domingo, 18 de septiembre de 2011

Evo ofrece espejitos

Los indígenas no son tontos. Saben para qué sirve una carretera. Por ejemplo, conocen muy bien la historia de la ruta que conectó a Santa Cruz y Cochabamba con el Chapare. Sirvió para todos menos para ellos. La integración del país y el florecimiento del circuito coca-cocaína en el trópico cochabambino dejaron a los Yuquis sin territorio, condenados a deambular por los pueblos, víctimas de la miseria y la tuberculosis. El presidente Morales, que lleva casi 30 años en el Chapare, jamás se fijó en ellos y nunca ha tratado de ayudarlos. El pasado jueves, el jefazo se reunió con indígenas del Tipnis, el único territorio que les queda a los nativos de la zona y les prometió que la carretera Villa Tunari-San Ignacio no destruirá su hábitat, porque mandará a aprobar dos leyes para blindar el parque Isiboro-Sécure. Otra vez, los nativos no se chupan el dedo. Saben que en Bolivia las leyes no las cumple ni siquiera el presidente. La Constitución, que debería ser el blindaje más seguro para el Tipnis, ha sido pisoteada sin contemplaciones por el régimen gobernante. Un experto dijo hace poco que por lo menos 35 artículos de la carta magna se han violado con el proyecto carretero que tanto defiende Evo Morales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario