viernes, 19 de octubre de 2012

Orgullo boliviano


El dirigente alteño Roberto de la Cruz, a propósito del aniversario de la Guerra del Gas, dijo sentirse orgulloso por haber ayudado a impedir la exportación de gas a Chile, México y Estados Unidos, como se lo proponía el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada. En el 2003, exportar gas a cualquier sitio era lo más inteligente que se hubiera podido hacer en Bolivia, un país cuyas reservas crecían mucho más rápido que sus mercados. Con todo lo que ocurrió, con la eliminación de los mercados y con la nacionalización, exportar gas en Bolivia se ha vuelto un problema, porque no existe las reservas disponibles ni el energético suficiente para cumplir con los compradores externos y también con los que necesitan el gas dentro del país. El Gobierno, que prometió recuperar el gas para los bolivianos, no tiene más opción que incumplir con los nacionales para no fallarle a Argentina y Brasil. De la Cruz debería saber que muchos proyectos productivos y de gas domiciliario están truncos por falta de gas. Tal vez lo sabe, pero no se puede asegurar que se sienta orgulloso por ello.

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