viernes, 11 de enero de 2013
El laberinto se complica
Es muy mala señal que el presidente -en persona-, salga públicamente a sacar la cara por el Gobierno en relación a las vinculaciones con la red de extorsionadores que operaba desde tres ministerios. Está claro que los “chivos expiatorios” no han funcionado y que no parecen dispuestos a “pagar el pato”. Detenidos en la cárcel de Palmasola, los abogados Rodas, Rivera y Villegas, principales implicados en el escándalo, enviaron una carta al vicepresidente García Linera exigiendo un mejor trato. El nombre del destinatario dice mucho acerca los deben dar las respuestas necesarias. Otra que no quiere quedarse callada y exige una audiencia con Evo Morales es la diputada Rebeca Delgado, a quien pretenden separarla del esquema de poder por haber pedido una investigación a fondo. El primer mandatario se ha estrellado contra el norteamericano Jacob Ostreicher, sobre quien pretende despertar nuevas sospechas y también lanza sus dardos contra la embajada de Estados Unidos, representación que, en respuesta, ha dado a conocer impresionante documentación que indica que todo el Gobierno conocía de este hecho desde principios del año pasado. Desde entonces hubo casi 30 contactos oficiales entre autoridades nacionales y de Estados Unidos para analizar la situación de Ostreicher.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario