sábado, 31 de enero de 2015

Cocaleros en la cumbre agropecuaria

La cumbre agropecuaria “Sembrando Bolivia” que se viene preparando desde hace varios meses ha sufrido un retraso y nadie sabe por qué. Algunos creen que se debe al pedido de los cocaleros de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba –cuya producción es ilegal-, de ser incluidos en esta reunión que supuestamente marcará el inicio de una nueva era en las relaciones con los agricultores y ganaderos (legales), quienes han sido tratados como delincuentes durante la última década, a diferencia de los sectores ilegales e informales, que han sido los adulados del régimen. Los cocaleros son una pieza fundamental en el sistema y según ellos el Chapare “es una zona productora y con alto potencial de industrialización”, por lo que están preparando una propuesta sólida para el encuentro. No se sabe si los agropecuarios han manifestado objeciones a esta incorporación, pero lo cierto es que de producirse podría distorsionar por completo del objetivo de la cumbre. En los Yungas y el Chapare, producir café, bananos o cítricos es considerado muchas veces como una falta grave, una provocación al modo cómo entienden los cocaleros el “proceso de cambio”. Y su presencia en la cumbre podría tener fines intimidatorios.

jueves, 29 de enero de 2015

La "evolución" humana

Hace unos años un científico futurista mostró el dibujo de un ser extraño, parecido a un humano, con el cerebro muy pequeño, casi del tamaño de su estómago y los dedos muy largos. No tenía dientes y sus ojos eran grandes y muy saltones.
Dijo que al paso que va la evolución, ese será nuestro aspecto dentro de mil años. No tendremos que almacenar ni procesar muchos datos, porque para eso estarán las computadoras. Con el tiempo nuestro cuerpo se habrá acostumbrado al sedentarismo y por lo tanto no necesitaremos ni dientes ni un gran aparato digestivo para procesar muchos alimentos y obviamente nuestros dedos serán ideales para manipular dispositivos electrónicos. Los ojos de camaleón, con visión panorámica nos servirán para poner atención a dos o más pantallas al mismo tiempo: “Hommo Pantallicus”.
Basta de fantasía. El otro día fui al gimnasio, donde supuestamente van los jóvenes que quieren moldear su cuerpo al estilo de Hércules o de Tarzán, por nombrar viejos íconos de la belleza masculina. Al gimnasio también vamos los adultos que todavía tenemos fe en que el tren de la salud no nos haya dejado. Espero que no sea tarde.
Me sorprendió al ver a los chicos y chicas que no sueltan el celular ni siquiera en las máquinas escaladoras o en las bicicletas de spinning. Tres abdominales y al WhatsApp, dos flexiones y al Facebook, una sesión de sentadillas y selfi. Ese rato me di cuenta que aquel científico loco tenía razón y que sus pronósticos se cumplirán mucho antes de lo previsto.

Locos por las redes sociales

"Crudo Ecuador" el blog que irrita a Rafael Correa.

Rafael Correa, uno de los populistas más agresivos con la prensa y sistemático a la hora de acorralar a los medios independientes de su país se está volviendo loco con un blog denominado “Crudo Ecuador”, iniciado por un ciudadano común que no es periodista y que afirma que creó el sitio porque se sentía aburrido en casa. El individuo, que ha sido entrevistado de forma anónima por un famoso portal dedicado al estudio del periodismo, es un experto en el manejo de redes sociales y pese a haber votado por Correa, hoy lo critica asiduamente y sus comentarios rebotan como reguero de pólvora por Facebook y Twitter, al extremo de irritar al gobierno que ha iniciado una dura campaña para silenciarlo.
Otro que claudicó frente a las redes sociales fue el Rey Juan Carlos de España, tratado con guante de seda por los medios tradicionales, pero crucificado por los internautas, que no le perdonaron aquella foto al lado del elefante muerto y la farsa que rodeó al famoso safari con muy grata compañía.
Y que hablen los tiranos de Cuba de la bloguera Yoany Sánchez, quien logró vencer la costosísima dictadura mediática de la isla armada de una conexión a internet (que no era suya) y de unos minutos furtivos frente a la computadora (que tampoco le pertenecía).
Ejemplos hay de sobra para demostrar el poder que tienen hoy las redes sociales, que no son más que ciudadanos hablando en voz alta y publicando sus ideas en un espacio público, con la posibilidad de generar un mensaje común y por lo tanto despertar la sensibilidad de una gran audiencia que a la vez consume y produce las noticias. Así fue como se derrumbaron los viejos dictadores árabes, que nos sabían adónde disparar sus cañones para contener esta marea de voces que hablan, comparten información y que son imposibles de silenciar porque no existen medios tangibles y posibles de hacerlo.
El momento que estamos viviendo fue visualizado en 1979 por el filósofo y futurista Alvin Toffler, autor de “La Tercera Ola”. En esa obra, el autor dijo que en el futuro, los individuos podrían comunicarse entre sí sin la necesidad de intermediarios ni de élites que conduzcan el diálogo. La comunicación de hoy carece del verticalismo del pasado, transcurre en medio de una constante conversación y los poderosos medios han dado paso a voces como la de aquel bloguero ecuatoriano que se expresa sin mayores protocolos y con mucha más irreverencia que los órganos de prensa tradicionales. A esa inteligencia colectiva no le importa hablar mal del rey, del Papa y de cualquier otro gobernante. Eso incomoda por supuesto y no sólo a los autócratas, ya que en casi todos los países han tratado de ejercer un control de esa marea de información que no tiene un dueño visible.
Ese modo de comunicación es irreversible, porque no sólo sirve para criticar, para divertirse o hacer buenos negocios. La gente usa las redes sociales con fines educativos, para crear cosas, promover la cultura y en definitiva, para intercambiar ideas y construir un mundo mucho más democrático y libre. Ese proceso puede ser monitoreado, aprovechado y algunos han tratado de influir en él para manipularlo. Pero tratar de cortarlo equivale a agitar una colmena de abejas.

lunes, 26 de enero de 2015

Maduro y su gran fe

“Dios proveerá”, fue la frase central del discurso tan esperado del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, tras su gira de mendicidad que hizo por Europa y Asia, donde le cerraron las puertas por falta de confianza. Las palabras del líder bolivariano pueden expresar fe, pero también muy pocas luces, como sucedió con aquel creyente que se ahogó en una inundación esperando que Dios le tienda la mano desde el cielo. El tipo rechazó el auxilio de unos pescadores que llegaron hasta el techo de su casa argumentando su férrea certidumbre en la providencia. Cuando estaba ante Dios en el cielo, le reclamó por qué no le había ayudado pese a ser tan cristiano. “Yo fui el que te mandó a los pescadores”, le dijo. Venezuela posee las reservas de petróleo más grandes del planeta. Muchos países, como Japón o Chile, sin ir muy lejos, podrían reclamarle al Creador por la injusticia de darle a unos tanto y a otros tan poco. De esa forma, insistirle a Dios por más ayuda podría ser una blasfemia en el caso de Maduro, pero seguramente a este buen hombre no le alcanza la materia gris para tanto. Al menos le queda una esperanza: hasta los individuos como él se van al cielo. Dios es misericordioso.

Carnaval y cultura: sólo se trata de beber

El viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, quiso hacerse el desentendido con el único afán de ofender a los cruceños, al afirmar que “no entiende el origen y de las costumbres que caracterizan al carnaval de Santa Cruz”. Si el funcionario en cuestión se da una pasadita por alguna enciclopedia (si no es mucho ofender), se dará cuenta que el carnaval es lo más colonial que puede existir en América. Su origen se encuentra en el Imperio Romano y lo crearon las clases dominantes para que el pueblo se desahogue durante tres días y se olvide de sus penurias, muy lejanas de la opulencia en la que vivían sus opresores. A Bolivia el carnaval llegó con los españoles y pese a que aún queda muy poco de la costumbre de disfrazarse y realizar algunas parodias de la vida (como la de los caporales que representan la esclavitud del pueblo), en nuestro país la fiesta ha adquirido una característica muy especial que es común a todos los carnavales y la mayoría de las festividades. Si vamos a Oruro, Santa Cruz, El Gran Poder, El Corso de Corsos, la entrada universitaria de La Paz o cualquier otra, la idea no es otra que beber como por contrato y ensuciar las calles, como lo mencionó una periodista que fue objeto de la ira popular orureña. Así son las verdades. No por nada, la verdadera dueña del carnaval boliviano es una marca de cerveza propiedad de una multinacional.

miércoles, 21 de enero de 2015

Inseguridad, un debate inservible

Otra vez los candidatos en campaña tanto para la Gobernación como para la Alcaldía de Santa Cruz mencionan incesantemente la inseguridad como el principal problema a encarar en la próxima gestión. Ese alboroto lo venimos escuchando hace tiempo, mucho antes de que los ajustes de cuentas, los asesinatos a plena luz del día, las pandillas y la venta de drogas en los colegios se vuelva cosa de todos los días.
En honor a la verdad este debate sobre la inseguridad le ha traído más daño que beneficio a la ciudad, pues se gasta más, se incrementa el temor en la gente por la estridencia que se usa para informar y lo peor de todo es que se refuerza a una institución como la Policía, cuya misión está muy lejos de la protección del ciudadano común.
Hace unos días ocurrió un caso muy raro en el centro de la capital cruceña, cuando se produjo el asalto a una conocida relojería, ubicada a una cuadra de la plaza 24 de Septiembre, con seguridad una de las zonas más vigiladas y con mayor presencia de policías. Sólo un delincuente muy loco o bastante desubicado se atrevería a dar ese golpe a no ser que conozca muy bien el accionar de los guardias, que siempre están más pendientes de perseguir a los infractores que a los criminales. Es más fácil y mucho más rentable.
Y lo más curioso del caso fue la torpe reacción que tuvieron los uniformados contra un periodista, pese a que la gente de la prensa suele ser la mayor coadyuvante de este clima en el que siempre salen beneficiados policías y ladrones, no porque haya mala intención de parte de los comunicadores, sino porque todavía no reconocen la trama siniestra que funciona en nuestra ciudad.
La Policía ha sido una de las más beneficiadas con el periodo de bonanza económica y no sólo se beneficia de las generosas dotaciones del Ministerio de Gobierno, sino que también usufructúa de recursos municipales y de la Gobernación que durante los últimos años le entregó cientos de vehículos nuevos, sistemas de vigilancia con cámaras de video, comisarías barriales y muchos otros elementos que venían reclamando supuestamente para mejorar su servicio. Pese a ello, la entidad no puso de su parte con un cambio en la manera de actuar, en la mentalidad de sus miembros y en su vocación, que sigue firme en el afán de mantenerse como un poder enquistado en el sector público que se alimenta de la connivencia con la clase política.
Mientras la gente se preocupa y manifiesta su temor, los medios hacen bulla con mucha minuciosidad, señalando uno a uno los hechos policiales que ocurren a diario, los políticos se valen de esta angustia social para hacer campaña y ganar popularidad y los policías se mantienen en lo suyo, en las inspecciones vehiculares, en los trámites y hostigando a la gente en las esquinas, en tanto que florecen las empresas privadas de seguridad que –vaya casualidad-, son propiedad de los mismos jerarcas de la verde olivo.
Si las cosas no van a cambiar, la Policía no va a asumir otra conducta y los políticos se van a mantener en su sainete de seguir el show, la prensa que también dice servir a la gente, podría contribuir a la salud mental de la población y al mantenimiento de un clima más predispuesto a prevenir y a colaborar en métodos participativos para que los barrios sean más seguros. Sin duda alguna esto será de mayor beneficio que continuar con el juego insulso en el que estamos.

Juicio al estatismo

Si este país fuera medianamente serio, juzgaría con el mismo rigor a los creadores de empresas públicas, a quienes las administraron y las manejan en la actualidad. Lamentablemente solo se busca la cabeza de quienes las privatizaron o las capitalizaron, como si fueran la peor lacra de la humanidad.
El estatismo no es un patrimonio del socialismo ni de los gobiernos de izquierda en Bolivia. Todos los regímenes, incluidas las dictaduras de extrema derecha -como dirían algunos-, han creado empresas estatales, no porque fueran visionarios o porque tengan mentalidad estratégica.
En los años '70 se crearon empresas estatales por exactamente las mismas razones que lo están haciendo los actuales gobernantes, simplemente porque hay plata de sobra para gastar, para invertir, para pagar sobreprecios, beneficiar empresas amigas, para repartir pegas a diestra y siniestra y mantener contento a todo el cuadro clientelar del “proceso de cambio”.
Los gobernantes del pasado se beneficiaron del auge de los precios de la materias primas de exportación y con la lluvia de dólares se encapricharon con todas las ideas que pasaron por su cabeza y las hicieron pasar como industrialización y diversificación: fábricas de palos de escoba, planta de alimentos balanceados, molinos de harina, hilandería, fábrica de envases de vidrio, etc. etc.
En todos esos casos habría que investigar qué criterios se usaron para crear esas empresas, quiénes se beneficiaron de los contratos, a quién se puso como administrador, qué productividad tuvo, qué mercados se lograron y cuál fue el modo de administrar los recursos humanos. De la misma forma se tiene que proceder con Cartonbol, Papelbol, la planta de urea del Chapare y los 35 emprendimientos estatales que hoy están en curso en el país y que han dado sobradas pruebas de improductividad, grandes pérdidas, malas decisiones sobre ubicación y provisión de materias primas, lo que arroja pérdidas cuantiosas para el Estado. ¿Acaso todo eso no es también ser “vende-patria”?
¿Cómo juzgar lo que ha ocurrido con Huanuni, una empresa que ha entrado en quiebra en pleno auge de los precios de los minerales? Pero como las empresas estatales no van a la bancarrota (porque siempre hay de dónde sacar más plata), no habrá culpables o tal vez en el futuro juzguen a quienes deban venderla a un precio irrisorio, cuando Huanuni esté en ruinas. Porque cuando hay plata, alcanza hasta para revivir muertos, como ha sucedido con Karachipampa, una empresa que nació con maquinaria obsoleta hace 30 años.
Así como los estatistas no siempre han sido los socialistas e izquierdistas, los denominados “neoliberales” y derechistas no siempre se sintieron incómodos con las empresas estatales. Las mantuvieron en tanto había plata para engordarla y aprovecharlas para repartir pegas y beneficiar a sus amigos y parientes con contratos y licitaciones. Las vendieron cuando ya eran “gallinas muertas” y cuando el Estado tenía que elegir entre pagar sueldos a los maestros y policías y seguir solventando elefantes blancos, nidos de corrupción, de ineficiencia e improductividad.
La historia de Bolivia podría resumirse entre períodos de nacionalización y privatización que siempre han beneficiado a la misma casta política para la que una “empresa estratégica” es cualquiera que sea capaz de alimentar sus apetitos de poder, de riqueza y la repartija de pegas.

jueves, 15 de enero de 2015

Francia canta la Marsellesa

El parlamento francés no cantaba
La Marsellesa desde 1918
El pasado martes se produjo un hecho histórico en Francia, tan importante como la colosal marcha de cuatro millones de personas que repudiaron el atentado cometido contra la revista satírica Charlie Hebdo, donde murieron 12 personas. Los miembros del parlamento francés entonaron dentro del recinto congresal el famoso himno nacional “La Marsellesa”, un acontecimiento que no sucedía desde 1918, tras el armisticio de la Primera Guerra Mundial. 

No se trata de un episodio cualquiera, pues ese mismo día, el gobierno francés se había declarado en estado de guerra contra el yihadismo, cuyos cabecillas han reivindicado el ataque cometido en París la semana pasada. La Marsellesa es un canto de guerra que fue compuesto en 1792 y a pesar de que fue asumido más tarde como el Himno Nacional de Francia, siempre ha sido resistido por algunos sectores que lo consideran belicista y racista. 

Esta marcha, que llama a “tomar las armas y acubrir los surcos con la sangre de los impuros que vienen a degollar a nuestros hijos y a nuestras esposas”, se convirtió en el emblema de la resistencia contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. La Marsellesa exalta el espíritu patriótico de los franceses a extremo de que Napoleón dijo en una ocasión: «Esta música nos ahorrará muchos cañones».

Luego de estos actos tan simbólicos ocurridos en Francia luego del atentado y pese a que la revista Charlie Hebdo afirma que “Todo está perdonado”, se espera que los franceses asuman sin medias tintas la lucha contra el terrorismo.

martes, 13 de enero de 2015

Prohibir en Venezuela

Cuando hace unos años el fallecido líder venezolano Hugo Chávez estuvo a punto de prohibir al pueblo bañarse todos los días y exigió enérgicamente que no tarden más de tres minutos en ducharse, jamás imaginó las prohibiciones que vendrían con su sucesor y delfín político Nicolás Maduro, cuya impericia también era inimaginable. La escasez se ha agudizado en los últimos años y ahora falta de todo en Venezuela, no sólo papel higiénico, un producto que podría sobrar ahora que casi no hay alimentos en los supermercados. Hace mucho Maduro prohibió a la ciudadanía estocar arroz, azúcar o leche, sólo se vende un envase por persona a la vez y el Gobierno realiza un control estricto para que la gente no haga trampa. También está prohibido sacarle foto a las estanterías vacías de los supermercados, no se puede dormir en la puerta de los almacenes para estar primero en la fila y por último también se amenaza con la cárcel a quienes registren imágenes de las largas filas de personas que esperan horas para conseguir los víveres. Sin embargo, fotografiar la escasez se ha vuelto un entretenimiento para los jóvenes que comparten los mensajes por las redes sociales. Desde el 2 de enero, el hashtag #AnaquelesVaciosEnVenezuela lleva casi 200.000 mensajes en Twitter. A ver si no prohíben al famoso pajarito.

Colosal marcha en París

De los cientos de viajes que hace cada año el presidente boliviano, no hay duda que uno de los más importantes hubiera sido a Francia, para participar en la colosal manifestación contra el terrorismo que encabezaron 40 líderes mundiales, entre ellos varios presidentes de África, jefes de Estado de todas las ideologías y algunos de ellos absolutamente antagónicos y personalidades de naciones musulmanas que expresaron una inequívoca posición respecto del salvaje atentado cometido la semana pasada contra la revista Charlie Hebdo. Que valga la excusa del rally Dakar, aunque ahora se estén lamentando como sucede con Barack Obama, el gran ausente de la cita de París.
Nadie esperaba semejante respuesta, multitudinaria, diversa, decidida y repleta de significado. El pueblo boliviano se hubiera sentido orgulloso de haber tenido a Evo Morales en ese evento, haciendo valer la postura de Bolivia como estado pacifista, democrático y respetuoso de los derechos humanos. Será para en otra, pero resultará difícil volver a ver a cuatro millones de personas detrás de líderes tomados de los brazos, marchando y gritando “Yo soy Charlie”, un inigualable homenaje a la libertad y la fraternidad.
El atentado ocurrido en París se produce en el contexto de una ola de recrudecimiento del terrorismo que conmociona al mundo con expresiones barbáricas nunca vistas en la era contemporánea, propias de la época medieval. Este hecho necesitaba un rechazo del tamaño del que se dio en París.
Muchos se atreven a considerar que esta arremetida terrorista no se trata de una “intifada” sino de una acción de guerra, producto del choque de civilizaciones de la que hablan hace mucho connotados intelectuales, quienes llaman a considerar con mayor seriedad este episodio que según ellos, se abordó con cierta banalidad cuando se produjeron los ataques de Nueva York, Londres y Madrid. Estados Unidos provocó aversiones cuando propuso su postulado “O estás conmigo o contra mí” y el resto de las naciones, entre ellas muchas europeas, vieron el asunto con un cristal demasiado ideologizado.
Ahora que le ha tocado el turno a París, una de las cunas de nuestra civilización, la “meca” de los valores democráticos y raíz de las grandes transformaciones sociales y políticas modernas, el mundo parece haber caído en cuenta que todos podemos ser blanco de los intolerantes y fundamentalistas que apelan a la violencia para imponer sus ideas y que usan el nombre de su dios para matar y destruir.
Afortunadamente la gran marcha de París ya no es interpretada como el intento de un país o de un imperio de crear un mundo unipolar que siempre se ha ganado enemigos capaces de justificar al terrorismo, sino de ratificar nuevamente la visión que surgió tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, es decir, el rechazo unánime y enérgico de la fuerza como método de solución de los problemas y el compromiso de fortalecer la democracia en el mundo.
El atentado de París nos obliga a todos a actuar, a no ser indiferentes y más que nada, a no caer en los relativismos que en ocasiones nos han llevado no sólo a ser permisivos con las demostraciones de salvajismo, sino a simpatizar con ellas.

lunes, 12 de enero de 2015

Atentado contra la libertad y la democracia


El lamentable rostro que muestra Bolivia ante
 un hecho repudiado en todo el mundo

Cuando la ministra de Comunicación de Bolivia, Amanda Dávila, asumió que el radicalismo de la revista francesa Charlie Hebdo debía pertenecer a la extrema derecha xenófoba, estaba expresando su absoluta ignorancia no solo acerca de aquella publicación, sino también sobre Francia como cuna de la libertad y la fraternidad, sobre la democracia y por supuesto, un vulgar desprecio hacia el pluralismo y la libre expresión.
Y aunque la ministra trate por todos los medios de afirmar que no justifica el salvaje atentado contra Charlie Hebdo, las palabras lanzadas ya no se pueden recoger y tampoco desmentir.
Charlie Hebdo en realidad es una revista enfilada en la extrema izquierda. Fue fundada inicialmente en 1969 y relanzada en 1992. En 1971 le dedicó una portada de homenaje a las luchas mineras que combatieron la dictadura de Hugo Banzer Suárez y no era la primera vez que se jugaba el pellejo satirizando a Mahoma, pese a que en Francia viven casi siete millones de musulmanes.
Francia es uno de los pocos lugares en occidente donde vive en plena libertad tal cantidad de musulmanes y donde también puede existir una revista como Charlie Hebdo, radical, irreverente y provocativa. Pese a ello, en Francia salieron a las calles millones de personas a repudiar el atentado y a gritar con letreros en la mano “Yo soy Charlie”.
En las redes sociales, este mensaje copó todos los muros y se volvió viral, pero la ministra Dávila optó por el desentono, así como lo hizo Felipe Quispe, cuando se produjo el atentado del 11 de septiembre de 2001 y  el dirigente campesino y exprocesado por terrorismo decidió enviar “un saludo revolucionario” a los que derribaron las torres gemelas de Nueva York. El acto criminal cometido contra Charlie Hebdo es un triple atentado.
Es un golpe al corazón de los valores occidentales; es una afrenta a la democracia y por supuesto, a la libertad de expresión como pilar del sistema democrático. Lamentablemente estos principios están en crisis en muchos países, entre ellos Bolivia, donde todos los días se pisotea el estado de derecho y se hace público el desdén hacia los postulados democráticos.
Por si la ministra Dávila no lo sabe, en Francia también existe la extrema derecha, cuya bandera de lucha es el desprecio a los migrantes y a la diversidad. Con este atentado, cometido por gente que a veces es motivo de simpatías de los izquierdistas como ella, de los populistas y de otros que pregonan un supuesto “progresismo”, no cabe duda que los derechistas tendrán mayor apoyo en las próximas elecciones francesas y continuarán en ascenso como lo han estado haciendo en los últimos eventos electorales que los acercan cada vez más al control del gobierno.
La mayoría, sin embargo, no es partidaria de responder con la misma moneda y está de acuerdo que la mejor forma de combatir estas despreciables expresiones es con mayor democracia. Ni Francia, que vivió como pocos países el azote del fanatismo nazi y de radicalismos de toda índole, ni ningún otro país que goce de prosperidad y de libertad gracias a la democracia, sucumbirá a la tentación de hacer las absurdas justificaciones que hizo la ministra.

YPFB: Sexo, mentiras y corrupción

Carlos Villegas y el cáncer de la corrupción en la petrolera.
Cuando en enero de 2009 saltó el escándalo que mandó a la cárcel al expresidente de YPFB, Santos Ramírez, además de corrupción hubo muerte y también líos de faldas que terminaron ventilándose por todos los medios. Pese a ello, ese episodio por lo menos tuvo dos virtudes: el principal inculpado fue a dar a la cárcel y el contexto de esa novela policial fue la construcción de una planta separadora de gases, una obra importantísima para la industria gasífera nacional. En la gran olla de corrupción que se ha destapado últimamente también hay ingredientes relacionados con el sexo, pues tal como se está denunciando, el expresidente de la petrolera Carlos Villegas es bastante apegado a los romances, también hay corrupción y aunque no se ha producido ninguna muerte, no podemos decir lo mismo de quien es blanco de las sospechas, que ha sido solapado por el gobierno y retirado del cargo argumentando que padece de cáncer. Lo peor de todo, sin embargo, es que este escándalo refleja las minucias en las que anda metida YPFB, una empresa dedicada a hacer propaganda, a pagar costosos auspicios, a organizar eventos y a construir stands en las ferias de exposición, en lugar de dedicarse a incrementar  las reservas hidrocarburíferas.