domingo, 31 de marzo de 2013

La casa y la escuela


Los estudiantes de países orientales como Japón, Corea y China llaman cada vez más la atención en prestigiosas universidades europeas y norteamericanas por el excelente rendimiento que demuestran. Son los primeros en todo y de a poco van ganando espacios en la ciencia, con innovaciones y descubrimientos que sorprenden a los círculos científicos tradicionales. Hace unos años, una delegación de expertos en educación de la Unión Europea se trasladó a aquellos países a buscar en las escuelas y los centros de enseñanza primaria la receta para conseguir la excelencia en los niños que después “pavean” de lo lindo a los universitarios del Viejo Mundo.
Los especialistas quedaron estupefactos con la respuesta que les dio uno de los ministros de Educación consultados. “Nosotros no hacemos nada –contestó-, la clave está en la casa, donde todavía se preservan los valores culturales más sólidos de nuestra civilización".
Esos valores son la disciplina, el amor propio y el respeto a los mayores. Los profesores de los colegios no tienen que “bregar” con chicos insolentes, rebeldes sin causa, perezosos y que no saben lo que quieren. “Tampoco tenemos que lidiar con malos hábitos como la impuntualidad y el incumplimiento, todo eso ha sido corregido por los padres a su tiempo. Y, lo que es mejor, cada chico tiene perfectamente
desarrollado el sano orgullo, lo que no les permite renunciar y acobardarse a la primera dificultad”.
“¿Y qué hacen ustedes?”, les dijeron. “Lo que debe hacer la escuela, ocuparse de la instrucción, despertar el apetito por conocer, porque de la verdadera educación se ocupan los padres”, fue la respuesta.

El futuro del "Caso Terrorismo"

Si aplicáramos la misma lógica que ha estado usando el régimen gobernante, debemos concluir que la renuncia y la misteriosa desaparición del fiscal Marcelo Soza es una confirmación de que son ciertas todas las denuncias que se han hecho en su contra y que prueban con lujo de detalles que el “Caso Terrorismo” no es más que un minucioso montaje que compromete las más altas esferas gubernamentales.

El fiscal Soza ha “abandonado el barco”, luego de cuatro años de haber llevado adelante una insólita investigación en la que han sucedido hechos inadmisibles en la administración de justicia.

Soza es sospechoso de haber fabricado pruebas y luego haberlas destruido para no dejar evidencias de la patraña montada; ha ordenado detenciones ilegales en las que se han dado casos de tortura; ha ignorado cientos de documentos contundentes que hace mucho hubieran servido para cerrar este caso o convertirlo más bien en la investigación de un flagrante hecho de terrorismo de Estado, que como dice el propio Soza en el audio recientemente presentado por una senadora, es sumamente delicado para los que detentan el máximo nivel del poder en este país.

El ahora exfiscal Soza ha sido el puntal de una oprobiosa estrategia de persecución contra personas a las que no se les ha podido probar ni un solo delito y que se mantienen encerradas y/o perseguidas, simplemente porque la justicia está totalmente supeditada a las decisiones políticas. La vigencia de Soza en el Ministerio Público y la ejecución de todas sus arbitrariedades ante la opinión pública, no han hecho más que acentuar el descrédito de las instituciones del Estado, pringadas por la extorsión y la corrupción.

El Gobierno parece ver las cosas de manera muy simplista y, como si nada pasara, pretende reemplazar a Marcelo Soza en el caso terrorismo para seguir con la farsa que dentro de unos días cumplirá años, justamente el día en el que fueron ejecutados tres ciudadanos europeos en el hotel Las Américas.

El Fiscal General del Estado ha rechazado la renuncia de Soza, porque seguramente siente el peso que significa para la institución continuar con un caso que en realidad ha estado en manos del Ministerio de Gobierno y toda una red de abogados extorsionadores que tenían licencia para emplear cualquier tipo de método o estrategia, por más espuria que pueda ser.

Es obvio que además, el titular nacional del Ministerio Público debe ordenar una inmediata investigación de todas las acciones y procedimientos empleados por Soza en estos cuatro años, no solo para el esclarecimiento total, algo que la opinión pública ya tiene perfectamente establecido, sino para recuperar en parte la credibilidad institucional que le quita toda autoridad a la justicia de este país.

Varias instituciones, entre ellas el Colegio Nacional de Abogados, se han pronunciado en demanda de que el caso terrorismo sea extinguido, por falta de pruebas, algo que hace mucho quedó en evidencias y porque constituye el mayor escándalo relacionado con el manejo de la justicia y mientras más dure esta comedia, las consecuencias serán nefastas para todo el tejido legal que sostiene al Estado y que ha ido resquebrajándose con toda esta clase de oscuros episodios.

¿Aumentar la población?

Autoridades nacionales han hecho elocuentes alusiones al viejo problema de la demografía que revive un antiguo debate sobre el control de la natalidad y el mandato bíblico que ordena “creced y multiplicaos”.

Las aseveraciones de nuestros gobernantes llegan poco tiempo después de conocerse los resultados del Censo de Población y Vivienda que arrojan datos poco alentadores sobre la tasa de crecimiento y fecundidad, que sigue siendo una de las más bajas del continente, lo que convierte a nuestro territorio en un paraje de baja densidad de habitantes por kilómetro cuadrado en comparación con naciones de mayor crecimiento poblacional que en ciertos casos suele traducirse en mayor desarrollo económico y social.

La población es la base de cualquier Estado y su crecimiento armónico y equilibrado suele ser una fuente de riqueza, puesto que se trata de una reserva productiva y creativa invalorable. Los países que han logrado el control adecuado, cuidan muy bien su capital humano, lo promueven, lo alimentan y evitan a toda costa que se deteriore o se envejezca, como ha sucedido en algunos lugares de Europa, donde se les fue la mano con los controles.

Pero antes de lanzar una sugerencia tan arriesgada como prohibir el uso de los preservativos para incrementar la tasa de nacimientos en Bolivia, deberíamos analizar qué está ocurriendo con nuestra población actual y el primer tema que salta a la vista es la tasa de mortalidad infantil, que sigue siendo una de las más altas del continente, pese a que en el mundo este indicador ha sido notablemente mejorado. Según un  reciente informe de la Unicef, la mortalidad infantil en menores de cinco años se redujo en 41% entre 1990 y 2011, mientras que Bolivia aún se encuentra entre los países que registran más de 50 muertes por cada 1.000 nacidos.

El siguiente dato tiene que ver con la incesante fuga de capital humano. Luego del fracaso que tuvieron decenas de miles de bolivianos que se fueron a Europa -especialmente a España-,  escapando de la pobreza y la falta de oportunidades, se podría haber esperado que esos compatriotas retornarían al país para integrarse al periodo de bonanza económica y el “proceso de cambio”. Sin embargo, por las últimas noticias conocemos de la avalancha de bolivianos que se traslada constantemente a Brasil, donde incluso sufren problemas de explotación con ribetes de esclavismo. Eso es una prueba de que el auge nacional es simplemente un boom extractivista que no se traduce en cantidad y calidad de empleo y en productividad, algo que sí están experimentando los brasileños, donde las políticas sociales de la última década han mejorado sustancialmente el nivel de vida de la gente.

Antes de pensar en incrementar los nacimientos deberíamos examinar qué les espera a esos niños en materia de educación, de atención a la salud y de nutrición, porque también en esos temas andamos bastante flojos, puesto que el nivel de escolaridad sigue siendo lamentable y cuestión de hambre, las cifras de la FAO son lamentables: cada noche, dos millones de bolivianos se acuestan con el estómago vacío porque no tienen qué comer. Esta situación se traduce en niños con deficiencias de aprendizaje y por ende, jóvenes que tienen el futuro truncado y condenado a la marginalidad. No se puede entender que se pretenda multiplicar esta realidad, lo lógico sería atacarla de raíz.

jueves, 21 de marzo de 2013

Tiempo de sencillez


Hay personas que para quedar “elegantes” dicen “hará uso de la palabra”, cuando podrían decir “hablará”, ahorrándose cinco palabras. También dicen “el día de mañana” por no decir simplemente “mañana”. Qué tiene de malo decir “padre” en lugar de “su señor padre”. Y así podemos encontrar cientos de ejemplos de este lenguaje burocrático que lamentablemente se cuela muy a menudo en las crónicas periodísticas.
El otro día un reportero de radio informaba sobre un hombre ahorcado y decía que lo habían hallado “en posición decúbito pendular”. El hombre, “colonizado” por la jerga policial y el lenguaje de los médicos forenses, quería decir “colgado”, pero seguramente lo hallaba demasiado vulgar. Por eso mismo, muchos comunicadores hablan de “nosocomios”, “galenos”, “ediles”, “burgomaestres”, “transeúntes” y “motorizados”.
Borges, nada menos que el gran Jorge Luis Borges, decía que no todas las palabras del diccionario son para usarlas en el lenguaje cotidiano, puesto que uno siempre debe inclinarse por las más sencillas, las más usadas, las de más fácil comprensión. La lengua, decía, no es para ufanarse del grado de ilustración que uno tiene, sino que es una simple herramienta para comunicarse, para transmitir ideas y cuando los términos impiden esta meta, hay que quitarlos y buscar otros que sean más idóneos.
Afortunadamente la sencillez es hoy una señal de los tiempos que vivimos y se manifiesta en todos los ámbitos, en la arquitectura, la vestimenta, la comida, la tecnología y las relaciones personales, que cada vez se desprenden de sus gestos ceremoniosos y buscan más el lado humano.

La trampa del odio y el resentimiento


Los más ortodoxos de la política creen que el conflicto de Oruro es perjudicial para el Gobierno y no dejan de insistir en que se imponga la cordura y se le sugiera al presidente Morales dar una señal de humildad para que las cosas vuelvan a la normalidad. Esa es una visión demasiado conservadora de la forma de conducir el país, muy diferente a las maneras, métodos y estrategias que ha estado usando el régimen gobernante en estos últimos siete años.

El primer mandatario fue claro el pasado lunes cuando recalcó que la administración central no tiene nada que ver en el asunto y que los orureños deben arreglar sus propios problemas, una reacción que en el pasado ha generado muchos problemas, empezando por la masacre de Huanuni, la toma de Cochabamba por parte de los cocaleros, el enfrentamiento de Porvenir y tantos otros hechos donde el odio y la confrontación “campo-ciudad” han sido los ingredientes principales, azuzados precisamente por los estrategas oficialistas, con el fin de capitalizar estas pugnas a su favor.

En Oruro, los agentes políticos del MAS han comenzado a sembrar las mismas semillas que germinaron en forma de resentimiento en Sucre y que desencadenaron eventos tan desagradables que han calado muy hondo en la vida de esa ciudad y el departamento de Chuquisaca. El oficialismo ha comenzado a utilizar un conflicto absurdo como el nombre de un aeropuerto que podría llamarse “Elefante Blanco” en lugar de cualquier cosa, para reinstalar el problema del racismo, la supuesta discriminación de unos hacia otros y el odio entre pobladores de una misma región.

Ese enfrentamiento de Oruro le viene muy bien al Gobierno, luego de que ha perdido toda credibilidad el discurso indigenista del MAS y porque sus políticas reivindicatorias del campesinado han caído en el descrédito, por su falsedad, por el engaño hacia los nativos del Tipnis y porque los ayllus, marcas y todas las jurisdicciones originarias siguen viviendo como siempre, sin la autonomía que les prometieron y menos aún el cambio social que supuestamente debía llegar con la “revolución cultural”.

En los dos últimos años, campesinos e indígenas cayeron en cuenta que el “Proceso de Cambio” no pasó de ser un gesto simbólico para ellos y no cabe duda que en el simbolismo, los ideólogos del MAS son expertos, de ahí la necesidad de reinstalar los imaginarios más duros de su libreto, destinados a reavivar el resentimiento con fines netamente electoralistas.

La campaña electoral está por ingresar en su pleno apogeo y obviamente, el MAS intentará por todos los medios repuntar en su caudal de votos, sobre todo, recuperar aquella fracción dura de su electorado ubicada en el Altiplano en la que también perdió adeptos.

En el oriente también ocurren cosas que llaman la atención. El Gobierno no para de amenazar con frenar las tomas ilegales de tierras, pero las invasiones en lugar de detenerse se multiplican y es bien sabido que los promotores de esas acciones son sujetos plenamente adheridos al partido de Gobierno y que ejecutan sus estrategias en coordinación con las instituciones controladas por el oficialismo.
Esto es nada más que un acto de provocación, como el anuncio de crear un museo con clara inclinación aimara frente a la plaza 24 de Septiembre. Lo menos que se puede hacer es denunciar estas sucias intenciones y por supuesto, no pisar el palito.

Tres días en el SEGIP

De un momento a otro salió un funcionario con cara de agobiado y les dijo a todos los que hacían fila en la puerta que vuelvan mañana, que habían atendido a 570 personas en todo el día y que tenían que cerrar. Faltaban casi dos horas para que se cumpla el horario fijado por la institución. Una mujer se puso a llorar desconsoladamente, pues había pedido permiso en su trabajo para tramitar su permiso de conducir y todo había sido en vano. Ahora debía poner la cara de nuevo para exigir más tolerancia. Este y todos los reclamos de la gente que llevaba más de cinco horas esperando y que había llegado a las 6:30 de la mañana fueron insuficientes para convencer al “servidor público”. Exhaustos, todos tuvieron que retornar al día siguiente y la mujer que lloraba no apareció. Llega el turno casi al mediodía y cuando todo parecía indicar que llegaban a la cima del “Everest burocrático”, le comunican a un hombre que hay fallas en los archivos del carnet de identidad, pues aparece con dos fechas de nacimiento distintas. Con la ayuda de un tramitador tuvo que obtener una nueva cédula y con ella, retornar un tercer día en busca del famoso brevet. Esto sucedió recientemente en las oficinas centrales del Segip de Santa Cruz, donde aseguran que han mejorado sustancialmente la atención al público.

Aclaremos las cosas

Existe una ingenuidad generalizada en Santa Cruz que tiene la certeza de que la denominada “institucionalidad cruceña” va a retomar la lucha autonómica que fue abandonada desde que el régimen nacional la comenzó a acecharla con armas innobles, usando para ello todo el aparato represivo y judicial que trabaja a órdenes de la cúpula gubernamental.  

La estrategia fue muy simple, pues a decir verdad, la composición del “liderazgo regional” tiene una base netamente empresarial cuyas raíces se encuentran en los grupos de poder, dos sectores extremadamente frágiles, sin consistencia ideológica y perfectamente identificables. Casi todos ellos figuran en la lista de los sospechosos de terrorismo y son objeto de chantaje y amedrentamiento por parte del Gobierno.  

Es muy poco lo que se le puede exigir a alguien que tiene un comparendo judicial pegado en la puerta o está tras las rejas. Tampoco los empresarios son garantía de persistencia en la lucha política, porque el dinero suele ser muy cobarde y no admite otro idioma el que no sea sus propios intereses. En ese sentido, el régimen del MAS ha sido también muy eficiente a la hora de ejecutar una suerte de terrorismo económico que ha terminado por doblegar a los otrora poderosos gremios que, por supuesto, obtienen sus propios beneficios de este juego del “palo y la zanahoria a la que están sometidos”. 

El términos reales, el que maneja el liderazgo en Santa Cruz es el MAS, que todavía actúa bajo una oscura sombra ligada a la extorsión, personificada en el fiscal Soza y toda esa red de abogados cuyos días en Palmasola parecen estar contados.  

Mientras tanto, los grandes jerarcas del Gobierno se pavonean en las testeras de los actos públicos, discursean, prometen y encima se burlan cuando alientan a una mayor agresividad en la inversión agrícola y por otro lado mantienen la insana política de las prohibiciones que aflojan de manera muy caprichosa.  

Si el verdadero liderazgo lo está ejerciendo el oficialismo en esta región, pues hay que ser claros en demandar una mayor coherencia en sus actos y, sobre todo, que deje de ponerle piedras en el camino al proceso autonómico y al desarrollo departamental. Callarse frente a esta realidad, hacerse el desentendido con los avasallamientos de tierras que siguen aumentando por todos lados, pone a las élites cruceñas en calidad de cómplices de un proceso destructivo que le hace mal a todos, incluidos los que supuestamente están defendiendo sus propios bolsillos, como lo dijo hace poco el expresidente del Comité Cívico, Herland Vaca Díez.  

Si es necesario transparentar las cosas, que se diga realmente quién gobierna la Alcaldía y cuáles son los mecanismos de control que ejerce el Gobierno central dentro de toda las instituciones para que la población sepa a quién debe dirigir sus reclamos y no permanecer en la ilusión de que los feroces autonomistas van a volver a rugir como antes, cuando en realidad están alimentando el centralismo con jugosos recursos que deberían ser usados para hacer andar la autonomía, hacia adelante por supuesto.  

El vacío de liderazgo, los falsos líderes y los líderes que se ocultan detrás de la extorsión no le hacen nada bien a esta región, que tal vez debería imitar a los orureños, que siendo pocos y con escasos recursos, todavía se hacen respetar.

La autonomía sigue en retroceso

Santa Cruz acaba de entregarle 100 millones de bolivianos a la Policía Nacional, supuestamente para mejorar los índices de seguridad ciudadana en el departamento, aquejado por el aumento de la criminalidad, problema que lleva más de dos décadas sin resolverse.

La medida ha sido duramente criticada por uno de los principales ideólogos del modelo autonómico en el país, Juan Carlos Urenda, quien afirmó que la Gobernación cruceña hace un jugoso aporte a una “Policía absolutamente centralizada. Seguimos consolidando el centralismo. Está bien que contribuyamos a la lucha contra la delincuencia, pero pidamos alguna competencia a cambio por lo menos”, fue el comentario realizado por el jurista.

El aporte de la Gobernación se vuelve mucho más polémico todavía cuando se analiza el verdadero rol que cumple la Policía Boliviana en Santa Cruz, una de las regiones más inseguras del país, en parte, porque el resguardo de la ciudadanía no es la prioridad policial, sino el sostenimiento de la seguridad del régimen político y la agresiva labor recaudadora de una cuantiosa cantidad de recursos que no retornan en servicios adecuados para la población.

Cuando Urenda habla de exigir competencias, no está refiriéndose a una apreciación subjetiva, sino a un derecho que tienen todos los departamentos del país a demandar el cumplimiento de las competencias establecidas por la Constitución Política del Estado, reglamentadas a través de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”.

Y precisamente la seguridad ciudadana es una de las competencias que debe asumir la Gobernación, lo que obviamente no se resume a entregar dinero a una institución que –insistimos-, no tiene como finalidad principal la seguridad de los habitantes y que bien puede invertir ese dinero en uno de los tantos eventos de control político que ha ejecutado el Gobierno, como por ejemplo el caso Rózsa, que paradójicamente fue perpetrado para destruir el movimiento autonómico en el país.

Muy poco se ha comentado en Santa Cruz la reciente sentencia del Tribunal Constitución Plurinacional en relación a la Ley Marco de Autonomías. Apenas se mencionó lo relacionado a la declaración de inconstitucionalidad de los artículos 144 y 145 vinculados a la suspensión de autoridades elegidas por el voto popular. Sin embargo, la resolución ha sido muy amplia al exigirle al Gobierno central respeto por el modelo autonómico que ha sido asumido en la Carta Magna, al igual que ha delimitado expresamente las competencias que les corresponden a las gobernaciones y otros entes autónomos, entre las que se encuentra la seguridad ciudadana.

Dicha sentencia establece una jurisprudencia muy clara respecto de la manera cómo se deben redactar y aprobar las nuevas leyes, respetando en cada caso la autonomía que se ha asumido en la Constitución y que ha sido reiteradamente violada desde que se puso en vigencia la nueva ley de leyes en el año 2009.

Desde el Gobierno central existe un interés constante por avasallar la autonomía de los gobiernos locales y, lamentablemente, tanto en las gobernaciones como en los municipios no se quiere asumir plenamente la responsabilidad de construir el nuevo modelo autonómico. No se legisla, no se pelea por aplicar la autonomía, no se la ejerce y encima, algunos alimentan aún más el centralismo con recursos.

jueves, 14 de marzo de 2013

La ciencia plurinacional

El Estado Plurinacional acaba de reinventar el examen de ADN. Ni siquiera el FBI, que lo usa constantemente, lo había puesto en la categoría de prueba irrefutable. Es que la ciencia plurinacional está avanzando a pasos agigantados. Por ejemplo, pese a que todos los laboratorios del mundo invierten sumas multimillonarias para encontrar la cura de la diabetes, en Bolivia se asegura que la coca es el mejor remedio para esta pandemia del Siglo XXI. El régimen boliviano también conoce los métodos -desconocidos por la ciencia moderna-, para contagiar el cáncer, pues dentro del Gobierno existe casi la plena seguridad de que el expresidente Hugo Chávez sufrió la inoculación del tumor que le causó la muerte y no duda en achacar al imperio por esa macabra operación. Es tanto el avance que hemos experimentado en el país que muchos dentro la administración están convencidos de que no solo estamos listos para tener un satélite sino también para iniciar un programa atómico propio. Esto ocurre cuando grandes potencias como Japón y Alemania están tirando la toalla en lo relacionado a la energía nuclear.

Nervios traicioneros

Mientras más habla el Gobierno sobre el caso de Jorge Clavijo, más dudas surgen en la opinión pública, pues las mentiras, además de tener patas cortas, son muy nerviosas. La exaltación gubernamental comenzó el mismo día del asesinato de a periodista Hanalí Huaycho, pues se trata de un sujeto muy comprometido con el régimen, cuya captura desataría una serie de problemas. Ni bien apareció un cadáver en Los Yungas, los sabuesos del Ministerio de Gobierno se apresuraron a especular sobre la posibilidad de que se trate del exteniente de la Policía, que supuestamente se suicidó de una manera muy rara, después de haber caído en un barranco, donde fue hallado el auto en el que huyó. La hipótesis se mantuvo pese a que el cuerpo hallado no ofrecía el menor indicio que facilite el montaje. Los nervios los traicionaron y nadie cuidó detalles como la toma de muestras del cadáver, el concurso de testigos “neutrales” en este procedimiento y más ofuscado el ministro de Gobierno afirmó que con el análisis de ADN el caso quedaría cerrado,  pesar de que este examen no da ninguna garantía, sino que ofrece probabilidades. Los nerviosos no previeron que sea un científico el que informe de los resultados y ahora pretenden que la gente se trague la historia sin digerirla un poco. Mientras tanto, hay personas ajenas al caso Huaycho que reclaman el cuerpo hallado y desde Perú surgen algunas noticias de Clavijo.

martes, 12 de marzo de 2013

Millones de lágrimas

Ríos de lágrimas sigue derramando el pueblo venezolano frente al cuerpo del presidente Hugo Chávez, quien ha sido el centro de faraónicos homenajes a los que asistieron jefes de Estado de varios países. La delegación boliviana fue de aproximadamente cien personas y seguramente todos fueron a llorar, para demostrar el gran amor que le tenían al líder bolivariano. ¿Por qué lloran tanto? Aquí va una pista: en los 14 años de Gobierno, Chávez manejó personalmente, alrededor de 980 mil millones de dólares. Eso equivale a unos 70 mil millones por año, cifra que no se entiende muy bien si no es que se explica que corresponde a  más de 191 millones de dólares por día. Todo ese dinero fue dilapidado sin ningún control dentro de Venezuela y fuera del país, en Cuba, en Bolivia en algunas islas del Caribe que le ayudaban a Chávez a hacer bulto en las cumbres del ALBA y que le aplaudían todas sus ocurrencias. ¿Qué hubiera hecho un gobernante medianamente serio con todo ese dinero? ¿Cómo estaría Venezuela hoy sin todo ese derroche populista que apenas sirvió para agrandar el ego del autócrata?  Algunos lloran porque se dan cuenta de este problema, pero lamentablemente, la gran mayoría llora para que el chorro de la mamadera se mantenga grueso.

Mujeres solas

Las parlamentarias que proponían castración a los autores de abusos contra la mujer; los que han decían que a los abusadores hay que discriminarlos como a lo peor y todos aquellos que han impulsado una nueva ley que castiga con mayor rigor la violencia intrafamiliar, deberían pronunciarse sobre la manera cómo la Policía Nacional está tratando el caso del asesinato de la periodista Hanalí Huaycho y el supuesto hallazgo del cadáver de su asesino, el teniente Jorge Clavijo.

Y deberían hacerlo hoy precisamente cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer, fecha fijada para la promulgación de la nueva norma contra la violencia. Es necesario que brinden una explicación que ayude a entender cómo es que van a lograr que funcione una ley cuando las instituciones y los gobernantes siguen matando a las mujeres como lo han hecho con Hanalí Huaycho, asesinada por segunda ocasión por medio de ese montaje que llaman “investigación”.

La violencia es un hecho cotidiano en la realidad boliviana. La gente pelea en las calles para arreglar sus conflictos, los políticos se insultan y se agreden todo el tiempo, los profesores son agresivos con sus estudiantes y no vamos a esperar que dentro de la casa, los maridos sean suaves con sus esposas y con sus hijos, mucho más sabiendo que existe todo un marco de impunidad que los protege. La hombres de la Policía y el Ejército están entre los más abusivos de nuestro medio porque justamente son los que tienen la ley, las armas y el poder en sus manos y tal como se ha visto en el caso Clavijo, estas herramientas funcionan muy bien en un país donde las leyes, los procedimientos, los derechos y las garantías están en último lugar.

El caso Huaycho es paradigmático no solo en lo que respecta al tema de la violencia y la discriminación de género, sino que habla perfectamente de la total ausencia de Estado en Bolivia cuando se trata de proteger al ciudadano común. Es también el mejor ejemplo de que la política y las instituciones funcionan solo parar el grupo de privilegiados que gozan de su turno en la capitalización del poder. La periodista salvajemente asesinada en los días de carnaval realizó un largo peregrinaje en busca de la protección institucional que obligatoriamente debe existir en este país, al menos para justificar el denominativo “Estado”, y no obtuvo ninguna respuesta positiva. 

Lamentablemente el círculo se ha cerrado, porque ni siquiera estando muerta y pese al escándalo que ha originado su fallecimiento, se le puede ofrecer un resquicio de justicia.

Las mujeres siguen estando solas en Bolivia, sin protección, de la misma forma que están solos los niños, la gente del campo, los estudiantes y toda aquella víctima de la injusticia que no disponga de los medios y de la influencia para hacerse escuchar y atender por el Estado.

Pero el cinismo parece ser una de las principales características de estos tiempos. Durante esta jornada se escucharán discursos de reivindicación de la mujer, se presenciarán gestos que hablan de un supuesto cambio de actitud, pero en definitiva se trata de un acercamiento netamente simbólico e ilusorio a una realidad que no cambia y que más bien tiende a empeorar, porque donde no hay justicia, anida el resentimiento, que también es una forma de violencia.

jueves, 7 de marzo de 2013

Llorando a Chávez

Muy pocas lágrimas tras la muerte de Hugo Chávez, salvo las que derramaron los venezolanos de a pie al conocer la noticia y también las que tuvo que mostrar ante las cámaras el vicepresidente Nicolás Maduro en el momento de transmitir el desenlace. Al parecer había una consigna entre los líderes que han heredado el chavismo de emitir señales de seguridad, de unidad, de fortaleza, todo menos el pánico que de verdad existe entre los que ahora tienen la penosa tarea de soportar la inmensa carga que les ha dejado el caudillo, un líder que no dejaba crecer nada bajo su sombra porque se creía inmortal. Derramar lágrimas hubiera significado corroborar ese miedo que de todas maneras se metió colado en la torpeza con la que manejaron el retorno del paciente a Caracas; habría significado admitir el temor a que el chavismo se desintegre en mil pedazos y que la economía venezolana explote por el déficit, la inflación, la escasez y los apagones, herencias que caerán como lanzas sobre los pobres delfines chavistas y, por supuesto hubiera sido la manera más clara de admitir que sin Chávez se acaba el padrinazgo económico y político de muchos y con ellos el Socialismo del Siglo XXI. Eso lo siente el pueblo y lo expresa sin disimulos. Algunos líderes que deberían ser más reservados no se aguantaron y berrearon nomás.

Más pruebas del montaje

Las reveladoras grabaciones que han sido conocidas recientemente por la opinión pública, no hacen más que ratificar viejas evidencias relacionadas con el caso Rózsa y reiteran con lujo de detalles las denuncias que oportunamente se han conocido en torno a esta patraña que se cae a pedazos y con ella, toda la falsa institucionalidad creada por el Estado Plurinacional.

A estas alturas y luego de tantos hechos espurios, confabulaciones y redes de extorsión que han sido apañadas por los más altos funcionarios del Gobierno, a nadie le puede extrañar que los operadores del régimen traten de afirmar que el audio en el que se escucha perfectamente la voz del fiscal Marcelo Soza es parte de un montaje.

Todos los funcionarios de justicia y del Ministerio Público se han encargado de ignorar vergonzosamente las pruebas que a su turno han desvirtuado las acusaciones en contra de 39 personas a quienes se las sindica de pertenecer a una red terrorista-separatista. Existen videos que muestran cómo se “plantaron” pruebas, una gran cantidad de fotografías que señalan que todo fue una tramoya en la que participaron agentes del orden, correos electrónicos que vinculan a familiares de altas autoridades gubernamentales y por supuesto, el video en el que se ve cómo se paga el soborno a un “testigo clave”.

Hay mucho más que eso y todo ha sido consignado en libros muy bien documentados, pero absolutamente todo ha sido ignorado también por la gente que ha tenido a su cargo la investigación del caso. El hecho de que ahora pasen por alto un documento tan importante y tan revelador, forma parte de la misma farsa con la que actúan sujetos que fomentaron la red de abogados extorsionadores y que también han sido vinculados con mafias del narcotráfico.

La población que ha escuchado las palabras del fiscal, que ha podido advertir los términos con los que se expresa, la manera cómo se refiere al presidente y a sus ministros y que ofrece una clara idea de cómo funciona este “proceso de cambio” no puede menos que sentir una conmoción moral que cala muy hondo, pues dibuja de cuerpo entero los métodos nocivos, la ausencia de escrúpulos y la falta total de límites de un proceso político que prometió cambiar la manera de administrar el país, sobre todo, llevar adelante una revolución basada en los valores y principios humanos.

Es verdad que se puede esperar muy poco de un régimen que avala, premia y promueve todas estas acciones, porque las considera parte de una estrategia para consolidar el poder político. Ningún funcionario del oficialismo, salvo los que sintieron asco y reaccionaron con arcadas, fueron tocados a raíz del descubrimiento de la red de extorsión que se había instalado en varios ministerios y lo más probable es que la justicia cooptada y chantajeada por el Gobierno, libere de culpa muy pronto a esos sujetos que hicieron de la persecución un negocio lucrativo.

Afortunadamente existen dos factores muy importantes que los políticos de todas las épocas suelen olvidar. Existe opinión pública, una fuerza que se va consolidando y que suele vencer cualquier régimen por más absolutista que pueda ser. Y no cabe duda que frente a tanta degeneración institucional, la sociedad civil boliviana no tendrá más remedio que actuar en función de la supervivencia, ya que lo que está ocurriendo ahora, no tiene otro camino más que la destrucción del Estado. El segundo resorte es la ley, que a veces tarda más de la cuenta, pero nunca deja de llegar. En el caso Rózsa solo hay dos verdades: un atentado terrorista a la casa del cardenal Julio Terrazas y el asesinato de tres ciudadanos europeos. Esos crímenes encontrarán a sus culpables por encima de cualquier trampa.

Venezuela y la hora de la verdad

Apenas unas horas antes de anunciar oficialmente la muerte de Hugo Chávez, el vicepresidente venezolano y heredero en la conducción de la revolución bolivariana, Nicolás Maduro, ensayaba una treta más para distraer la atención de la ciudadanía que comenzaba a perder la paciencia en relación al misterio que rodeaba a la salud del comandante.  

Tras una serie de intentos por convertir a la figura de Chávez en el centro de un libreto propio de una novela surrealista, el régimen venezolano no tuvo más que enfrentar una verdad que se ha estado ocultando y disimulando durante los últimos meses, ante el temor de que la desaparición física del caudillo pueda significar el inicio de un periodo de inestabilidad política.  Ha sido muy atinada la decisión de terminar con esta parodia, pues de haberla mantenido como pretendían algunos, se hubiera debilitado aún más la figura de los que hoy tienen la misión de que el vacío que está dejando Chávez no se convierta en un abismo del que no se pueda salir fácilmente.  

Más allá de cualquier diferencia política o ideológica o de las críticas que se pueda realizar a su legado, nadie puede negar que Hugo Chávez Frías ha sido un líder extraordinario capaz de llevar adelante un proceso político que puede resultar muy pesado para sus sucesores y más que nada para un pueblo anclado en figuras caudillistas que le señalen el camino a seguir.  

Es obvio que con sus vacilaciones y falsos positivos, Nicolás Maduro ha mostrado que está muy lejos de mantener viva la presencia de su mentor por lo que sus desafíos son muy grandes. El primero de ellos será mantener la unidad del chavismo, que ya dio algunas señales de fisuras ni bien se supo que lo de Chávez era irreversible. En segundo lugar, está la convocatoria a unas elecciones libres y transparentes, requisitos indispensables para que el nuevo  presidente obtenga la legitimidad que hoy es más importante que nunca para que la sucesión constitucional se gane el respeto de los leales y los opositores, tomando en cuenta que un nuevo triunfo del chavismo está prácticamente asegurado.  

Es también la hora de la verdad para la “Revolución Bolivariana” y el “Socialismo del Siglo XXI”, dos espectros inasibles que solo Chávez con su fuerza y liderazgo, con su verbo y su ímpetu era capaz de llevar adelante en medio de abusos y autoritarismo. De la habilidad de los actuales conductores dependerá que esto no caiga en el caos, en una crisis económica que ha dado señales muy preocupantes y se mantenga la repartija de recursos que le da vida y popularidad al chavismo, pero que al mismo tiempo genera un desangramiento financiero que provoca grandes baches pese al periodo de bonanza de altos precios del petróleo. Será un gigantesco desafío frenar el deterioro que ha sufrido la principal industria nacional, gravemente lesionada por más de 12 años de derroche.  

También le ha llegado la verdad a todos los países satélites del chavismo, especialmente para Cuba, que recibe de Venezuela casi el 80 por ciento del petróleo a precios regalados. En esa misma línea se encuentra Nicaragua, amenazado por la inanición política sin el soberbio respaldo de Chávez. No es la misma situación la de Bolivia y Ecuador, pero no cabe duda que sin el gran respaldo y el liderazgo de exmilitar fallecido es otra la verdad que comienza a surgir en Sudamérica.

El Papa y Chávez


Hay mucho para reflexionar sobre los dos grandes eventos que han ocurrido en estas semanas. La primera, la renuncia del papa Benedicto XVI y la segunda, el anuncio de la muerte de Hugo Chávez. Digo "anuncio" porque nunca se sabrá realmente cuándo murió. ¡Qué vergüenza!
A las pocas horas de la gran sorpresa que le dio Joseph Ratzinger al mundo y a la Iglesia en particular -la primera de ese tipo en más de 600 años-, en el Vaticano ya sabían hasta el color, el modelo de la sotana y el tipo de zapatos que debía usar el Pontífice que ahora lleva el título de Papa Emérito.
Aunque hay muchas fábulas dando vueltas por todos lados, no hubo cisma, no hubo peleas internas, tampoco sacudones dentro de la curia romana y los cardenales que tienen la obligación de elegir al sucesor de Pedro se han trasladado disciplinadamente a la sede católica para cumplir con una tradición que se ha venido repitiendo durante más de dos mil años. Mientras tanto, el Vaticano no tiene una cabeza visible, algo que también está previsto en las leyes de la Iglesia.
En Venezuela han  mantenido las cosas en el más absoluto misterio y los partidarios de Chávez se mueren de miedo por las consecuencias que pueda acarrear la muerte del caudillo. No saben qué leyes obedecer ni a qué trampa recurrir, pese a que el comandante dio una orden muy clara.
¿Dónde está la explicación a todo esto? Es muy simple. Los ciudadanos de “venezolandia”, “bolivialandia” y otros rincones del planeta, necesitan que un policía se pare al lado del semáforo para exigir respeto a la luz roja, de lo contrario nadie le haría caso. Por eso mismo es que estas “tribus” necesitan de un brujo, de un cacique o un mesías que sepa caminar sobre las aguas y que además sea inmortal. En el Vaticano hay dos milenios de civilización, por acá andamos todavía gateando.

lunes, 4 de marzo de 2013

Niñerías diplomáticas

El diputado del MAS, Héctor Arce, realizó una pormenorizada explicación del incidente de los tres soldados bolivianos detenidos, enjuiciados y liberados en Chile y de acuerdo a sus conclusiones, todo el embrollo se originó en la supuesta humillación del presidente Morales a su colega Sebastián Piñera durante la cumbre del CELAC en Santiago y que desencadenó una reacción de bronca absolutamente personal. Arce afirma que por eso mismo, el presidente Morales insultó de cobarde a Piñera, por estrellarse contra tres humildes conscriptos y lo retó a “meterse con alguien más grandote”. Si es que el parlamentario tiene razón estaríamos ante la más vergonzosa degradación de las relaciones entre dos estados, que ventilan sus asuntos en un contexto de infantilismo enfermizo. Si esta forma de “diplomacia” prospera, pronto veremos mandatarios haciendo mediciones de sus atributos o tal vez compitiendo por quién salpica más lejos. Arce se refirió al gesto infantil de Piñera, pero no dijo nada de las reacciones producidas en Bolivia, entre ellas el empalagoso show de recibimiento y condecoración de los soldados, que viene a ser algo así como un té piñata.

Prisionero de su farsa

El cantante chileno Jorge Humberto González Ríos, militante comunista y exvocalista de Los Prisioneros, ha logrado alborotar los ánimos marítimos bolivianos con su intervención en el festival de Viña del Mar. No es la primera vez que el rockero le hace guiños a los bolivianos en relación a esta histórica demanda, pero esta vez ha llegado al extremo de denunciar que su país, mejor dicho, los derechistas de Chile, están planificando una guerra contra Bolivia para arrebatarle todas sus riquezas. Según el intérprete, la educación chilena se encarga de meter en la cabeza de los niños que no existe nada pendiente con nuestro país y que los territorios que están en disputa siempre pertenecieron a Chile. Cómo será de efectivo ese adoctrinamiento del que habla, que al preguntársele si su país debe devolver el Litoral a Bolivia, González contesta que sólo le deben entregar un enclave o alguna forma de acceso al Océano, pero en ningún momento se atreve a hablar de soberanía. Al final su discurso es exactamente igual al que expresan los que él mismo denomina “sectores de la derecha recalcitrante”.

domingo, 3 de marzo de 2013

Nuestros amigos iraníes

La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, apareció en la ceremonia de la entrega de los premios Oscar con un vestido algo escotado que dejaba ver sus hombros. Esa aparición fue motivo de interés en Irán ya que el anuncio de la señora Obama estaba relacionado con la película Argo, cuyo tema principal es la crisis de los rehenes de 1979 en Teherán originada en el asalto terrorista a la Embajada de Estados Unidos. La televisión iraní no tuvo más remedio que dar la noticia, pero antes tuvo que falsear las imágenes de Michelle Obama con el objetivo de mostrarla con un modelo de vestido más recatado. En Irán, donde los clérigos religiosos que gobiernan el país afirman que las minifaldas son responsables por los terremotos, se considera impúdico que las mujeres muestren algunas partes de su cuerpo y lo deseable para ellos es que ni siquiera dejen ver sus ojos. En ese país se critica mucho la supuesta obscenidad de los occidentales; sin embargo, el régimen suele organizar grandes concentraciones en estadios y coliseos para que la gente pueda presenciar cómo ahorcan a los homosexuales. “¿Esos imbéciles son nuestros amigos?”, fue el comentario que hizo el columnista Humberto Vacaflor a raíz del tremendo acto de pudor de los iraníes.

Soluciones militares

Cuando en Chile informaban de un nuevo incidente fronterizo que involucraba a uniformados que perdían la brújula y se pasaban de la raya, el canciller boliviano David Choquehuanca hacía conocer las nuevas instructivas que se han enviado a los cuarteles limítrofes para evitar más extravíos que terminen en “amenazas” de guerra. La orden es muy simple y dice que los soldados deben cumplir sus funciones de control dentro de sus propias unidades, es decir, que quedan suspendidos los patrullajes en busca de narcos y chuteros, porque –como se sabe-, el remedio ha resultado peor que la enfermedad. Desde este humilde espacio hacemos conocer algunas recomendaciones a los oficiales y soldados que cumplen labores de vigilancia fronteriza. Puesto que no tienen la menor idea de lo que es un GPS, podrían leer los viejos cuentos infantiles donde existen fórmulas muy simples. Pulgarcito, por ejemplo, desparramaba migas de pan por el camino que le permitían orientarse en el camino de vuelta. También pueden imitar a Hansel y Gretel que marcaban la ruta con piedras para no ser atrapados por la bruja del bosque.  En fin, se pueden usar cuerdas, pedacitos de tela y lo que fuere para que no se repita un show de estas características.

Evadas gastronómicas


Uno de los temas favoritos del presidente Morales es la comida y prefiere hacerlo en los foros internacionales. El canciller Choquehuanca intentó imitarlo cuando se refirió a la papalisa como un poderoso afrodisiaco, pero hasta en las “evadas”, el jefazo parece tener la exclusiva. Recientemente criticó al capitalismo gastronómico que impone la comida chatarra en todo el mundo. Lo dijo cuando inauguró en la sede de la ONU el año de la quinua, uno de los productos más aventajados del planeta desde el punto de vista nutricional. 
El primer mandatario tiene toda la razón, pues esa dictadura gastronómica de la que habla está basada en tres sabores que tienen secuestrado nuestro paladar: el azúcar, la grasa y la sal que a su vez, son los peores enemigos de la salud.
Pero si el presidente realmente quisiera ser un revolucionario, no debería controlar tanto a los ingenios y en lugar presionarlos para que bajen sus precios, debería liberarlos, así la gente busca otras alternativas como la miel, la estevia o la chancaca.
Si fuera coherente también, no tendría que subvencionar el precio del pollo, pues alrededor de este producto ha florecido la más grande industria de la comida chatarra, en la que gravitan con mucha fuerza los nada capitalistas “pollos chinos” que además de “la presa” nadando en aceite, ofrecen como guarniciones: arroz, papas fritas y fideo, una sobredosis de hidratos de carbono que, como sabe después de algunas inspecciones, vienen acompañados de unos ingredientes bastante especiales.
Hay que reconocer que después del discurso de los pollos con hormonas y la Coca Cola que destranca los baños, el presidente ha avanzado algo en materia gastronómica. Ahora le toca pasar del dicho al hecho para que no todo quede en “evadas”.