martes, 12 de julio de 2011

De vuelta a la realidad

 El más perjudicado por la eliminación de la selección nacional de fútbol de la Copa América es el presidente Morales. No se sabe si es porque le gusta tanto el fútbol, porque adora viajar y últimamente no ha podido hacerlo como él deseara o porque  se ha tomado muy a pecho aquello de que lo quieren más en Argentina que en su propio país. Pero es que ha sido algo parecido al delirio la insistencia con la que el jefazo ha estado siguiendo al equipo nacional, primero en La Plata, después en Jujuy, adonde se fue con tres avionadas de simpatizantes y una de funcionarios (¡qué abuso!) y finalmente a Santa Fe, de donde llegó con un nuevo nombramiento de huésped ilustre además de la sospecha de la hinchada boliviana de que él es el causante de tanta yetera. Ahora resulta –según él mismo lo dice-, que la Copa América no había sido tan importante para el fútbol boliviano, cuyo interés era únicamente la preparación para las eliminatorias del Mundial 2014 que se jugarán en Brasil. Ahora, sin pretexto válido para viajar y sin honoris causa a la vista, el presidente no tendrá más remedio que ocuparse de los fastidiosos problemas nacionales.

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