Pareciera que Santa Cruz se ha anotado un gran triunfo político con la propuesta del incremento de tres escaños para la región en la Asamblea Legislativa Plurinacional, pero de producirse, se trataría simplemente de una victoria “de los políticos”, como siempre, favorable para algunas élites y sectores, pero pernicioso para la gente, para el bien común y los intereses del departamento, puesto que se trataría del resultado de un canje de tres diputados por más de 360 mil habitantes que fueron eliminados del Censo 2012.
“Cuando la limosna es grande...” dice un refrán repetido mucho estos días a través de las redes sociales y la verdad es que ganar tres escaños a cambio de la estafa del Censo es una patraña que merece el rechazo de la población puesto que de esta manera se estaría provocando un daño permanente, con el cercenamiento de recursos que impedirían atender las necesidades de una gran porción poblacional que literalmente ha sido borrada del mapa, en connivencia con autoridades que ahora están conformes al haber obtenido una migaja del centralismo, tres parlamentarios de los cuales no hay certeza que van a trabajar por la región y por el beneficio de la ciudadanía. Victoria pírrica dirían los entendidos en la ciencia política.
Con este contubernio no quedan dudas que se ha instalado nuevamente lo más rancio de la vieja política nacional que siempre busca satisfacer los intereses de algunos grupos y descuida las aspiraciones ciudadanas. Un centralismo que se las ingenia para hacerse espacio en Santa Cruz y unos falsos opositores que venden la causa y el futuro departamental por “un plato de lentejas”. El Gobierno impone un Censo mentiroso que le hace un daño tremendo al país y los políticos redibujan el mapa del poder a su antojo.
Desde una óptica opositora se podría cantar victoria afirmando que se ha ganado más espacio político para una región tradicionalmente rebelde con el “proceso de cambio”, pero el precio pagado ha sido demasiado alto y además no se ataca el fondo del problema, pues de lo que se trata es de que todos los departamentos obtengan una asignación financiera y una representación parlamentaria acorde con la cantidad de población, principio que ha sido totalmente vilipendiado con el Censo manipulado.
Y tomando en cuenta el punto de vista oficialista, lo que ha hecho es simplemente hacer una apuesta en relación a un virtual triunfo electoral en Santa Cruz y para ello, por supuesto, sería importante contar con mayor presencia parlamentaria con el objetivo de mantener su hegemonía, la misma que le ha permitido montar una autocracia que le ha servido para transgredir el Estado de Derecho y establecer un régimen de hostilidad precisamente contra quienes hoy le tienden la mesa.
Santa Cruz siempre ha luchado por la descentralización, por autonomía, una correcta asignación de recursos financieros y porque se respete el sistema representativo de la democracia con el número correcto de escaños. El “regalo” que le hace esta vez el centralismo a la región deja un sabor agridulce, pues no es más que un caramelo que pretende hacernos tragar a todos el trago amargo del censo tramposo armado por el Gobierno.
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