jueves, 21 de marzo de 2013
Tres días en el SEGIP
De un momento a otro salió un funcionario con cara de agobiado y les dijo a todos los que hacían fila en la puerta que vuelvan mañana, que habían atendido a 570 personas en todo el día y que tenían que cerrar. Faltaban casi dos horas para que se cumpla el horario fijado por la institución. Una mujer se puso a llorar desconsoladamente, pues había pedido permiso en su trabajo para tramitar su permiso de conducir y todo había sido en vano. Ahora debía poner la cara de nuevo para exigir más tolerancia. Este y todos los reclamos de la gente que llevaba más de cinco horas esperando y que había llegado a las 6:30 de la mañana fueron insuficientes para convencer al “servidor público”. Exhaustos, todos tuvieron que retornar al día siguiente y la mujer que lloraba no apareció. Llega el turno casi al mediodía y cuando todo parecía indicar que llegaban a la cima del “Everest burocrático”, le comunican a un hombre que hay fallas en los archivos del carnet de identidad, pues aparece con dos fechas de nacimiento distintas. Con la ayuda de un tramitador tuvo que obtener una nueva cédula y con ella, retornar un tercer día en busca del famoso brevet. Esto sucedió recientemente en las oficinas centrales del Segip de Santa Cruz, donde aseguran que han mejorado sustancialmente la atención al público.
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