martes, 18 de junio de 2013
Érase una vez en “Truequelandia”
Últimamente, en las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Brasil las cosas parecen estar resumiéndose a un asunto de trueque, algo que ya fue denunciado oportunamente por las autoridades brasileñas que reaccionaron molestas cuando alguien del Estado Plurinacional propuso hacer el cambio entre la entrega del senador Róger Pinto y la liberación de los doce hinchas del club Corinthians detenidos en Oruro desde febrero. Pero pese a la molestia y a que los brasileños lo negaron en su momento, el trueque parece estar avanzando. Hace unos días, el fiscal que investiga la muerte del adolescente Kevin Beltrán, ordenó que siete de los aficionados queden en libertad y casi de manera mecánica, el Gobierno de Dilma Rousseff aceptó trasladar a Suecia al embajador brasileño en La Paz, Marcel Biato, supuestamente cediendo a una presión del Palacio Quemado que señala al diplomático como el responsable de haber otorgado el asilo a Róger Pinto. Inmediatamente después de esta medida se ha hablado de liberar a otros cuatro hinchas y de buscar al culpable en San Pablo. Alguien en este contexto más propio de un lugar llamado “Truequelandia” tiene la certeza de que algún momento Brasil aceptará entregar a Pinto a las fauces plurinacionales. Veremos hasta dónde llega la capacidad de convencimiento del Gobierno de Evo Morales.
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