martes, 4 de septiembre de 2012

Beber no es para cualquiera

Una jueza le hizo saber a la asambleísta departamental, Rose Marie Sandóval, que eso de subirse a los automóviles oficiales y ponerse a beber sin temor a las consecuencias es un privilegio reservado solo para algunos en este país. La representante opositora no pudo eludir la intervención policial como ha sucedido con otros personajes de la política nacional, tampoco se salvó de las cámaras de la televisión, no pudo esconder la camioneta en la quinta de algún amigo y tampoco fue capaz de culpar de todo a su chofer, como hizo un célebre senador, reincidente en aquello de meterle a las copas. La asambleísta, que según el análisis policial, tenía 15 por ciento de graduación alcohólica, fue acusada de conducción peligrosa, tuvo que dormir en las celdas de Tránsito y fue llevada ayer ante una jueza cautelar, quien le impuso una fianza de 30 mil bolivianos y arraigo, además de disponer que se inicie un proceso por violación a la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz que podría significar una sanción de cárcel de uno a tres años. Además de todas estas sanciones, existe la solicitud del oficialismo de proceder a la suspensión de Sandóval de la Asamblea Legislativa Departamental. El Viceministro de Régimen Interior estuvo atento a todos los movimientos de este importante caso.

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