domingo, 1 de julio de 2012
Nacidos de nuevo
Los más ingenuos pensarán que la Policía apenas ganó "100 bolivianitos"
con el estruendoso motín policial que provocó aullidos de golpe de
Estado en los alharacos de siempre. Durante los días de la revuelta, los
uniformados fueron extremadamente disciplinados a la hora de señalar
sus objetivos. Como primer número destruyeron los archivos de las
oficinas de Inteligencia, donde se encontraban los procesos de
seguimiento a los sospechosos, delincuentes, capos e integrantes de las
organizaciones criminales del país, especialmente ligadas al
narcotráfico. Para un Policía de buena ley, destrozar sus archivos es
como pegarse un tiro en el pie, a no ser que en realidad hayan querido
romper el espejo. Si ha sido así, los más beneficiados han sido algunos
jefes de la institución, que a decir del propio Gobierno, está dominada
por verdaderas mafias del crimen organizado. Para equilibrar las cosas,
los amotinados también destruyeron las instalaciones del Tribunal
Disciplinario, donde quedaron convertidas en cenizas las investigaciones
y detalles de los policías sospechosos de haber caído en
irregularidades, desde el sargento que aplicó el "artículo 20", hasta el
general que anda en tratativas con los "chuteros". Las autoridades de
la Policía han reconocido que todo ha vuelto a "fojas cero", en otras
palabras, nuestros jóvenes verde olivo han nacido de nuevo y se han
convertido en angelitos de la noche a la mañana. A ver cuánto les dura.
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