lunes, 8 de septiembre de 2014
¡Qué caballos!
Bolivia ha estado apareciendo muy seguido en las páginas de noticias insólitas de los diarios del mundo, no solo por las amenazas de un diputado de chicotear a los que no voten por Evo Morales el 12 de octubre, sino también por un hecho increíble que sucedió en Villa Montes hace algunos días. En ese cálido lugar del Chaco boliviano, fueron condenados a muerte 21 caballos de la raza "Criollo Argentino" que supuestamente habían ingresado ilegalmente al país para una feria ganadera. Como los animales, totalmente sanos y fuertes, no tenían registro de ingreso, había que sacrificarlos según las normas sanitarias que administra el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag). Pero resulta que esos bellos equinos, valuados en cuatro mil dólares cada uno, encontraron compradores rápidamente y se sospecha que la gente del Gobierno habría recibido una buena comisión, tal como lo denuncia un diputado de la oposición. El problema es que la sentencia de muerte ya había sido ordenada y alguien tenía que morir el día señalado. Como en Bolivia somos tan inteligentes y así lo demuestran algunas estadísticas, alguien tuvo la brillante idea de cambiar de víctima y en lugar de los caballos argentinos murieron 21 inocentes "matusis" bolivianos. El escándalo se ha hecho grande y un juez acaba de ordenar la exhumación de los cadáveres.
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