lunes, 31 de diciembre de 2012

El fútbol y la nacionalización

Cuando en mayo pasado, el Gobierno nacionalizó la empresa Transportadora de Electricidad, de propiedad de la compañía Red Eléctrica Española, el presidente Morales les prometió a los furiosos españoles que esa iba a ser la última de las expropiaciones en contra de capitales ibéricos. Resulta que todo fue una simple promesa, pues en medio de una fuerte crisis de credibilidad y cuando los encontrones con Chile ya no alcanzan para “emborrachar la perdiz”, el régimen del MAS ha ordenado la nacionalización de cuatro filiales de la multinacional española Iberdrola, que de esta forma pone fin a su presencia en Bolivia. La expropiación  incluye a las principales distribuidoras de electricidad en La Paz, Electropaz, y en Oruro, Elfeo, además de la empresa de servicios Edeser y la gestora de inversiones Compañía Administradora de Empresas. Pese a que Evo Morales ha prometido una indemnización justa a Iberdrola, el Gobierno de Mariano Rajoy no entiende por qué no se cumplió lo acordado. En varias ocasiones, el presidente Morales bromeó con la idea de resolver los problemas de los países en una cancha de fútbol. A lo mejor esta una consecuencia de lo ocurrido el sábado en el País Vasco, donde la selección de esa región española le propinó una goleada de media docena a nuestros muchachos.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Cuando el río suena...

El intelectual marxista Heinz Dietrich, considerado autor del denominado “Socialismo del Siglo XXI” y asesor en los primeros tiempos de Hugo Chávez, acaba de publicar un artículo en el que desnuda por completo la feroz interna que existe en el chavismo venezolano y que se asemeja  a la pelea de los hijos por la herencia en medio de la agonía del padre. Dietrich acusa al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de intentar traicionar la voluntad de Chávez expresada en una especie de testamento televisado el pasado 9 de diciembre, cuando dijo que en caso de que él no llegue a jurar a su tercer mandato, se debe convocar a nuevas elecciones y en consecuencia pidió a la población elegir a Nicolás Maduro. Pero más allá de dar pruebas sobre la crisis política que se avecina en Venezuela con la ausencia del líder bolivariano, Dietrich se refiere a los graves problemas del régimen, la corrupción y el autoritarismo. En el primer caso, acusa a Cabello, un exmilitar y hombre de confianza de Chávez, de haberse vuelto multimillonario en el poder y define al sistema que pretende implantar en el país como “La Democracia Nostra”, de características golpistas y de claro tinte franquista y musolinista. Dietrich hizo estos comentarios a raíz de una declaración de Cabello, refiriéndose a los “Chulos” (oportunistas) de la revolución bolivariana.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Entre giles y confundidos

El Movimiento Sin Miedo ha calificado como un show la seguidilla de declaraciones de ministros y exministros en relación al escándalo de extorsión-persecución que estalló a raíz del caso Ostreicher. Hace unos días un ex viceministro de Gobierno dijo es posible que el embajador ante la ONU, Sacha Llorentty, sea un gil por no haberse dado cuenta que muy cerca de él actuaba una banda de abogados que habían hecho del control político un medio de lucro. Sin embargo, Llorentty afirma que sí conocía a los juristas que ahora están encerrados en Palmasola, a lo que habría que agregar lo que dijo el abogado ligado al MAS, Williams Bascopé, quien asegura que el exministro de Gobierno usaba la extorsión para anular a sus enemigos. Otro que se presentó a declarar fue Wilfredo Chávez, autor de fuertes acusaciones en contra de Nardi Suxo, ministra de Transparencia, quien afirmó que tal vez su denunciante está un poco confundido. En medio de todas estas idas y venidas, que cada vez se parecen más a la telenovela de la que habló el norteamericano Jacob Ostreicher, suman los pedidos de renuncia que hacen los propios legisladores oficialistas a los ministros implicados. Obviamente esto no es un show, es parte de una estrategia para buscar la confusión y lograr que los verdaderos “giles” queden al margen de toda esta trama siniestra que se tejió para mantener el cerco alrededor de Santa Cruz.

Lo que el proceso de cambio se llevó

Expertos y analistas creen que cualquier otro partido con semejante acumulación de poder y legitimidad como la que ha logrado el MAS, hubiese hecho exactamente lo mismo, es decir, ejecutar un plan de control político, utilizar a la justicia para perseguir a los enemigos y copar toda la estructura republicana con el fin de hacer andar su proyecto partidario, poner en marcha su plan económico y finalmente, marcar por las buenas o por las malas la ideología dominante en todo el territorio nacional.

La única diferencia con todos los modelos autoritarios del pasado, que han abundado y mucho en Bolivia, es que por primera vez se pone en marcha una estrategia política-represiva con fines netamente lucrativos y se abandonan “los grandes postulados”, los fines supremos que supuestamente justifican tales métodos (“medios”, diría Nicolás Maquiavelo).

En un reciente comentario periodístico, el analista Carlos Toranzo afirma que el MAS ha perdido todos los valores que hicieron creíble el discurso del cambio y que lo llevaron al poder en el 2006 y asegura que “los ‘neoliberales’ han quedado chicos frente al Estado masista que se funda en la corrupción”. El economista afirma que el narcotráfico, la tolerancia hacia el contrabando generalizado y la indiferencia frente al crecimiento de las plantaciones de coca son expresiones que le han dado una nueva identidad al oficialismo y que han desdibujado por completo el rostro humanista, ambientalista e indigenista que tuvo en un principio.

A este cuadro que pinta Toranzo habría que agregarle la pérdida del rumbo económico que supuestamente estaba llamado a cambiar la historia rentista y dependiente de Bolivia, por un modelo fundamentado en la industrialización de los recursos naturales. Con cinco veces más fondos que en el pasado, el Gobierno está cometiendo los mismos pecados de siempre, es decir, recurrir a la repartija, malgastar la renta minera y petrolera, incurrir en gastos estrafalarios, invertir en política y postergar tal vez para siempre la posibilidad de dar el paso a la competitividad por la vía de la productividad y la diversificación. Con el estatismo secante que todos conocen y con el que se ha convivido durante casi dos siglos, sin nada por qué pelear, porque todas las fuerzas económicas y la burguesía incipiente de Bolivia han sido plenamente controladas, ¿a qué otro asunto se iban a dedicar los esbirros del régimen si no es a lucrar con su poder que en este momento no sirve más que para eso?

En el plano ideológico el MAS también se ha quedado sin horizontes. Del socialismo apenas queda la represión y el combate al pluralismo; nadie medianamente serio podría trazar el modelo político que sigue el régimen, cuya constitución ha sido arrojada al tacho de la basura y con él el indigenismo, el concepto de lo Plurinacional, el comunitarismo y toda esa parafernalia que fue usada en el principio y que hoy es un cántaro hueco del que asoman escándalos y rituales circenses.

El Estado Integral del que tanto se habló ha quedado reducido a una banda delincuencial. Del indigenismo apenas quedan los sahumerios y las declaraciones desopilantes del canciller; de la gestión, los bonos y las canchitas de fútbol y de la economía, el Jesús en la boca para que no se frene la bonanza de precios internacionales que le da sustento al régimen.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Más allá de la corrupción

La situación de la ministra de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Nardi Suxo, ha quedado seriamente comprometida tras la declaración del exministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, quien indicó ante los fiscales que investigan la red de extorsión de los ministerios, que la funcionaria conocía a los abogados Rodas, Rivera y Villegas, detenidos en Palmasola y presuntos cabecillas del grupo vinculado al caso Ostreicher. Chávez, quien ejerció el cargo después de Sacha Llorentty, dijo que él intentó retirar a los tres sujetos de su despacho, pero Suxo abogó por ellos y dijo que eran muy valiosos aportando elementos en sus investigaciones. Incluso afirmó que si se daba el caso, iba a pedir que Boris Villegas pase a depender de su cartera, hecho que sucedió efectivamente, aunque en primera instancia la ministra negó cualquier relación con esa “trica” y dijo que apenas los había visto por televisión. Otro que habló bien de ellos fue el actual embajador en la ONU. Se refirió a los abogados como competentes y responsables. Con estos aportes, el Gobierno está logrando que se imponga la tesis de la actuación de “una banda privada dentro de los ministerios” y por otro lado que este hecho quede como un escándalo meramente de corrupción, cuando en realidad se trata de toda una estructura de persecución política en Santa Cruz, de la que tuvieron conocimiento muchos grandes jerarcas del Gobierno, incluso el exfiscal general del Estado.

martes, 25 de diciembre de 2012

Comparsas cruceñas

Cuando el difunto Max Fernández comenzó a pisar fuerte en la política del país y por supuesto, en Santa Cruz, algunos grupos de poder se sintieron amenazados y decidieron tomar el toro por las astas. Una de las estrategias para ganárselo a don Max fue hacerle campito en las comparsas más tradicionales de la ciudad. La primera fue “Los Taitas”, padres del 11 por ciento, “cruceñazos” de pura cepa y obviamente, campeones para pasarla bien en el Carnaval. La segunda fue la agrupación más aristocrática del pueblo, “Los Tauras”, en la que figuran y han figurado un expresidente y un sinfín de exministros de todos los colores. No hay duda que la fiesta cruceña, aunque no sea patrimonio de la humanidad ni nada por el estilo, es un excelente gancho para socializar con los que, a su turno, tienen la sartén por el mango y obviamente, el poder para hacerle “dañineras” al oriente boliviano, algo que ha estado siempre en la mente y la voluntad de los centralistas. Habrá que ir pensando en hacerles votación a los Ávalos y otros individuos que andan haciendo Troya en estas tierras. A lo mejor calman un poco sus ímpetus avasalladores. No vaya ser que sigan incrementando las nuevas comparsas cruceñas, “Los Extorsionados”, “Los Perseguidos” y “Los Encarcelados”.

Crecer no es lo mismo que engordar

Recientes anuncios sobre el crecimiento de Bolivia en el 2013, cuya tasa superará al promedio de América Latina, han provocado algarabía en el Gobierno nacional, al extremo que el ministro de Economía, Luis Arce Catacora ha expresado que nuestro país está mucho mejor que Perú, un país que ha descollado en la última década, al haberse convertido en un polo productivo que sigue los pasos de Chile y de Brasil.

Según las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo dependiente de la ONU, el promedio de crecimiento en el continente será de 3,8 por ciento, mientras que el PIB de Bolivia será del 5,2 por ciento, 0,2 por ciento por encima la cifra alcanzada este año.

El crecimiento de un país siempre es bueno, aunque conviene detenerse en los detalles antes de lanzar petardos y vítores, puesto que crecer no es lo mismo que engordar. El hecho de que Bolivia supere a Brasil (4%), México (3,5%) o Chile (5%), no significa que mañana vamos a estar mejor que esos países como lo sugiere el ministro. En ese caso, Haití, cuyo crecimiento será del 6 por ciento en el 2013 podría decir lo mismo.

El ministro sabe que en una economía chica como la boliviana, un solo proyecto productivo puede afectar el comportamiento general. En el 2008, por ejemplo, Bolivia creció en un 6,15%, gracias a la implementación del megacomplejo minero de San Cristóbal, responsable de casi el 50% del PIB. En la gestión que culmina y también el año que viene, las cifras serán notoriamente afectadas gracias al incremento de un 40% de las ventas de gas a Brasil  y Argentina.

En el caso de San Cristóbal y todo el auge minero que vive Bolivia, el responsable del éxito es el dinamismo de las economías asiáticas y los países emergentes que cada día alcanzan niveles más grandes de industrialización y de diversificación y de esa manera fomentan una bonanza de precios en economías primarias como la nuestra. Eso también ocurre con el gas natural, sobre todo en el caso brasileño. En lo que respecta a Argentina, solo nos queda agradecer la torpeza con la que se nacionalizó la petrolera YPF, que ha conducido a una caída en la producción interna de hidrocarburos y por lo tanto, un aumento de la demanda de gas importado de Bolivia.

Lamentablemente, en ninguno de los dos casos, ni el minero ni el hidrocarburífero,el aumento de la producción significa un incremento significativo del empleo, tampoco hay señales de industrialización y diversificación y lo que es peor, en el caso de la extracción de metales, el retorno impositivo es mínimo, lo que deja a Potosí y Oruro, los dos grandes emporios mineros en la misma pobreza de siempre. A esto hay que agregar que mientras Bolivia inyecta dinamismo con su energía a sus vecinos, las necesidades internas de gas siguen insatisfechas.

Obviamente, lo que sí da para festejar con cohetes y champagne, es la impresionante danza de dólares que vive el Estado Plurinacional, es decir el Gobierno, que no halla dónde instalar canchas de césped sintético, coliseos y plazas, las obras estrella de este régimen que busca también la manera de gastar los excedentes en obras faraónicas y elefantes blancos como museos, aviones, helicópteros y satélites, al igual que invertir en eventos simbólicos como el del Lago Titicaca o el partido de fútbol que se jugará próximamente en el estadio de Boca Juniors de Buenos Aires.

La algarabía del ministro Arce es tal que lo llevó a lanzarse a los brazos de Wall Street para adquirir una deuda innecesaria para un país está nadando en dólares. “Cuidado, también se puede morir de éxito”, decía hace algunos años el jefe del Gobierno español, Felipe González, cuando les recomendaba a sus compatriotas a ser más responsables con el dinero. Hoy en España todos recuerdan ese consejo.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Extorsión y geopolítica andina

A fines de noviembre, una comisión de dirigentes agropecuarios y autoridades diplomáticas de Brasil se reunieron con el ministro de Gobierno, Carlos Romero y lo pusieron al tanto (por si es que no lo
sabía), del grave problema de los avasallamientos de tierras que están ocurriendo desde hace años en la zona más productiva de Santa Cruz, con características muy similares a los hechos de extorsión que se han destapado en el último mes en la región.

Luego de ese encuentro, el ministro habló de manera muy vehemente y prometió descuartizar toda una organización que está actuando alrededor de la invasión de tierras, la destrucción de cultivos, el chantaje y numerosos actos de vandalismo. En palabras muy fuertes, Romero dijo que no le interesa actuar en uno u otro hecho puntual, sin que está dispuesto a cortar la cabeza de estas bandas delincuenciales.

Insistimos, ha pasado un mes y las quejas continúan. El presidente de la Asociación de Productores de Soya (ANAPO), Demetrio Pérez ha lamentado la falta de acción de las autoridades en relación a estos grupos, que según él, son de pleno conocimiento del Gobierno, pues vienen actuando desde hace mucho, protegidos por instancias públicas. Ha precisado que las bandas de extorsionadores están compuestas por ex funcionarios del INRA y el Viceministerio de Tierras que tienen excelentes contactos dentro de las instancias de poder oficial y que por supuesto, gozan de privilegios en la justicia.

Tal como ha sucedido con los casos de extorsión denunciados recientemente, las bandas que actúan en los campos productivos y sobre todo contra agricultores extranjeros, tienen suficientes influencias como para burlar a la justicia, impedir que prosperen las denuncias de las víctimas y mucho más todavía, para volcar los procesos en contra de los productores. Pérez insiste en que el Gobierno conoce todos estos procedimientos desde hace mucho y lo que lamenta es la inacción, la protección y el incentivo a estas acciones.

El dirigente agropecuario lamenta con mucho pesar, el ensañamiento con el que actúan los avasalladores, pues en decenas de haciendas han procedido a dañar cultivos con sustancias químicas, han quemado
instalaciones, han robado y destruido maquinaria y por supuesto, han golpeado y amedrentado a los propietarios, a quienes presionan de esta forma para conseguir dinero en efectivo. Y tal como lo hace la mafia que se observa en las películas, estos sujetos, piden grandes sumas a cambio de protección (de ellos mismos).

Resulta muy curioso que casi todos los hechos de extorsión descubiertos involucren a Santa Cruz y que hayan sido perpetrados en todos los ámbitos del quehacer regional, incluyendo también a la agropecuaria, la base de la economía de esta parte del país. Esta realidad es claramente el resultado de un ensañamiento bien calculado y organizado contra el oriente boliviano, con la lamentable complicidad de algunos dirigentes locales que contribuyen con su silencio. En el caso de los agropecuarios de la misma forma que pasó
con Ostreicher, de no haber sido por la intervención de la Embajada de Brasil, estos casos seguirían en el anonimato y con los ministros actuando como “giles”, tal como lo ha sugerido un ex funcionario del Ministerio de Gobierno.

No cabe duda que toda la extorsión acometida contra el oriente, sigue un mismo patrón de la geopolítica andina que busca la destrucción de las estructuras culturales, productivas y sociales de la región.

Los medios y la historia

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, las tropas aliadas llevaron consigo cientos de periodistas, cineastas y fotógrafos para registrar todo el oprobio que habían cometido Hitler y sus secuaces. “Que no quede nada sin documentar, luego algunos no va a creer lo que ocurrió aquí”, decían los generales y pese a todo, hay quienes dudan de la existencia del Holocausto nazi. Uno de ellos es un gran amigo del Estado Plurinacional de Bolivia. En Somalia sólo queda un medio de comunicación independiente, la radio Mogadiscio, que se dedica a transmitir de manera objetiva el salvajismo de los piratas que han tomado el control del país a nombre del fundamentalismo religioso. Los periodistas viven acosados por los francotiradores que permanentemente tratan de destruir sus antenas y por supuesto, asesinarlos para que dejen de informar. La Unesco los apoya porque este medio de comunicación conserva un valioso archivo oral que dentro de uno años se convertirá en la historia de este país castigado por la violencia. Si no se conserva esa voz y ese registro, después nadie va a creer lo que pasó allí. Esa es la principal razón que explica tanto acoso a los medios independientes.

El país del simbolismo

“Cambio”, “Refundación”, “Revolución”, El nacimiento del nuevo Pachakuti”, “La fundación de un nuevo Estado”, el Gobierno de la honestidad”. Todas estas han sido premisas muy interesantes lanzadas en los últimos años para referirse al proceso político vigente, que también se propuso instaurar un modelo socialista basado en los ejes morales incaicos “Ama Sua, Ama Kella, Ama Llulla” y desde el punto de vista económico, levantar el “capitalismo andino” y la“economía comunitaria”. Durante este tiempo se ha tratado de reinventar la historia de Bolivia para demostrarle al país que todo ha nacido a partir de la asunción al poder de los hombres nuevos, de los salvadores y los creadores del “vivir bien”. En medio de un escándalo de corrupción, tal vez el más espurio de la historia republicana, el Gobierno ha lanzado un nuevo concepto “La Nueva Era”, que surge a partir de la celebración del solsticio de verano de este 21 de diciembre de 2012, una fecha que algunos habían marcado para el fin del mundo. Como nada de lo que se había anunciado ha ocurrido y como casi todo lo que prometió el régimen sigue como el calendario maya, en la más absoluta incógnita y marchando más bien hacia la catástrofe, habrá que esperar el siguiente anuncio apocalíptico o tal vez el cumplimiento de algunas profecías políticas que han venido haciendo ciertos analistas.

Carnaval Plurinacional

Hay algunas caras largas por la “plurinacionalización” del Carnaval cruceño. Ahora resulta que la única región que tiene la obligación de ser civilizada, no racista y plurinacional es Santa Cruz, porque en el resto del país nadie hace problema cuando se quieren comer viva a una presentadora que hace un comentario sobre los hábitos de aseo de una ciudad del occidente; cuando apalean indígenas de las tierras bajas; o cuando los ponchos rojos amenazan cada tanto con ensartar en anticuchos a los cambas, buenos para ser extorsionados, perseguidos y encarcelados. El objetivo del andinocentrismo es destruir la cultura del oriente boliviano, una estrategia mucho más fuerte y poderosa que atacar la economía o la integridad física de sus habitantes. Los artífices de estas acciones son sujetos que supuestamente pertenecen a esta tierra pero que actúan como “Caballos de Troya” de una nueva visión que conspira contra el país integrado que surge en este lado del país, donde no hace falta una ordenanza para que los paceños, orureños o cochabambinos bailen en las calles de Santa Cruz, donde lo vienen haciendo desde hace varias décadas. ¿Se puede hacer lo mismo en La Paz, Oruro o Cochabamba?

sábado, 22 de diciembre de 2012

Mocochinchi sin bola

Casi en tono de queja, el canciller boliviano David Coquehuanca se refirió a la escasa convocatoria que ha tenido la celebración del solsticio de verano organizado para este viernes en la Isla del Sol en el lago Titicaca. Hasta ayer, todos los presidentes invitados habían mandado excusas y sólo dos vicepresidentes, el de Nicaragua y de Argentina, habían prometido asistir. El acto coincide con la fecha indicada para el fin del mundo, según algunos pronósticos que han sido comentados hasta el hartazgo por todos los medios. Es probable que entre los invitados haya algunos supersticiosos que se nieguen a viajar por estos días, sobre todo después de que se han producido dos naufragios recientemente en el lago Titicaca. El canciller dijo que este 21 de diciembre en el mundo empezará la “era del Mocochinchi” que desplazará al tiempo de la Coca-Cola, comentario que fue motivo de muchas bromas. Al ministro no le gustará mucho saber que muchos de sus convidados no vendrán porque es fin de año, una época en la que todo el mundo está metido en los regalos, en Papa Noel, la sidra, los panetones y por supuesto, también en la Coca-Cola, uno de los íconos de la navidad consumista y occidental que tiñe de color rojo a medio planeta, incluido el Estado Plurinacional.

Extorsión en el campo

La extorsión parece ser la actividad más común de la política en estos tiempos. El presidente de la Asociación de Productores de Soya (Anapo), Demetrio Pérez acaba de confirmarlo. Según una reciente denuncia, una banda compuesta por ex funcionarios del INRA y del Viceministerio de Tierras ha hecho del chantaje a los productores una profesión. Los agricultores extranjeros, especialmente los brasileños, son sus presas favoritas, a quienes les cobran sumas exorbitantes por protegerlos (de ellos mismos por supuesto). Asegura que a quienes se rehúsan a cooperar les invaden sus tierras, les destruyen sus cultivos, rocían con químicos las tierras y recurren a todo tipo de vandalismo. Pérez dice que el Gobierno los conoce perfectamente y que
incluso, muchos de éstos extorsionadores han estado detenidos, pero han salido libres con mucha facilidad. Lo peor es que las autoridades de las provincias se niegan a recibir las denuncias y en otros casos actúan al revés, es decir, azuzados por los criminales, se estrellan contra los productores. Hace unos días el ministro de Gobierno anunció que actuará con mano dura contra estos grupos. Lo hizo luego de que la Embajada de Brasil interpusiera una queja. Todo esto parece haberlo dicho Demetrio Pérez, como para que nadie salga después haciéndose el gil.

Cuestiones del poder

Un experto en la investigación de la corrupción en Bolivia, asegura que el periodo que vive el país es uno de los más corruptos de la historia. Lo dice a propósito del caso Ostreicher, que ya suma más de una docena de detenidos, la mayoría altos funcionarios del Gobierno y, lo que es peor, varios fiscales, entre ellos el ex número uno del distrito de Santa Cruz. Y más grave aún, nada menos que el presidente de la Tribunal Supremo de Justicia del departamento enfrenta un mandamiento de apremio y su situación es casi la de un prófugo.

Un ex funcionario del régimen actual que todo es un asunto de “giles”, es decir de ministros y viceministros bobos (por lo menos media docena, incluyéndolo a él), que no se dieron cuenta de lo que estaba
ocurriendo a su alrededor y pasaron por alto una red de corrupción que fue capaz de actuar durante seis años en absoluta impunidad y con amplios poderes que les permitían incluso tener un escuadrón de policías a su servicio para cometer con más holgura sus fechorías. Esta versión, que por supuesto tiene el objetivo de distraer y
despistar, asegura que la “banda de los abogados” era una entidad privada y seguramente cuando habla de “giles”, lo que quiere reclamarle a sus colegas del oficialismo es su falta de pericia para esconder todo este entuerto.

Si bien es cierto que la corrupción puede haberse desbordado y por eso es que la opinión pública está presenciando los rebalses de ese fenómeno que inunda nuestra realidad cotidiana, es más correcto
afirmar que el caso Ostreicher es apenas uno de los tantos en los que intervino impunemente la “Banda de los Ministerios” durante un periodo prolongado en el que abundaron las sospechas y las denuncias que no
lograron, lógicamente, lo que sí pudo conseguir un personaje de amplios contactos en los gobiernos de Estados Unidos y de Venezuela y en el mundo del espectáculo hollywoodense. En otras palabras, de no
haber sido por este episodio tan mediático, todos esos “giles” seguirían haciendo delas suyas, tal como pasó con el general Sanabria de no haber sido por factores externos.

El problema no es la corrupción ni los giles ni éste y otro gobierno. La respuesta está en el poder. Estamos ante un Gobierno que ha batido récord en la acumulación de poder en toda la historia del país. Nadie había podido lograr el sueño de casi todos los gobernantes, de concentrar en tan pocas manos todos los mecanismos republicanos que en este momento operan bajo una sola consigna, una sola orden, sin el más mínimo control o contrapeso.

El Gobierno del MAS ha ejecutado en todo este tiempo una serie de reformas con el objetivo de profundizar el centralismo y librarse de trabas procedimentales, “barreras burocráticas” y cualquier impedimento existente en toda democracia para evitar justamente este desborde y  discrecionalidad que se le ha vuelto en contra a los
propios detentadores del poder.

En el pasado nadie podía conseguir dos tercios en el parlamento, por más votos que obtuviera en las urnas. Ninguna autoridad podía ser defenestrada sin existir sentencia ejecutoriada y por más que se cuestione y se critique todo lo que sucedió en el pasado, se habían dado pasos importantes en la institucionalización del Estado, especialmente en la Justicia, donde todo lamentablemente ha sido reducido a un reducto en el que cualquier cosa puede suceder, porque no hay  nadie con la capacidad y la potestad de ponerle freno. Mientras el Gobierno insista en acumular y concentrar tanto poder para buscar la perpetuidad, los casos Ostreicher se van a multiplicar.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La consulta sin fin

El exprefecto de Cochabamba, Rafael Puente, decía hace muy poco, que la consulta del TIPNIS fue una trampa del Gobierno, mientras que los directivos del CEJIS, la organización que se divorció del MAS, considera que en realidad no hubo consulta en el parque Isiboro-Sécure. Un reciente informe elaborado por la Iglesia Católica y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, muestra algo peor que eso, pues además de ser tramposa, los promotores de la farsa también utilizaron el arma del amedrentamiento contra los indígenas para conseguir que manifiesten su aprobación de la construcción de la carretera que podría atravesar el corazón de la reserva natural. Ambas organizaciones hicieron un recorrido por 36 comunidades, de las cuales 30 han rechazado la ruta. Se calcula que hasta fin de mes el recorrido completará el total del Tipnis y se anticipa un rotundo rechazo al proyecto carretero que beneficiará a los productores de hoja de coca. De acuerdo a las conclusiones, no solo ha habido amenazas, sino también regalos y prebendas y pese a ello, los indígenas reiteran su negativa. No vaya a ser que el Gobierno intente una nueva consulta con nuevos regalos y así sucesivamente, como empezó este lío hace más de 500 años.

martes, 18 de diciembre de 2012

El deterioro de la imagen

La reprimenda del presidente Morales hacia los embajadores bolivianos acreditados en diferentes partes del mundo, más allá de la anécdota y el bochorno, refleja un elemento preocupante para el Gobierno del MAS: el fuerte deterioro de la imagen del “proceso de cambio” a nivel internacional.

El primer mandatario es un viajero frecuente y no cabe duda que ha podido percibir de primera mano que la imagen que proyecta su Gobierno en el mundo ya no es la misma que al principio de su mandato. Es más, el motivo de tanto enojo con los representantes diplomáticos podría estribar en que, su propio perfil como jefe de Estado, como gobernante de origen indígena y como líder popular, se encuentre malgastado, hecho que tal vez ha percibido en los más recientes recorridos realizados en Europa, donde el ascenso de Evo Morales tuvo amplias repercusiones y un amplio caudal de apoyo.

Como se sabe, gran parte de los esfuerzos realizados por el régimen que se inició en enero del 2006, fueron conducidos hacia la consolidación de un perfil fortalecido en el extranjero, a través de una política denominada “diplomacia de los pueblos” que consiguió un enorme apoyo en distintos foros internacionales. Esto indica claramente, a diferencia de lo que pueden repetir algunas voces particulares, que las relaciones internacionales son una clave que nadie puede descuidar y que para el MAS ha sido de vital importancia, pese a que la Cancillería no ha podido estructurar una base de acciones coherente y sostenida. De todas formas, gracias a la figura presidencial, a su discurso y su legitimidad, nadie puede dudar que se anotaron éxitos notables, sobre todo en el plano mediático.

Nadie más que el jefe de Estado puede saber hasta dónde ha llegado el desgaste, pues nadie más que él asiste a algunos eventos y mantiene contacto directo con grandes personalidades. Por lo visto la semana pasada en el encuentro con los embajadores, la situación parece delicada, pues no se puede explicar de otra manera el gesto iracundo del mandatario.

Si bien los embajadores pueden ayudar a mejorar la situación, como dijo el presidente, asumiendo de manera militante el discurso oficial, lo más probable es que los hechos que ocurren todos los días dentro del país sean los responsables de la caída de la imagen. Y lamentablemente la lista de “culpables” es demasiado grande: desde el caso Sanabria, que tumbó el velo del Estado cocalero y lo transfiguró en otra cosa, hasta el caso Ostreicher, que ha adquirido tintes cinematográficos, con estrella de Hollywood incluida, ha corrido demasiada agua por debajo del puente y ahora toca recogerla.

Las relaciones con Brasil, deterioradas por el narcotráfico y la situación del senador Pinto; la inseguridad de las inversiones, las tomas de minas extranjeras, el caso Rózsa que repercute en algunas naciones europeas; la triste situación de los indígenas del TIPNIS, calumniados, reprimidos y sometidos a una trampa; el derrumbe del discurso ecologista; la mentira de la transparencia y lucha contra la corrupción… Todos estos son elementos que han comenzado a calar muy fuerte en el exterior y por supuesto, tiran abajo el concepto del “cambio” que todos esperaban que se produzca en Bolivia. Y esta caída no la van a reparar los embajadores, por más que se esfuercen e incluso renuncien a sus propias ideas y pensamientos como se les ha solicitado.

No me ayude compadre

La visita fallida del presidente boliviano a su colega venezolano Hugo Chávez, hospitalizado en La Habana, ha complicado seriamente el discurso oficial de Caracas, que trata de calmar los ánimos sobre el aparente estado agonizante del líder bolivariano. De acuerdo a la versión oficial difundida el viernes, Chávez había retomado sus tareas presidenciales el viernes, dando instrucciones a sus colaboradores. En ese momento aparecieron los planes del mandatario boliviano de ir a visitarlo, cosa que no pudo suceder por “cuestiones de tiempo”, se dijo en un principio, aunque después se aclaró que fue por instrucciones de los médicos. En realidad, todo este ir y venir, de anuncios y suspensiones no ha servido más que para delatar la verdadera situación del caudillo que, según algunos partes médicos que han circulado, está más grave de lo que se pueda pensar. Los más recientes comunicados lanzados tanto por el régimen venezolano como por algunos voceros nacionales, no hacen más que confirmar que Chávez está más en manos de los médicos que él de su Gobierno y que no hay más que atenerse a lo que digan los profesionales.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Embajadores obedientes


El presidente les ha dicho a los embajadores de Bolivia en el mundo que no pueden pensar por sí mismos, que deben dedicarse a hacerle propaganda al Gobierno y difundir el discurso oficial del "cambio" que él mismo se encarga de repetir en todos los foros internacionales. Vamos a dar por sentado que todos los representantes diplomáticos van a obedecer la recomendación y que, por ejemplo, comenzarán a repetir que Bolivia es un lugar seguro para las inversiones extranjeras y que nuestro país es un territorio donde impera la justicia porque se ha puesto en marcha una verdadera revolución que permite la transparencia y la celeridad de los procesos judiciales. También machacarán hasta el hartazgo que Bolivia es un país libre de mafias y cárteles del narcotráfico y que las fuerzas de seguridad nacionales son muy eficientes en el control de las drogas, de ahí que se incauta mucho más cocaína que en el pasado, hecho que de ninguna manera refleja un incremento de la producción como lo señala la ONU, entre otros organismos multinacionales. Todo eso será posible solo en caso de que en los actos, en los cocteles y cualquier evento a los que suelen asistir los embajadores, nadie tenga el atrevimiento de mencionar el caso Ostreicher, el caso Sanabria o las decenas de tomas de minas en la que operan empresas extranjeras.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Internet no es un juego

Pese a que fue creada en los años 50, la red internet se metió masivamente entre la gente en 1995 y no fue hasta la aparición de Google, poco tiempo después, que cobra dimensiones monstruosas que permiten afirmar que casi la plenitud de la cultura universal se encuentra hoy presente en la red, disponible y abierta a la humanidad de manera libre y gratuita, en su mayor parte.

Gracias a Internet el acceso a la información y al conocimiento se ha vuelto más democrático al punto que la red se ha convertido en un elemento indispensable para la educación. Hace mucho que la ONU se dio cuenta de esta ventaja y retó a la industria de la informática a crear una computadora cuyo precio no sobrepase los 200 dólares con el fin de permitir que millones de niños del tercer mundo puedan conectarse a las bibliotecas, a los centros de documentación, a instituciones que producen conocimiento y a las mayores enciclopedias nunca imaginadas por la mente humana.

Hace mucho también que algunos gobiernos del mundo se dieron cuenta que la conexión a internet es una gran ventaja para la ciudadanía. Países como Singapur, Corea del Sur y Estonia, disponen del servicio gratuito en todo su territorio. Organismos internacionales como la Cepal han podido medir el impacto económico que significa mejorar la conexión a la red y según indican, por una mejora del 10 por ciento en el ancho de banda, se incrementa en un 3,2 por ciento el Producto Bruto Interno. En Brasil, México y Argentina, por ejemplo, Internet representa el 2,5 por ciento del PIB y la productividad ha aumentado en un 2,6 por ciento gracias a la mejora de la conectividad. Según Mckinsey & Company,  la compañía que elaboró el estudio, cada año se crean 150.000 nuevas empresas relacionadas a la red de redes y en Latinoamérica, donde las pymes representan entre el 20 y el 35% de la economía, promover su uso en el sector tiene un alto impacto.

En los últimos meses, Bolivia ha llamado la atención de las organizaciones que estudian el comportamiento económico en América Latina, ya que nuestro país ostenta el triste sitial de tener una de las conexiones a Internet más lentas y caras del mundo. Pese a ello, la población hace grandes esfuerzos por conectarse y hacer uso de las nuevas tecnologías, como lo demuestran encuestas que indican la elevada penetración de la red, sobre todo entre los más jóvenes. En estos relevamientos se indica igualmente la importancia que han cobrado las redes sociales y los medios informativos digitales en la participación ciudadana, al punto que algunos llamas a estas herramientas como el quinto poder de las democracias modernas.

Por un lado, el Gobierno delata su falta de preocupación al no contribuir con políticas que ayuden a mejorar la conectividad en el país, pese a las conminaciones que ha recibido de la Cepal y de otros organismos a actuar de manera urgente en este campo. Por otro lado, los agentes gubernamentales, empezando por el presidente del Estado reflejan el rechazo que sienten hacia el uso de las redes, a las que consideran como un espacio lúdico y de intercambio de información que amenaza con la hegemonía comunicacional que pretenden instaurar en el país.

Recientemente, la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicación y Transporte (ATT) ha emitido una resolución administrativa destinada a regular el servicio de internet, con el fin de que las empresas prestadoras cumplan con las normas internacionales en cuanto a calidad y velocidad. Ojalá que sea éste último el criterio que se imponga en el país para que Bolivia no siga sumando más elementos de atraso y de pobreza.

Nerviosismo en "el barco"

Muchos coinciden en afirmar que el caso Ostreicher y toda la red de extorsión que se ha descubierto en el Gobierno todavía no ha comenzado. Los primeros en admitirlo fueron algunos miembros del Estado que han estado trabajando arduamente para atrapar a los responsables de esta banda. La presidente de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, dijo que el caso ni siquiera se ha llegado a los mandos medios y el propio Boris Villegas, acusado de ser uno de los cabecillas del grupo, dijo que no está dispuesto a convertirse en “chivo expiatorio” de nadie, pues en todas sus actuaciones recibió órdenes de ministros y viceministros. Estas declaraciones han dejado mudos a algunos altos dignatarios y han llevado a contradecirse a otros, como la ministra de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, Nardi Suxo, cuya renuncia ha sido exigida por el senador del MAS, Félix Martínez. Mientras todo esto ocurre, en el Gobierno se propaga el nerviosismo y algunos voceros intentan imponer la tesis de que la “Banda de los Abogados” era una suerte de entidad privada, pese a que tenía la potestad de disponer de un cuerpo especial de policías. Lo más preocupante de todo es que esta misma teoría acaba de ser repetida por el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, hasta ahora, uno de los que más insistía en investigar “caiga quien caiga”.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Prueba de obediencia

Jerjes Justiniano Talavera, embajador de Bolivia en Brasil. Ex diputado, ex rector de la Universidad René Moreno, ex concejal y ex candidato a gobernador. Salvador Ric, embajador de Bolivia en Uruguay. Exitoso empresario y ex ministro. Walker San Miguel, cónsul boliviano en Chile. Ex ministro, experto en leyes y especialista del derecho constitucional. Jorge Miranda Luizaga, embajador de Bolivia en Irán. Connotado intelectual, filósofo y antropólogo, miembro de la Comunidad andina de Sabiduría Ancestral. María del Carmen Almendras, embajadora de Bolivia en España. Abogada y licenciada en Ciencias Políticas y ex integrantes de la  Comisión Episcopal de Pastoral Social Cáritas de la Iglesia Católica. Carlos Federico de la Riva Guerra. Educador de larga trayectoria, ex director del colegio jesuita San Calixto de la ciudad de La Paz. Estos son algunos nombres de los representantes diplomáticos de Bolivia en el exterior. Con ellos se reunió ayer el presidente Evo Morales y les recriminó por no dedicarse a hacerle propaganda a su Gobierno. Les dijo de forma terminante que ellos no
pueden pensar por sí mismos, que deben dedicarse a hablar por el Estado Plurinacional y repetir todo lo que concierne al discurso oficial. Habría que pedir qué piensan ellos. Esa sería la primera prueba de obediencia.

jueves, 13 de diciembre de 2012

No te metas con mi Facebook


Casi el mismo día en el que el presidente Evo Morales lanzaba un nuevo dardo en contra del uso del Facebook y les recomendaba a los jóvenes alejarse de las redes sociales, el papa Benedicto XVI lanzaba su primer mensaje a través de su propia cuenta de Twitter.
Por la talla de ambos protagonistas fácilmente podemos darnos cuenta de quién es el que está equivocado. Dentro de unos años, cuando el “proceso de cambio” sea simplemente un mal recuerdo o una triste anécdota en la historia de Bolivia, la Iglesia católica seguirá siendo la institución más influyente del planeta como lo ha sido en los últimos dos mil años.
Soy el primero en renegar por el mal uso que hacen los adolescentes de las redes sociales, pero todos sabemos que los chicos hacen uso inadecuado de casi todo y son esencialmente proclives a excederse. No nos vamos a volver locos por eso.

Lo que resulta pésimo es que nada menos que un presidente que se hace llamar del Siglo XXI no sepa qué hacer con el Facebook, aunque obviamente todos sospechamos que quiere mandarlo al demonio tal y cual pretende hacer con todos los medios que sirven para informarse y fortalecer la democracia.
El Papa está haciendo lo mismo que las universidades, que las escuelas, empresas e instituciones de todo tipo, incluyendo las bibliotecas. El mundo entero, como si fuera una aldea global confluye en las redes sociales, de una manera democrática, libre y abierta. A no ser que sea precisamente a eso lo que le tiene miedo el presidente.

La punta del iceberg

Algunos creen que el más reciente dictamen de los jueces cruceños en relación al norteamericano Jacob Ostreicher no hace más que confirmar que sigue activa la red de extorsión que supuestamente opera desde al menos dos ministerios. La sospecha es corroborada por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien ha hecho un llamado a la confianza, porque según dice, van a caer muchos otros y la prueba es el arresto de Boris Villegas, quien tuvo importantes cargos en el Gobierno, incluyendo un puesto en el Ministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, donde su titular, Nardi Suxo afirma no haberlo visto más que la tele. El estadounidense que permanece detenido, ha dicho que la ciudadanía boliviana ha visto muy poco en relación a este caso y que simplemente ha salido a la superficie la “punta de un iceberg”, mientras que hace votos para que todos terminen en la cárcel. Mientras que algunos miembros del Gobierno tratan de llamar a la “Banda de los abogados” una red “PRIVADA” de extorsión, la presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, afirma que las investigaciones apenas han llegado a los mandos medios y le ha dado plazo a la Fiscalía hasta fin de este mes para que identifique a los verdaderos responsables de esta organización que, según asegura, no actuó de forma autónoma.

¿Y la dignidad de Bolivia?

Un extranjero fundó la República de Bolivia y desde entonces parece que no hemos podido librarnos del estigma de un país que necesariamente debe ser tutelado por agentes externos, porque somos incapaces de gobernarnos y crear un Estado con autonomía para asegurar un mínimo de bienestar en paz y con justicia.

Casi todos nuestros vecinos nos han mutilado el territorio nacional, como si existiera una conjura para la desaparición de Bolivia, por el hecho mismo de que nosotros no hemos hecho más que contribuir a la inviabilidad.

Una empresa petrolera transnacional nos llevó a la Guerra contra Paraguay y un extranjero fue contratado para defendernos; tuvieron que ser los “indeseables” gringos los que pongan orden en el país cuando éste se estaba convirtiendo en una “narco-república” y una vez son expulsados por una “cuestión de dignidad” volvemos a caer en las garras del narcotráfico, que lucen imparables ahora que están promovidas desde algunos estamentos públicos.

Los extranjeros nos dicen qué hacer porque no hallamos el rumbo, ni siquiera para buscar un horizonte de desarrollo. La carretera Santa Cruz-Cochabamba fue el fruto de una política que se originó en el exterior para tratar de sacar a Bolivia del pozo de la monoproducción y el rentismo que lamentablemente sigue siendo una barrera para nuestro futuro.

Una vez un embajador norteamericano hizo recomendaciones específicas sobre cómo votar en Bolivia y hoy tal vez muchos estén llegando a la conclusión de que tenía razón, aunque “por dignidad” nadie se atrevería a reconocerlo. Otra embajadora, muy suelta de cuerpo, dijo también que los bolivianos “no tenemos cojones” para cambiar la justicia y que en los tribunales “no hace falta contratar un abogado, porque es más fácil pagarle a un juez”. La gente se escandalizó por esas palabras que habría que tenerlas en cuenta justo hoy, 13 años después y cuando hay supuestamente un proceso revolucionario en marcha que también ha hecho cambios “trascendentales” en el sistema judicial.

Todo viene a propósito del extranjero más ilustre que ha visitado nuestro país en los últimos tiempos, el actor de Hollywood Sean Penn, quien lamentablemente ha ayudado a poner al desnudo frente a los grandes reflectores mundiales toda la miseria que ocurre en Bolivia. Ni siquiera una superproducción cinematográfica podría superar la pesadilla que hemos estado presenciando.

Sean Penn habla de un tumor metido en el sistema judicial, de violación a los derechos humanos, de abuso y de los excesos del poder que hemos padecido a diario todos los bolivianos en mayor o menor medida desde que nació la república. Por desgracia esa misma lacra permanece intacta y parece haberse desarrollado aún más al amparo de un régimen que impide el funcionamiento de los mecanismos democráticos que naturalmente deben operar en el control y el contrapeso.

Quienes hablan tanto de dignidad y se ufanan de haber expulsado a los agentes foráneos que se inmiscuían en nuestros asuntos, deberían estar avergonzados por todo lo que está sucediendo. Y no se trata solo de renegar de nuestra realidad, de nuestras lacras, sino del hecho que tenga que venir necesariamente un extranjero para mostrarnos lo que sucede, de lo contrario, todo seguiría en las mismas condiciones.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Periodismo en peligro

De esa misma forma titulaba hace unos días un artículo que circuló en Argentina a propósito de la Ley de Medios que estaba por aniquilar el ejercicio de la prensa independiente en aquel país y que afortunadamente tropezó con uno de los pocos jueces probos, capaces de confrontar al autoritarismo que busca imponer una voz única en todo el territorio nacional.

Suena paradójico que se hable de la desaparición del periodismo cuando cada día hay más medios de comunicación. Tal como sucede en Bolivia, en Argentina hay una explosión de órganos de prensa oficialistas que trabajan para el régimen gobernante y funcionan gracias al inmenso aparato propagandístico que derrocha millonadas en publicidad gubernamental.

Los medios alimentados directamente por el Gobierno o que gozan de amplias preferencias publicitarias están obligados a repetir el discurso predominante y a esconder el lado oscuro que sólo muestran los medios independientes, los mismos que deben sobrevivir el acecho de la judicialización, la hostilidad de los poderosos y sus huestes y por supuesto, la discriminación publicitaria del aparato público.

En esas condiciones es lógico afirmar que cada vez existe menos periodismo y más propaganda ejercida por quienes dicen ser periodistas, pero en realidad son simples esbirros de la comunicación oficial. En el caso de los medios independientes, por pequeños que sean, ante cualquier desliz que disguste a los gobernantes, quedan inmediatamente excluidos del circuito publicitario y expuestos a la desaparición.

En esta semana, uno de los periodistas con mayor trayectoria recibió uno de los premios más importantes del país. Se lo dieron con tres años de retraso y luego de vencer la presión oficial que ha servido también para sacarlo de la mayoría de los medios del país y para dejarlo sin auspiciadores, lo que le deja muy poco margen para seguir ejerciendo su labor crítica, fundamental para orientar a la opinión pública sobre hechos, escándalos y casos graves que pudieron haberse evitado de haber puesto atención a las advertencias que lanzan este tipo de comunicadores, que siempre fueron contestatarios, incluso en las férreas dictaduras y obviamente durante los denominados gobiernos “neoliberales.

En su discurso, Humberto Vacaflor citó al ex presidente chileno Ricardo Lagos, quien dijo recientemente que la democracia fue un invento del periodismo, porque antes de que exista la prensa, las decisiones las tomaban los reyes en base a sus propias percepciones o caprichos sin que nadie tenga la posibilidad de intervenir. Con la publicación de las noticias de interés público, la gente se involucra, la ciudadanía interviene y participa, además de que se produce la sanción social, elemento vital para lograr que se observen y se castiguen conductas contrarias a las leyes y la ética.

Por eso es que al desaparecer el periodismo no sólo se pone en peligro la democracia, sino que ésta tiende a desaparecer, para dar paso a la dictadura que siempre es proclive al mesianismo, a la voz única y a la imposición que no admite el pluralismo. En Bolivia, el Gobierno derrocha dinero público en propaganda, compra medios privados en circunstancias muy dudosas y también discrimina con la publicidad como hacen los argentinos. En lo que respecta a la legislación el acecho es constante y progresivo. En estos días se aprobó una ley supuestamente favorable a los reporteros, pero que lleva escondida la finalidad de lesionar financieramente a los medios independientes, con la finalidad de hacerlos desaparecer.