domingo, 4 de noviembre de 2012

Cuando salí de Cuba

El Gobierno ha dado la orden de entregarle un ítem (léase “pega”) a todos los médicos bolivianos graduados en universidades cubanas. Sin embargo, para esos profesionales, ejercer en Bolivia es tarea difícil ya que la formación que reciben en la isla caribeña es incompatible con el programa de estudios aprobado por el Ministerio de Educación de Bolivia, cuyo marco es la Ley Avelino Siñani, tan defendida por el Estado Plurinacional. Según las normas, para que un médico egresado en el exterior pueda atender pacientes, sus estudios deben coincidir en por lo menos un 70 por ciento con las exigencias internas y la currícula cubana está muy lejos de ese parámetro, hecho que les ha impedido a los becarios bolivianos obtener su título en provisión nacional. Para obtenerlo, cualquier postulante debería rendir un examen teórico práctico o someterse a una nivelación académica, lo que equivale a estudiar de nuevo. A lo mejor las autoridades de salud están pensando en una solución mucho más expedita. Ellos son muy prácticos y flexibles. Si hasta aceptaron que un médico que tardó 27 años en graduarse, ejerza de ministro de Salud ni bien obtuvo el título.

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