jueves, 15 de noviembre de 2012

Vuelven los fantasmas

Un sobrino del narco Techo 'e Paja atrapado en Paraguay
Techo ‘e paja, Piquín, Oso Chavarría, Meco, Pato, Rey Salomón, Barbachoca. Estos son algunos de los apodos tristemente célebres que sonaron muy fuerte en los años '80 en Bolivia, cuando se produjo el auge de la cocaína que surgió precisamente del apoyo estatal, más concretamente de las “narcodictaduras” que luego penetró también a algunos gobiernos democráticos. Costó mucho dolor, sangre y recursos económicos poner a raya a los grupos de narcotraficantes que consiguieron poder económico y político, y lo que es peor, una buena dosis de aceptación social que resultó muy dañina para la convivencia nacional. Uno a uno esos personajes fueron atrapados y encarcelados, aunque sus cómplices admitieron errores, no todos pagaron sus delitos. En este momento el país parece estar incurriendo en el mismo error de aquella vez, pero la novedad es que el mundo ha cambiado lo suficiente como para asegurarse de que la impunidad no siga siendo el sinónimo de poder. Brasil es un ejemplo de ello. Y volviendo a los apodos. Una señal muy clara de que las cosas se han puesto bravas como hace 30 años es precisamente porque se vuelve a hablar de otro Techo ‘e Paja, recientemente atrapado en Paraguay. Aunque hay que reconocer que esos quedan chicos al lado de los chapos y zetas que andan merodeando por estos lares.

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