Cerebro izquierdista

La izquierda siempre ha sido muy afecta a hablar de grandes valores como la educación, pero a la hora de la verdad, han tenido muchos problemas en llevar sus teorías a la práctica. En Cuba, por ejemplo, se ufanan de que la Revolución eliminó el analfabetismo, pero lamentablemente los cubanos solo pueden leer un solo periódico, autorizado por el Partido Comunista, que también tiene larguísimas listas de libros censurados, entre ellos varios que hablan nada menos que del pensamiento de Simón Bolívar o de las ideas de José Martí. Los izquierdistas son autores de hermosas teorías de la comunicación social, pero cuando les ha tocado ejercer el poder, han sido partidarios de la hegemonía comunicacional que impone la voz única, todo lo contrario a la lógica más elemental de la comunicación que supone diálogo e intercambio. Son “gallos” para hablar de libertad pero han convertido a muchos países –por suerte ahora son muy pocos-, en verdaderos estados carcelarios, donde todo es obligatorio o todo está prohibido. Lo mismo pasa con las ideas. La izquierda tiene grandes ideólogos, cerebros destacables, pensadores que dan envidia, pero lamentablemente, ellos mismos son los encargados de prohibir que la gente piense por sí misma.