sábado, 28 de julio de 2012
La micro y la macro
Cada vez que vienen al país representantes de organismos financieros
internacionales se despiden dándole palmaditas en la espalda al
Gobierno. Los “neoliberales” se quedaban chochos con los adulos y lo
triste es que el régimen actual también mueve la cola con las lisonjas
del FMI, el Banco Mundial, el BID y otros, que apenas contemplan los
datos macroeconómicos para dar su diagnóstico. Eso es como intentar
saber cómo vive una familia con mirar la fachada de la casa. Por eso es
que las autoridades económicas de Bolivia se ufanan de las reservas
internacionales, del bajo déficit, de la inflación controlada, de la
reducida deuda en relación con el PIB, como si estos indicadores
pudieran echarse a la olla con papas y camote. Después de mucho adular,
el presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), Enrique García,
de visita en Bolivia estos días, recomendó aprovechar la situación
macroeconómica mundial para incidir en la microeconomía, que
concretamente significa mayor crecimiento. Fijarse sólo en la
macroeconomía y decir que vamos bien es como construir una casa, ponerla
bonita, pero olvidarse de instalarle agua y luz. Así está la economía
boliviana.
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