jueves, 31 de enero de 2013

"Rendirme yo, cobardes..."

Dicen algunas leyendas que el héroe del Topáter, Eduardo Abaroa, andaba con algunas copas en la cabeza cuando desafió a los chilenos con aquella célebre frase. Bueno, era Carnaval y por lo menos él tomó las armas y fue a defender el territorio nacional, mientras que otros prefirieron mantenerse quietos y en silencio para no perturbar al pueblo que festejaba. Como se sabe, beber, bailar y festejar es algo sagrado en este país, siempre ha sido así. Eso no se descoloniza. El recuerdo de Abaroa y su histórica frase viene a propósito del tono tan subido que han alcanzado las discusiones con Chile. El martes el presidente Morales ponía en duda si los chilenos protegen o combaten el narcotráfico y les pedía que se definan de una vez. Y más tarde, el vicepresidente García Linera resaltaba la valentía del primer mandatario por alzar la voz en Santiago en la cumbre de la CELAC. Y para cerrar con broche de oro, decía que Bolivia va a recuperar el mar, “cueste lo que cueste”. Estamos a muy pocos días del inicio del Carnaval y algunos se preguntan si es que en el Gobierno ya empezaron el festejo. Habrá que prepararse.

Navegando en círculos

La reivindicación marítima boliviana ha vuelto a caer en el mismo lugar, luego de navegar en círculos, sin rumbo y en la más absoluta improvisación. En un arranque de fogosidad discursiva, el presidente Morales ha recurrido a la vieja y fallida estrategia “Gas por mar”, que no solo desencadenó la denominada “Guerra del Gas” con un saldo de 60 muertos, sino que estropeó un gran negocio para el país, que a su vez lesionó seriamente la industria hidrocarburífera nacional.

Cómo será de impulsiva la política exterior boliviana, que el Gobierno ha tenido que retractarse de la postura expresada en la cumbre de la CELAC en Chile, donde el presidente no solo tuvo que enfrentar una dura respuesta de su colega Sebastián Piñera, sino también ha dejado muy mal parada la imagen de Bolivia, pues queda claro que los bolivianos somos capaces de usar la provisión de gas como fórmula de chantaje a nuestros clientes. Es posible que con este tipo de posturas, se renueve la desconfianza en el país como proveedor de gas, un aspecto que llevó a Chile, Argentina y Brasil a buscar alternativas de abastecimiento.

El argumento de Evo Morales cae como balde de agua fría, precisamente en un escenario donde los países europeos exigieron a los países de América Latina, mayor seguridad jurídica para la inversión extranjera, algo que casi todos los países están dispuestos a conceder, salvo Argentina, Cuba, Ecuador y Venezuela, que prefieren anteponer los “objetivos políticos” antes que las normas de garantía a las inversiones privadas. Esa fue una postura oficial de este grupo de naciones en la reunión de la CELAC y lo mencionado por el mandatario boliviano fue apenas la cereza en la torta.

Desde el punto de vista interno, plantear “Gas por mar” no solo ofende a los sectores que se entregaron a una guerra falsa y manipulada, sino que en este momento es absolutamente estéril y se presta para las burlas. En primer lugar, Bolivia tiene en la actualidad un tercio de las reservas gasíferas que disponía en el 2003 y tras el fracaso de la nacionalización, el país no tiene más alternativa que cumplir a rajatabla sus compromisos internacionales aún a costa de postergar la demanda interna, porque la producción no alcanza para todos.  Los chilenos, argentinos y brasileños saben que el régimen boliviano es capaz de dejar sin gas a las amas de casa locales con tal de cumplir los contratos que le aportan dinero contante y sonante para asegurarse la permanencia en el poder.  Tratar de chantajear en esas condiciones resulta muy poco convincente.

Lo peor de todo es que con estos giros y tumbos que da Bolivia, no hace más que probarle a Chile que no tiene más remedio que seguirle llorando por su desgracia, porque no tiene un proyecto alternativo de país más que la fracasada orientación hacia el Pacífico, dependiente de Chile, de las materias primas, de la minería y del gas sin industrialización ni desarrollo del mercado interno. Una anécdota lo ilustra todo: luego del fuerte cruce de palabras entre Sebastián Piñera y Evo Morales, el mandatario boliviano invitó a su homólogo a construir juntos el tramo ferroviario Arica-La Paz, precisamente el proyecto que generó el Tratado de 1904, cuya anulación pide el Gobierno. Obviamente que Piñera aceptó, es una forma de tener a Bolivia siempre a sus pies.

Explicaciones que complican

El presidente Morales se ha quejado en duros términos por la detención en Chile de tres soldados bolivianos que estaban supuestamente trabajando en la lucha contra las drogas y el contrabando y que terminaron desorientados en territorio chileno. Según algunas versiones oficiales, la presencia de los conscriptos al otro lado de la frontera fue denunciada por contrabandistas de autos, que de acuerdo a los que afirma el propio jefe de Estado, se pusieron en contacto con los carabineros de Chile y éstos procedieron al arresto. Apelando a su típico estilo de dividir las aguas, el presidente dijo que “Chile tiene que definir si está en contra del contrabando y el narcotráfico o está con el contrabando y el narcotráfico. Que se definan de una vez”, sostuvo el gobernante este martes en un acto público celebrado a su regreso de Santiago. Pese a semejante interpelación, los chilenos están en condiciones de pedir otras explicaciones. Nadie entiende por qué un soldado que cumple funciones tan importantes, anda con unas zapatillas baratas que dan pena y segundo, si alguien tiene que dar explicaciones sobre el narcotráfico es el Gobierno boliviano. No hay olvidar que justo fue la Policía chilena la que detuvo al general René Sanabria.

miércoles, 30 de enero de 2013

Coca, trago y muerte en las carreteras

El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, sabía exactamente dónde había comprado coca y trago el conductor de uno de los buses que intervinieron en el penoso accidente ocurrido la semana pasada cerca de San José de Chiquitos, con un saldo de 20 muertos y 53 heridos. No era difícil averiguarlo pues en cada parada, en cada tranca o “aguantadero” lo que más se vende es coca y trago y, por supuesto, los principales clientes son los choferes en general, no solo de los buses.

Hace un par de años este pequeño “detalle” fue motivo de una fuerte discusión pública a raíz de una ola de accidentes parecida a la que hemos vivido en este enero trágico, en el que han perdido la vida más de 80 personas y 153 resultaron heridas.

Los conductores de los buses beben y coquean como cualquier mortal, asambleísta o senador, y lo hacen mientras están trabajando (ídem). Eso no es ningún secreto y por lo mismo, fue motivo de duras normas que en su momento fueron rechazadas por los transportistas, quienes pese a todo, son los que imponen su ley, por encima de decretos, leyes y autoridades, que como se puede constatar en este triste episodio, son simples observadores, que se limitan a elaborar diagnósticos y emitir informes de los hechos consumados.

Es paradójico que por estos días, la Policía ande “fatigando” a la ciudadanía con el asuntito de la “revisión técnica”, trámite que le significa jugosos ingresos a la institución, pero en la Terminal de buses, donde nada debería escapárseles a los uniformados, apenas dos guardias son los encargados de vigilar el estado de cientos de vehículos y sus respectivos conductores, muchos de los cuales inician su recorrido bien avanzaditos en copas.

Está demostrado que las empresas que prestan el servicio de transporte no tienen la menor intención de mejorar y menos brindar la seguridad necesaria. Sus vehículos circulan en muy malas condiciones, sobreexplotan a los conductores y no hacen un adecuado control de los pasajeros, lo que da lugar a una peligrosa informalidad y por supuesto la sobrecarga de los buses, uno de los tres factores que más inciden en los accidentes, junto con el exceso de velocidad y el uso del alcohol.

Hoy se vuelve a hablar de endurecer las sanciones contra los infractores, también se propone establecer controles mediante tecnología satelital y muchas otras medidas, que lógicamente son necesarias, pero de nada sirve tanta rigidez si al final todo se queda en los papeles y las carreteras siguen huérfanas, a merced de los estragos de la coca y el trago. Y obviamente, en esas condiciones, las autoridades no dejan de ser coautores de las muertes ocurridas en los caminos, pues el descuido y el desgobierno son evidentes.

Es loable que Bolivia haya dado pasos importantes en la vertebración caminera y en la construcción de modernas carreteras, pero si este progreso no viene acompañado de un avance en materia de seguridad, educación vial, adecuada señalización y el establecimiento de normas que aseguren mejores condiciones en la circulación, el adelanto es muy relativo.

Vivir bien, pero en otra parte

El Gobierno boliviano siente que está haciendo las cosas tan bien, que se da el lujo de darles consejos a los europeos para salir de la crisis financiera. El presidente Morales les ha sugerido seguir sus pasos en la lucha contra el capitalismo sin saber posiblemente, que ha el Estado de Bienestar, una versión light del socialismo, el que ha mandado a la quiebra a los países del viejo mundo. Los socialistas duros de Europa del Este quebraron en 1989 y algunos todavía no logran recuperarse del descalabro comunista. El Estado Plurinacional asegura que en Bolivia se vive cada vez mejor y en Chile, durante la cumbre de la CELAC-UE, ha reiterado que más de un millón de bolivianos han salido de la extrema pobreza desde que él accedió a la presidencia del país. Los europeos, especialmente los españoles, que son los que más sufren la crisis, deben estar algo confundidos, pues de acuerdo a los datos de la OEA, los bolivianos siguen buscando cómo irse de su país y muy pocos intentan volver. En España, en menos de diez años, el número de bolivianos creció de 279 mil a 350 mil y apenas 13 mil han retornado por falta de empleo, aunque entre sus planes figura irse a Argentina o Estados Unidos, los destinos favoritos.

lunes, 28 de enero de 2013

El Censo y la vida de los bolivianos

No hay día en que los bolivianos  no mencionen y se quejen del dichoso “Gobierno”. Es como si la vida de la gente pasara por esta suerte de espectro omnipresente, cuando en realidad es la ausencia de Estado uno de los principales problemas del país.

El “Gobierno” siempre aparece en forma de policía que coimea, en la figura del burócrata que le mete la mano al bolsillo al contribuyente a cambio de nada o como el político que aparece de vez en cuando pidiendo voto de los siempre ilusos ciudadanos. El Estado brilla por su ausencia cuando se trata de brindar servicios básicos decentes, ofrecer seguridad, promover el empleo o cuando menos, controlar las carreteras para que la gente no ande matándose como ha sucedido en los últimos días.

Pero la gente sigue mirándole al Estado boliviano como si fuera la teta de una vaca de la que algún momento va a salir leche a borbotones y que alcanzará para saciar a todos. Los gobernantes alimentan esa ilusión simplemente porque es un mecanismo de asegurarse  el apoyo de los ingenuos, de los oportunistas y los privilegiados, tres sectores de la sociedad que nunca van a desaparecer mientras permanezca esta mentalidad, que contradice sustancialmente con la realidad de las grandes mayorías, resignadas a subsistir a través del denominado “cuentapropismo” y la informalidad.

Es evidente que los cruceños anden de cara larga porque el Censo no haya arrojado el número de habitantes que se había calculado. No vamos a negar que todo ha sido producto de una trampa destinada a buscar una manera engañosa de distribuir poder y recursos, pero tampoco es posible asegurar que, de producirse un supuesto acto de equidad, el ciudadano de a pie será el principal beneficiado. Lo más probable –y así ha sido siempre-, es que a mayor cantidad de habitantes, más dinero para hacer politiquería y más plata para los bolsillos de la casta gobernante de turno. Por lo general, el ciudadano se lleva las sobras de la piñata. Cuando el presidente Morales se lamenta porque el departamento de La Paz ha perdido población, lo dice porque para él y su grupo eso significa menos votación, menos poder y por supuesto menos plata para manejar a su gusto.

En su último informe anual, el Banco Mundial ha advertido del problema que surge a raíz de la bonanza económica que atraviesa América Latina, donde los gobiernos están invirtiendo muy mal los recursos extraordinarios por la venta de las materias primas, un patrimonio que es propiedad de toda la población. Están derrochando y favoreciendo a ciertos grupos a través de redes de corrupción y por eso mismo, en lugar de estar tirando los fondos en empresas estatales, en elefantes blancos, obras faraónicas, satélites y helicópteros, el organismo ha sugerido entregar la plata en efectivo a la gente, que seguramente tomará decisiones mucho más acertadas que los gobernantes. No cabe duda que la gran mayoría de los jefes de familia bolivianos, invertirán en educación para sus hijos, en solucionar problemas de salud, construir una vivienda acorde con sus necesidades y por supuesto, buscar vivir mejor, un privilegio que hoy sigue teniendo una pequeña minoría pese a que los ingresos del Estado boliviano se han multiplicado por siete veces.

¿Qué significa el Censo? Diez curules, más millones para la región, más diputados o más ítems. Pero mientras la gente no perciba que su vida mejora con todo esos cálculos, la importancia sigue siendo relativa y poco relevante.

Revisión técnica


Como si la gente no la conociera suficientemente, la Policía Boliviana se esfuerza al máximo en reforzar una imagen ante la ciudadanía que no le hace nada bien, pero que, obviamente le deja importantes dividendos, pues no cabe duda que los señores verde olivo son excelentes a la hora de inventar formas de recaudar dinero de los “contribuyentes”. Se pensó que al habérseles quitado de las manos los “servicios” de identificación y de entrega de permisos de conducir, la “melea” iba a disminuir. Al menos esa fue la promesa del Gobierno del cambio. Sin embargo, para que no haya caras largas entre los uniformados se inventaron el requisito del certificado de antecedentes, un trámite se podría resumir al apretón de dos teclas de una computadora y que no
debería exigir un pago. Anteriormente, a los policías se les brindaba el privilegio de entregar las famosas rosetas de revisión técnica vehicular, una diligencia que se convirtió en un burdo comercio que en realidad debería llamarse de otra manera (piensa mal y acertarás). Hoy, como para que la población pueda constatar que la Policía sigue pisando fuerte, esa diligencia se ha hecho más burocrática, más costosa y por supuesto, más fastidiosa, como para que el ciudadano no dude a la hora de buscar atajos.

Delitos contra la mujer

Luego de su detención, los asambleístas chuquisaqueños Domingo Alcibia y Javier Humana, acusados de violar a una empleada de limpieza del organismo legislativo, dijeron que no han cometido ningún delito, aunque al mismo tiempo acusaron a sus compañeros de partido de traición ya que supuestamente no sólo ellos cometieron el abuso, sino que hay varios implicados, incluyendo el presidente de la Asamblea departamental. El abuso contra las mujeres parece ser un caso endémico en el país y los avances son poco significativos, pese a que el Gobierno se jacta de haber dignificado el rol femenino en la sociedad. Las coplas, los ataques, las bromas pesadas, los asesinatos de dos concejales y por supuesto, estos hechos, al que se suma un caso reciente en Tupiza, parecen ser parte de un fenómeno que se ha agravado y que simplemente desnuda el trato que se le da a la mujer en ciertos sectores que hoy gozan de poder y de impunidad. Finalmente Bolivia que aflora con toda su miseria y que de acuerdo al programa “ONU Mujeres” se traduce en lamentables estadísticas: en Bolivia, siete de cada diez mujeres sufren violencia sexual y física, lo que coloca a nuestro país como el más abusador de América Latina.

viernes, 25 de enero de 2013

Modestia aparte...

Uno de los escasos gestos de franqueza del pasado martes, durante el prolongado discurso presidencial se produjo cuando Evo Morales reconoció el desastre que ha ocurrido en la mina Colquiri después de su nacionalización. Antes, este predio productivo largaba 439 toneladas de mineral por mes con 959 trabajadores, pero al pasar a manos estatales, el número de obreros subió a 1.249 y la producción cayó a 337 toneladas, casi un tercio. Según recientes publicaciones, la rentabilidad de Colquiri disminuyó en 430 por ciento entre julio y diciembre de 2012, mientras que los costos laborales se han duplicado. Las excusas de los responsables de este desastre son muchas e incluso mencionan las fiestas de fin de año. Algo parecido ha ocurrido en YPFB, donde siguen celebrando con lindas sayas la nacionalización, pese a que Bolivia pasó de ser exportador a importador de hidrocarburos gracias a la estatización, pues en los últimos cinco años, la producción de petróleo se redujo casi a la mitad. La lista sigue con ENDE, donde los apagones y la crisis energética empezaron casi al mismo tiempo que la expropiación y en Huanuni, el símbolo de la “recuperación de la dignidad”, están al borde de las pérdidas pese a que los minerales tienen precios récords.

Del dicho al hecho...

Hará falta mucho más que sentar a un empresario en la testera de un acto partidario para que el MAS se gane la confianza en Santa Cruz y todo el oriente boliviano, hecho que se puede comprobar con toda contundencia en las recientes elecciones celebradas en el Beni.

El vicepresidente García Linera le ha repetido recientemente a los benianos y cruceños que ya no quiere más confrontaciones, una promesa que tiene un marcado tufillo electoralista, al igual que el levantamiento parcial de las restricciones a la producción y las exportaciones y las medidas en contra de los avasalladores de tierras, herramientas de terrorismo económico que ha usado el régimen para ahogar al oriente.

No le hace falta aclarar que entre sus planes ya no figura el derrocamiento  de Rubén Costas y menos del flamante gobernador electo Carmelo Lens, ya que lo más probable es que de aquí hasta el 2014, el oficialismo trate de usar guantes de seda para ganarse el aprecio de las tierras bajas después de siete años de hostigamiento inútil, salvo claro para frenar la autonomía, destruir los liderazgos locales y herir la competitividad regional.

Es complicado ganarse la credibilidad cuando detrás de las lisonjas existe un aparato de chantaje funcionando y que le sigue dando frutos políticos al Gobierno, pues hasta el momento ninguno de los que fue víctima de la red de extorsión-persecución se ha atrevido a denunciar a los abogados ministeriales y cada vez hay más señales de que ese caso se encamina hacia la impunidad, mientras se multiplican los obligados gestos de genuflexión de ciertos líderes regionales.

De cualquier forma, puede que el MAS comprenda finalmente la necesidad de respetar las diferencias que tiene con la región oriental y sobre todo, visualizar la proyección que le puede otorgar esta zona al país. Pero eso es aplicando las teorías “topológicas” del Estado que expresó hace unos días el vicepresidente, quien aparentemente se ha convencido de que la mejor manera de darle viabilidad a Bolivia es eliminando el centralismo por el que ha estado dando pelea como un león, de la misma forma que lo han hecho todos los regímenes políticos a lo largo de la historia nacional.

Si es verdad lo que dicen, entonces no tendrán problemas en darle rienda suelta al desarrollo regional, que alberga proyectos estratégicos, algunos de los cuales el Gobierno del MAS se ha encargado de frenar y postergar. Estamos hablando del Mutún, de la hidrovía Paraguay-Paraná, de los proyectos Yacuses y Rositas y muchos otros que están muy bien guardados en las gavetas ministeriales, ante el temor que le causan al Estado andinocentrista, sin futuro y sin proyección.

Haría bien el Gobierno en interpretar adecuadamente los datos del Censo, para darse cuenta que los bolivianos miran al oriente como el mejor destino para sus hijos y en consecuencia, el Estado debe acompañar esa tendencia, dotándoles de los servicios adecuados para vivir mejor y por supuesto, dejar de lado las mezquindades que colocan a los hospitales cruceños, por ejemplo, entre los más descuidados del país.

Mucho más que los políticos y los dirigentes sectoriales, que son siempre proclives al pactismo y la entrega, la gente sigue pendiente del comportamiento del MAS frente a una región que tiene su estilo de vida, su cultura y su visión propios y que no han sido respetados por el “proceso de cambio”. Y seguramente estarán atentos para resolver si se le otorga o no la credibilidad que de manera urgente necesita el oficialismo en esta parte del territorio.

jueves, 24 de enero de 2013

Coplas carnavaleras

El pueblo tiene los gobernantes que se merece. La afirmación viene a propósito del famoso asambleísta violador que confundió el recinto legislativo con una cantina y que le dio rienda suelta a sus hormonas cuando sus neuronas se habían doblegado ante el alcohol. Rasgarse las vestiduras por un campesino, que por más títulos que le puedan otorgar, nunca dejará de beber y hacer sus cosas como le enseñaron sus ancestros es algo inútil y sobre todo es un acto de hipocresía cuando precisamente se acercan las fiestas del Carnaval, que servirán de
pretexto para que una gran porción de bolivianos de todas las layas, honores y cartones dejen salir sus más bajos instintos, como lo hizo el asambleísta, en público y consciente de la impunidad. No vamos a largar aquí rancios preceptos morales y menos cuando se avecinan las carnestolendas y las acostumbradas coplas presidenciales. Lo interesante del caso es que exista un consenso general para llamar “cultura” a todo lo que una presentadora de televisión llamó “fétido” y por culpa de ese ataque de sinceridad hoy sea el blanco del hostigamiento judicial que huele tan mal como el asambleísta chuquisaqueño y la ciudad después del Carnaval.

Una pelìcula de terror

Un asambleísta de Chuquisaca violó a una mujer y el que ha ido preso es el funcionario que supuestamente facilitó las imágenes del acto de abuso. Gracias a esas tomas se pudo conocer el hecho criminal pero los únicos que podrían pagar las consecuencias, además de la víctima y el sujeto detenido, son los medios de comunicación amenazados de juicio penal por el Fiscal General del Estado y la ministra anticorrupción.

Esto que parece ser el argumento de una comedia de enredos es nada más que la película de terror que nos ofrecen algunos agentes del proceso de cambio y que ha obligado al presidente a afirmar que “no todos los masistas somos violadores”.

Este horrendo espectáculo, que salta al telón cuando todavía está en cartelera la superproducción de extorsionadores, ministros y abogados, ha ocurrido días después de la detención del diputado masista Justino Leaño, acusado de haber violado reiteradamente a su hija durante un lapso de cuatro años. El caso fue conocido hace varios meses por la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde se produjeron evidentes señales de encubrimiento que impidieron la actuación de la justicia ordinaria.

El siguiente episodio terrorífico está relacionado con el asambleísta del MAS del departamento de La Paz, Gabriel Pinto Tola, sentenciado en la justicia a 30 años de prisión por el asesinato del  exalcalde de Ayo Ayo y cuyo caso fue archivado en marzo del año pasado con el objetivo de impedir la suspensión del legislador, pese a que la Fiscalía comunicó oportunamente el fallo de la justicia. El presidente de la Asamblea atribuye todo a un descuido, sin embargo, al acusado le otorgaron el beneficio de “licencia indefinida”, figura que no está en los reglamentos del órgano deliberante.

Hay un último caso, para citar solo los más recientes y vincula al concejal del municipio paceño de Palca, José Chura, detenido en la cárcel de La Paz, luego de que desfiguró el rostro de su concubina cuando intentó violarla. La mujer que se presentó ante la justicia buscando protección ha tenido mucho más suerte que la esposa del senador Fidel Surco, quien todavía deambula por algunas oficinas públicas de La Paz pidiendo que su marido le brinde asistencia familiar. Es un calvario parecido al que ha tenido que padecer la joven que sufrió abuso de parte de un concejal que ahora funge de alcalde en un municipio cruceño tomado ilegalmente por el MAS.

No conviene hacer escarnio de algunos hechos lamentables cometidos por individuos que merecen todo el castigo de la justicia y que han obligado al presidente Morales a salir a la palestra con una aclaración tan dolorosa. Cuando hablamos de “terrorífico” nos estamos refiriendo sobre todo a los hechos de encubrimiento y de connivencia del pleno del sistema político dominante, pese a todo el discurso de transparencia y revolución moral que tanto enarbola.

Podrán decir que los hechos relatados son aislados y que los responsables son sujetos marginales dentro del esquema de poder, pero cuando se trata de la ausencia de equidad para aplicar la justicia, la ausencia de valores es generalizada. Si el presidente realmente tiene intenciones de dividir las aguas entre los violadores y los que son respetuosos de las leyes, debe empezar por aquellos que encubren y hacen la vista gorda de los hechos de corrupción que han minada la credibilidad del régimen gobernante.

domingo, 20 de enero de 2013

Fútbol, política y educación

Cuesta creer que todo un barrio se levante y se trence a golpes con los gendarmes municipales para oponerse a la construcción de una escuela y defender una cancha donde se combina el fútbol con las apuestas y las borracheras. No es la primera vez que ocurre y tal vez por eso y porque conoce mejor que nadie la idiosincrasia nacional, el presidente Morales pasa mucho tiempo pateando una pelota e inaugurando canchitas de fútbol por todo el territorio nacional. ¿Y la educación? pues que espere.

Y mientras aquellos padres defienden una liga de barrigones que usan el fútbol como pretexto para sus juergas, otros hacen fila día y noche en algunos colegios llamados de "prestigio" para conseguir o conservar un cupo para sus hijos, ante el inicio de un nuevo año escolar. Casi todos esos establecimientos son administrados por curas y monjas que han conseguido plata del exterior para construir unos edificios decentes y en algunos casos "lujosos" en comparación con las desvencijadas escuelas públicas. El lujo consiste en tener baños que funcionen, vidrios en las ventanas, pizarrones que no estén rotos y profesores que asisten puntuales todos los días y que son supervisados por congregaciones religiosas de profunda vocación y trayectoria de siglos en la labor educativa.

Esos colegios, denominados "de convenio" no están sometidos al tortuoso calendario escolar lleno de huelgas, reuniones sindicales y juntas que le quitan tiempo a las aulas. En esos espacios tampoco existe la ideologización plurinacional que se ha enquistado en las escuelas públicas que dependen del Estado y en cambio se imparte una educación basada en valores perpetuos, acorde con las modernas estrategias pedagógicas que buscan cómo formar jóvenes que sean capaces de transformar la sociedad y no simplemente acomodarla a su conveniencia. La gente que no vive idiotizada por el fútbol y la política busca esos colegios, incluso varios de los ministros que están hoy en funciones se han formado allí, lo mismo que sus hijos. Por esa razón el Gobierno les hace la guerra, busca cómo adoctrinar a sus maestros, expulsar a los educadores de origen extranjero que trabajan allí y también ha conseguido arrebatarles varios de ellos en los lugares clave de avanzada política.

Está por empezar el nuevo año lectivo y la improvisación cunde en el sistema público, pese a que se está poniendo en marcha una nueva ley, con todo nuevo, métodos, programa, libros escritos en lenguas diferentes y por supuesto todo el discurso de “cambio” que la gente no quiere para sus hijos. Al Gobierno parece importarle poco, mientras los profesores no olviden de colgar la wiphala en la puerta y repetir la historia que se han inventado los nuevos fundadores de la Patria. El presupuesto educativo ha aumentado muy poco, los profesores siguen con las mismas falencias y una Alcaldía que apenas cumple con moldear el cemento cuando lo que se trata es de proyectar el futuro de los bolivianos.

Tal vez por eso es que el conocido educador Álvaro Puente, muy progresista por cierto y bastante apegado a las ideas políticas dominantes, dice que la educación boliviana es la peor del continente. Su lista de razones es muy grande y por supuesto tiene que ver con la calidad, los valores, la excelencia y el soporte científico, aspectos que no aparecen ni por asomo en el proceso de cambio.

Las hazañas de la CIA

Hay muchas leyendas urbanas acerca de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos. Se dice que hasta tiene su propio ejército con capacidad para invadir un país; posee armamento, agentes en todos países del mundo y ha coordinado operaciones increíbles y muy delicadas como la captura de Osama Bin Laden. La CIA es muy popular en Bolivia. Últimamente ha hecho de todo por derrocar al régimen de Evo Morales y hasta planeó su asesinato, utilizando a dos mozalbetes que para conseguirlo habían comprado una vieja matraca “matagatos” con la que iban a realizar un disparo a dos mil metros de distancia. También reclutó a peligrosos francotiradores que resultaron ser grandulones que jugaban con pelotitas de pintura. La CIA ha reclutado a los indígenas, ha organizado marchas, se ha infiltrado en la ultraizquierda y en la ultraderecha, también ha hecho estudios sobre la adaptación de los soldados a la altura con el objetivo de invadir naciones como la nuestra y ha usado a un actor como Sean Penn para desprestigiar al Gobierno. Pero la última hazaña de la CIA es “la tutti”. Agentes secretos prepararon todo un montaje para hacer que un asambleísta departamental de Chuquisaca aparezca violando a una funcionaria que estaba totalmente ebria. La CIA puso el trago y el Viagra, por supuesto.

Al pie del cañón

Se lo vio muy cómodo al presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Gabriel Dabdoub, en un congreso partidario del MAS, donde los principales dirigentes del partido pidieron un aplauso para los que se suman al “proceso de cambio”. Al ser consultado sobre su presencia en el lugar, Dabdoub dijo que asistirá a todos los lugares donde sea convocado. Ojalá no sea llamado por ninguno de los grupos del oficialismo que desarrollan estrategias bastante polémicas en el oriente boliviano. El hecho es que el empresariado ha tenido muchas convocatorias en los últimos años y lamentablemente no ha tenido una respuesta tan oportuna de sus dirigentes. Las prohibiciones de las exportaciones; los avasallamientos de tierras y otras restricciones al sector agropecuario; el hostigamiento a la banca privada; la persecución de los productores y tantos avatares que han sufrido el sector productivo, no han tenido la suerte de contar con la presencia oportuna del señor Dabdoub. Los empresarios cruceños están prohibidos por el régimen de hacer política y no es como dice un titular de prensa que el oficialismo tenga intenciones de darle poder a los cruceños. Otra cosa es que haya encontrado los mejores soldados para trabajar por el evismo.

viernes, 18 de enero de 2013

¿Quién vive ahora?

Hugo Chávez imparte órdenes, cambia ministros, brinda informes, firma decretos, recibe visitas y hasta hace chistes en su lecho de enfermo, pero desde hace más de un mes que no da la cara. Los cubanos, que tienen mucha experiencia en hacer desmentidos sobre la muerte de Fidel Castro, ya se hubieran inventado alguna fórmula para  ofrecer inequívocas señales de la vida del líder bolivariano, pero la ausencia de estos indicios está comenzando a generar desconfianza en la oposición venezolana que teme que el país esté gobernado por un fantasma. El flamante gobernador del Estado de Miranda y ex candidato a presidente, Henrique Capriles Radonski, ha solicitado en varias ocasiones que una comisión de independientes pueda visitar a Chávez, cuyo mandato ha sido prorrogado irregularmente por la justicia de su país. El pasado miércoles puso en duda la firma del decreto de designación del nuevo canciller y afirmó que “si Chávez puede firmar decretos, entonces que aparezca”. Las dudas sobre el verdadero estado del comandante no solo anidan en las mentes opositoras. En plena fiesta de Año Nuevo, la presidente brasileña Dilma Rousseff envió a su principal asesor, Marco Aurelio García a echarle una ojeadita al enfermo. Luego de digerir las novedades y analizar la situación, la señora habló de convocar nuevas elecciones en el país caribeño. “Por algo será”, decían las abuelas.

jueves, 17 de enero de 2013

Lo feo del poder

Los pocos privilegiados que lo han experimentado dicen que el poder vuelve muy atractivos a los hombres (ninguna mujer lo ha testificado todavía). Incrementa el sex appeal y hasta los más tímidos se vuelven unos donjuanes incorregibles. Por eso es que no se explica la aparición de tantos hechos de violación vinculados a autoridades del MAS. El caso más notorio pertenece al diputado Justino Leaño, detenido en la Policía por el abuso de su hija menor de edad, delito que habría cometido durante los últimos cuatro años. El caso se ha tornado escandaloso no solo por su gravedad, sino por la condescendencia de sus colegas asambleístas que dejaron pasar meses antes de tratar este hecho. Acaba de aparecer otra denuncia contra el asambleísta departamental chuquisaqueño Domingo Alcibia, quien ha sido grabado por las cámaras de seguridad del recinto legislativo, violando a una dama de pollera que supuestamente se encontraba pasada de copas. El otro caso que se ha comentado últimamente es el de un alcalde masista de un municipio cruceño cuyo proceso está en curso en la justicia. ¿Qué podría estar pasando con estos dirigentes? O no han descubierto todavía las grandes ventajas que trae el poder o es que con todo el poder que tienen no les alcanza para lanzarse a la conquista.

miércoles, 16 de enero de 2013

Nadie me quita lo 'insultao'

Nadie puede decir que la diputada Rebeca Delgado es una indisciplinada o una malcriada. Salvo los que están tratando de ocultar algo muy grueso y poco transparente. La expresidente de la Cámara Baja fue muy oportuna a la hora de exigir que se investigue a fondo el escándalo de extorsión-persecución que tuvo como base de operaciones a tres ministerios y “algo más”. Precisamente por pedir que se conozca ese “algo más” y desatar una ola de demandas de transparencia en el oficialismo, Delgado ha sido vapuleada en los peores términos, desde el presidente Morales, quien podría decirle de todo, menos dedicarle una copla para el Carnaval. Menos mal que no vincularon a la parlamentaria con la derecha, con la CIA o con la DEA. Poco faltó, pero aún así la dama no perdió la compostura. No abrió la boca para hacer conocer sus sospechas y hasta se portó humilde al demandar una reunión privada con el primer mandatario, petición que fue negada. Le han cerrado las puertas de su bancada y hasta le impidieron participar en las reuniones previas a la designación de las nuevas autoridades legislativas, que ya están marcadas por un flagrante “dedazo”. Pero al finalizar su gestión, cuando Rebeca Delgado ya no tenía nada qué perder, se mandó una de antología, como para darse el gusto. Dijo que en la Constitución se olvidaron de poner el “Ama llunku” (no seas servil), una máxima incaica que ahora se pondrá muy de moda.

La estructura de la complicidad

No se sabe qué es peor. Que exista una organización delictuosa dentro del Gobierno que se dedique a extorsionar; que gran parte del aparato gubernamental, incluyendo los tres poderes, esté implicado en el escándalo, o que toda la organización política que lleva adelante el “Proceso de Cambio” cierre filas en torno al encubrimiento de este bochorno, el más espurio hecho de corrupción de los últimos tiempos.

La respuesta es obvia y el espectáculo es por demás de decadente. Todo un partido que prometió iniciar una revolución moral en el país, unido bajo una sola consigna de aislar a cualquier elemento propio o extraño que tenga la osadía de exigir transparencia. Naturalmente, de esta manera no están haciendo otra cosa que desnudar el hecho de que detrás del caso Ostreicher hay implicaciones de muy alto nivel, tal como lo sugirió la diputada Rebeca Delgado, contra quien se ha abalanzado la plenitud del poder con el objetivo de castigar el supuesto acto de rebeldía partidaria.

Cuando en el Gobierno repiten “prohibido pensar” no es otra cosa que exigir la más disciplinada connivencia que, tal como van las cosas, no es más que un acto de complicidad con hechos que tienen serias implicancias legales y que tarde o temprano comenzarán a pasarle factura el régimen en funciones.

Y cuando se habla de “centralismo democrático”, un eufemismo que encierra una tremenda aberración conceptual, lo que se trata de apuntalar es simplemente una consigna militarista y dictatorial que cada vez genera mayor malestar dentro del partido gobernante.

El castigo a Rebeca Delgado ha sido apenas una señal de escarmiento para todos aquellos que habían comenzado a manifestarse por la transparencia, a exigir cuentas e incluso a demandar la renuncia de algunos ministros, que fueron ratificados en medio del descontento y las más notorias sospechas de encubrimiento. Semejante “cuartelazo” partidario, que además viene acompañado de un “dedazo” en la designación de las autoridades de la Asamblea Legislativa Plurinacional, no busca otro efecto más que frenar una fuerte ola de malestar en las filas masistas, que ahora, además de estar bajo el manto de la complicidad, también son tildados de “llunkus” (serviles), insulto que sonó muy fuerte en el Congreso.

No hay que olvidar que el pluralismo, una garantía fundamental del sistema democrático y el Estado de Derecho, ha sido conculcado hace mucho tiempo en Bolivia. Varias personas han muerto, entre ellas dos mujeres concejalas que denunciaron corrupción; hay decenas de encarcelados, exiliados y perseguidos por manifestar su disidencia con el régimen y cada vez es más difícil ejercer la libre expresión.

Los oficialistas están sufriendo en carne propia algo que todos los opositores, los miembros de la Iglesia Católica, los periodistas, los indígenas e incluso dirigentes de movimientos sociales que manifestaron en algún momento sus diferencias, han estado padeciendo desde el 2002.  Ojalá que esta experiencia sirva para rectificar el rumbo dictatorial que ha asumido el Gobierno, de otra manera no cabe la menor duda que todo esto contribuirá al acelerado deterioro del sistema democrático en el país.

La victoria del acullico

El Gobierno boliviano está festejando algo que en realidad el país consiguió en 1988. En ese año, cuando estaba en plena elaboración de la Ley 1008 de Sustancias Controladas –por presión internacional, hay que decirlo-, se logró la despenalización del acullico en el territorio nacional, pese a que Bolivia había firmado la Convención de Viena de 1962. Es por eso que en la norma antidroga se permite un tope de 12 mil hectáreas para el consumo tradicional de la “hoja sagrada”.

El “gran logro” de haber sido readmitido en la Convención de Viena luego de haberse retirado no tiene mayores consecuencia positivas para la coca, salvo la ratificación de una costumbre muy arraigada en el país que merece el respeto de la comunidad internacional. Pero eso ni siquiera debería ser motivo de tanto festejo, tomando en cuenta el fuerte rechazo que siente el Gobierno de Evo Morales hacia la ONU, organismo que según el líder cocalero debe ser sustituido por otro que represente a los países pobres. Esta contradicción suena igual que vender bonos soberanos en Wall Street pese a ser el enemigo número uno del capitalismo.

Altos representantes de la ONU que conocen las verdaderas intenciones del Gobierno cocalero se han apresurado a aclarar que la decisión tomada en Viena no constituye una legalización de la coca, que sigue siendo una sustancia controlada y que simplemente se ha establecido la salvedad del masticado exclusivamente para nuestro país. Han adelantado que está prohibida su exportación y sobre todo, se ha iniciado la presión para que las autoridades elaboren de una vez por todas un estudio que debe determinar cuánta coca se necesita para acullicar, de tal manera de establecer qué cantidad de cocales son excedentes y por lo tanto ilegales, como lo son en este momento todos los sembradíos del Chapare, según lo establece la Ley 1008, todavía vigente.

No cabe duda que el régimen gobernante utilizará este supuesto éxito diplomático para aprovecharlo no solo desde el punto de vista mediático, sino también para reimpulsar la defensa de la coca, con el objetivo de lograr su total despenalización. De hecho, el canciller David Choquehuanca ha anunciado que la meta ahora es lograr que Bolivia pueda exportar coca de manera legal, puesto que desde hace mucho lo hace ilegalmente, sobre todo hacia Argentina, donde el consumo alcanza las cinco mil toneladas anuales.

Los más escépticos creen que las intenciones del Gobierno  son mucho más agresivas en cuanto a la coca y que su verdadero interés pasa por avanzar hacia un territorio libre de restricciones. Lo más probable es que se pueda desatar una suerte de algarabía entre los cocaleros, siempre dispuestos a sobrepasar los límites, que se han mantenido medianamente controlados en los últimos dos años.

La comunidad internacional se ha portado tolerante con Bolivia en relación a los desbordes de los cultivos y la producción de cocaína y el hecho de habernos readmitido en la Convención de Viena expresa la voluntad de evitar que el país quede al margen de las leyes, como una suerte de “territorio forajido”. Esa demarcación a la que se está sometiendo el Gobierno nacional exige obligaciones muy concretas en la lucha antidrogas. Y seguramente, a partir de ahora, la ONU y toda la comunidad internacional serán más rígidas en demandar  su cumplimiento.

martes, 15 de enero de 2013

Gas para los brasileños

Cuando la empresa brasileña EBX fue echada del país, instaló su planta de procesamiento de hierro en Corumbá a pocos kilómetros del Puerto Suárez. El pretexto para expulsarla fue la ecología, aunque hoy esa misma compañía importa de Bolivia el carbón vegetal que originó su “pecado”. Otra empresa brasileña ha empezado a construir una fábrica de cemento en la misma zona, pese a que YPFB anda con vueltas sobre la provisión de gas. Los inversionistas se están arriesgando y ya compraron todo el equipamiento valuado en casi 180 millones de dólares. Pero en caso de fallar la provisión de gas, harán lo mismo que la EBX, se irán a Corumbá a producir cemento para vendérselo más caro a los bolivianos. La demanda de gas de esa planta es de apenas 260 mil metros cúbicos diarios, menos de un 10 por ciento de lo que solicitaba la Jindal y el 0,7 por ciento de la capacidad de transporte del gasoducto a Brasil. Los ejecutivos de la cementera quieren empezar a producir en el 2014 y están confiados, ya que si no resulta en nuestro país, lo van a hacer del otro lado, donde es mucho más seguro conseguir e industrializar el gas boliviano.

lunes, 14 de enero de 2013

Coca y legalidad

La prohibición del masticado de la coca es uno de los asuntos más absurdos que se puede considerar en Bolivia, sobre todo cuando el famoso "bolo" ha penetrado los círculos más elitistas de la sociedad. Pero eso no es lo mismo que establecer un control de la producción de coca, materia prima de la fabricación de la cocaína. Por esa razón es que el Gobierno del MAS se ha negado sistemáticamente a realizar un estudio para saber cuánta hoja de coca se necesita para acullicar. Ese dato inmediatamente arrojará la cifra de hoja que sobra para procesar su derivado más rentable. Ahora que Bolivia ha conseguido un gran éxito al despenalizar el acullico, la ONU y toda la comunidad internacional, a la cabeza de dos potencias como Rusia y Estados Unidos, nada menos, comenzarán a presionar con mayor fuerza para que nuestro país haga una demarcación mucho más precisa de los dos usos principales de la coca. De hecho, una de las primeras prohibiciones es la exportación de la "hoja sagrada", ¿lo cumplirá el Estado Plurinacional? El Gobierno ha celebrado el retorno a un escenario legal como la Convención de Viena, pero lo más probable es que dentro de poco, el Estado Cocalero de Bolivia se dé cuenta que lo más conveniente era la ilegalidad.