domingo, 3 de julio de 2011

El "achique" de Evo en Argentina

 Evo Morales viajó a la Argentina con la mentalidad del chico que vuelve a su casa después de haber hecho una jocha tremenda. Se pasó de salamero y anecdótico con los cordobeses y se deshizo en disculpas con los judíos de Buenos Aires, quienes no han quedado del todo satisfechos con la explicación que dio el presidente boliviano, sobre la visita a Bolivia del ministro-terrorista Ahmad Vahidi, autor intelectual del peor atentado que se haya producido en aquel país. Lo peor fue su comentario sobre el partido inaugural de la Copa América entre el seleccionado boliviano y el anfitrión, un equipo lleno de estrellas de la talla de Tévez, Messi, Agüero y Di María. “No nos goleen mucho” fue la bolivianísima expresión, derrotista y acomplejada del jefazo. Horas antes, el mandatario había alabado el supuesto potencial industrial, tecnológico y científico de los argentinos, que debe –según él-, ser complementado con los que producimos materias primas. ¿Dónde quedó el orgullo? ¿Dónde se fueron las teorías industrializadoras que tanto proclamaba el jefazo? A la hora de meter la pata, mejor lo hace Edivaldo y cuando se trata de usar la cabeza, Ronald Raldes por supuesto, un boliviano que no se achica.

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