Los patrones de la droga

La premisa "Socios, no patrones" que trata de aplicarse en el campo de la explotación de los recursos naturales no se cumple en la industrialización de la coca. Al menos, esa es la conclusión que saca la Policía boliviana, que asegura que narcos extranjeros son los que dominan esta actividad ilícita en el país y que hacen de inversionistas y exportadores, mientras que son familias bolivianas las que se  encargan de la elaboración de la pasta base de cocaína, producto que tiene un valor mucho más bajo que la mercancía cristalizada que es enviada a los mercados externos y que, obviamente, se lleva las mayores ganancias. Recientes incursiones policiales en la región sur de Cochabamba y tres poblaciones de Santa Cruz han permitido descubrir pozas de maceración y laboratorios de cocaína de gran tamaño, donde son los bolivianos los que ponen la fuerza laboral a órdenes de narcos colombianos, mexicanos y paraguayos que han expandido sus operaciones en el territorio nacional. La información ha sido corroborada por el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, quien ha precisado que el negocio está en manos de clanes familiares locales que operan en Yapacaní, San Germán, Nuevo Horizonte y Kilómetro 35 y que producen cocaína para las organizaciones transnacionales que se llevan la mayor tajada del negocio.