuvimos el
tiempo de compartir, porque no había tiempo ni siquiera para saber
quiénes realmente somos. Necesitamos enjaularnos con nuestros hijos en
una charla cada día, aunque sea para hablar “macanas”. Eso nos
permitirá conocernos mejor y evitar que un día nos veamos como
extraños y dignos de estar enjaulados.

Rugir o maullar

Con lo sucedido el martes en el Concejo Municipal ya se sabe perfectamente quién controla los hilos de estos parajes autonomistas y por qué el presidente del Comité Cívico se queja tanto de la dejadez de los cruceños, que no tuvieron ni la decencia de ofrecerles la bienvenida que se merecían los indígenas del Tipnis. Para hoy está convocada la ciudadanía a participar en una gran concentración que supuestamente debe salir en defensa del gobernador, pero que en realidad se trata de pelear por la autonomía, por los estatutos, por el voto, por la democracia y, más que nada, por la dignidad y los sueños de la gente. Aquí y en la China, nadie se mueve si no existe la movilización de las élites, instituciones y las fuerzas subrepticias que son siempre las que "cortan el bacalao" en cualquier sociedad. Hoy los habitantes de este campanario que sueña con volver a rugir como un león podrán ser testigos de todo el control que ha desplegado el régimen central para evitar que los cruceños vuelvan a levantar cabeza. También nos daremos cuenta de cuán entregados están los que antes llenaban los cabildos. Si la convocatoria es tan pobre como se la espera, más vale que comencemos todos a maullar en coro.

Rugir o maullar

Con lo sucedido el martes en el Concejo Municipal ya se sabe perfectamente quién controla los hilos de estos parajes autonomistas y por qué el presidente del Comité Cívico se queja tanto de la dejadez de los cruceños, que no tuvieron ni la decencia de ofrecerles la bienvenida que se merecían los indígenas del Tipnis. Para hoy está convocada la ciudadanía a participar en una gran concentración que supuestamente debe salir en defensa del gobernador, pero que en realidad se trata de pelear por la autonomía, por los estatutos, por el voto, por la democracia y, más que nada, por la dignidad y los sueños de la gente. Aquí y en la China, nadie se mueve si no existe la movilización de las élites, instituciones y las fuerzas subrepticias que son siempre las que "cortan el bacalao" en cualquier sociedad. Hoy los habitantes de este campanario que sueña con volver a rugir como un león podrán ser testigos de todo el control que ha desplegado el régimen central para evitar que los cruceños vuelvan a levantar cabeza. También nos daremos cuenta de cuán entregados están los que antes llenaban los cabildos. Si la convocatoria es tan pobre como se la espera, más vale que comencemos todos a maullar en coro.

jueves, 19 de julio de 2012

Rosadito, rosadito

Muchos creen que el MNR ha muerto, pero no es así. Sus coletazos han estado dando mucho de qué hablar últimamente y no por boca del ex ministro Arce Gómez, sino de hechos muy concretos. Recordemos que fue un emenerrista el que propició el golpe al gobernador del Beni, Ernesto Suárez Sattori y se posesionó ilegalmente en el cargo. Se trata de Haisen Ribera, quien después fue expulsado por el tribunal de honor del partido rosado. En la conformación irregular de la nueva directiva del Concejo Municipal han sido fundamentales dos militantes del MNR que en el pasado han ocupado cargos dentro de la estructura partidaria y se han postulado como candidatos de esa sigla, aunque ahora aparezcan vestidos de otros colores. Ellos son Desirée Bravo, quien sorpresivamente salió absuelta en un juicio y días después les demostró a los dueños de la justicia que “amor con amor se paga”. El otro es el general Freddy Soruco, un rosado hasta los huesos, que por el momento anda disfrazado de azul, pero que goza más de la confianza del ejecutivo municipal por su gran capacidad de adaptación. No hay que olvidar que dentro de la Asamblea Departamental, los rosados también tienen algo de peso y podrían inclinar la balanza a favor de la destitución del gobernador Costas. Veremos.

Un completo bochorno

El problema de la Alcaldía de Santa Cruz es que le sobran aliados al oficialismo conducido por Percy Fernández. Y lo que debería ser una ventaja, es decir, la formación de una “megacoalición” indestructible, en la política criolla no funciona, pues no alcanzan las pegas para repartir entre tantos comensales. De ahí que la “solución” al dilema surja por la vía de un juego (también criollo y de nombre grotesco) que los niños  solían llamar “gataparida”.

Con lo sucedido el pasado martes en el Concejo Municipal, Santa Cruz se ha sumado de lleno al golpismo predominante en la nueva democracia nacional, donde el cálculo, las pulseadas y el abuso, se sobreponen a las leyes. Tampoco vamos a decir que todo esto es nuevo, ya que el Municipio de Santa Cruz ostenta el raro honor de haber tenido al primer alcalde ilegal (1987-89) de la naciente democracia, elegido como una “solución salomónica” ante un empantanamiento infranqueable entre dos siglas que decían defender los intereses de la ciudad.

Precisamente el bienestar de la ciudadanía, las obras y el porvenir de este municipio es lo que menos les ha interesado a los miembros del Concejo y de todo el Municipio, que desde hace meses se encuentran enfrascados en un grotesco conflicto, cuya “solución” ha sido más escandalosa todavía.

La telenovela municipal cruceña tiene todos los ingredientes de la vieja política que han resurgido en estos años con ímpetus autoritarios: el chantaje, la oprobiosa instrumentalización de la justicia a favor de las maniobras que han permitido ejecutar un acto de vendetta y el atropello de algunos personajes que usan el transfugio y el camaleonismo con suma facilidad para ponerlo al servicio del abuso.

Durante las últimas semanas se ha estado hablando de la necesidad de buscar la unidad de las fuerzas políticas de Santa Cruz ante las amenazas de golpe que se yerguen desde  el centralismo. Con la última noticia del Concejo, es imposible pensar en otra forma que no sea la impostura, lo que anticipa que en la Gobernación podría ocurrir exactamente lo mismo, con la complicidad de quienes dicen –de la boca para afuera-, defender la autonomía, la democracia y el estado de derecho.

Durante todo este tiempo de conflicto no ha surgido ni el menor atisbo de búsqueda de diálogo, de respeto a la voluntad de la gente y, por lo visto, las leyes tampoco importan para quienes sólo buscan acomodarse y mantener las cuotas de poder que ponen en peligro la continuidad de la gestión municipal.

Es obvio que la ciudad pierde con este tremendo embrollo que no parece tener fin, pues a la vista surge que hay dos concejos paralelos que buscarán mantener su vigencia. El prestigio de Santa Cruz, su posicionamiento como la capital más importante del país, la que ostenta el mayor presupuesto y la que ha estado buscando el liderazgo nacional, se ha ido al tacho del basurero.

Con el bochornoso espectáculo del martes, caen en saco roto todas las esperanzas de gestar un nuevo modelo de país desde Santa Cruz. Con ese episodio, que demuestra inmadurez, falta de vocación democrática de los líderes y altos niveles de corrupción, el Municipio ha quedado a la altura de cualquiera de las alcaldías de pueblo donde reina la inestabilidad.

Tensión entre Bolivia y Brasil

Bolivia se toma las cosas muy a pecho y eso le puede costar caro con un gigante como es Brasil. Durante el mandato de Lula Da Silva, los brasileños le concedieron asilo a un famoso terrorista italiano, Cesare Battisti, y se negaron una y otra vez a extraditarlo y no por eso se generó un roce con Italia y tampoco llamaron “desatinada” a la decisión de Brasil, que por cierto, siempre se basa en determinaciones judiciales muy bien estudiadas y en los sesudos análisis que hace la juiciosa diplomacia del vecino país.

Los escándalos relacionados con el narcotráfico no son nada nuevos para Bolivia. El más reciente abordado por la prensa brasileña no será el último y si las cosas siguen al ritmo actual, tampoco será el más grave.  Ni el caso del asilo al senador Pinto o el reportaje de la revista “Veja” dan derecho a Bolivia a responder con bravuconadas y menos a buscar a un sabueso que hará las veces de diplomático con la ridícula misión de intimidar a semejante vecino, uno de los socios comerciales más importantes del país y el principal comprador de nuestro gas (“…y de favor”, como dijo Lula Da Silva en varias ocasiones).

Es posible que todo se deba al nerviosismo que cunde en el Gobierno boliviano por la cada vez más agitada situación social, pero también hay mucho de soberbia, pues abiertamente se admite que las cosas han llegado al nivel del roce diplomático, una situación que podría agravarse si el régimen boliviano insiste en criticar la decisión brasileña y retrasar la entrega del salvoconducto al senador Pinto, quien ya cumplió más de un mes como alojado dentro de la Embajada de Brasil en La Paz.

El Gobierno boliviano no debería poner en riesgo las relaciones con Brasil simplemente por salir en defensa de posturas personales y muy coyunturales. Los vínculos con la séptima potencia mundial son demasiado importantes para la ciudadanía boliviana como para andar en las mismas camorras que nos han enfrentado en el pasado reciente con Perú o con Chile. El Gobierno de Brasil se ha mostrado muy paciente con las rabietas bolivianas y mucho más con los desplantes que le hizo hace unos años la administración gubernamental y su torpe manera de intervenir en los campos gasíferos bajo control de Petrobras.

La actitud complaciente de Brasil, no sólo con Bolivia sino también con todo el bloque chavista al que le cedió protagonismo dentro de América del Sur, han provocado severas críticas internas hacia el régimen de Lula y de su sucesora, Dilma Rousseff, a quienes consideran responsables de que los brasileños hayan perdido gran parte de su liderazgo regional. Y el asunto no se refiere exclusivamente al factor político o económico, sino también al de seguridad ya que se culpa a los brasileños por el desmesurado crecimiento del narcotráfico en nuestro territorio, que ha provocado una avalancha de droga en el vecindario.

En este momento viene a la memoria aquella frase del expresidente peruano, Alan García, quien advirtió de manera muy vulgar a su colega boliviano: “no jales tanto la pita, que se puede romper”. Algunos empresarios brasileños que trabajan en el país se atreven a denunciar un gesto de venganza a raíz del caso Pinto. Ciertos analistas entendidos en la materia, creen que a tal punto llega la provocación que incluso se ha puesto en riesgo la exportación de gas ¿será tan grave?