viernes, 2 de octubre de 2015

Bien pagado

El presidente de Austria, Heinz Fisher, fue recibido como un héroe por las autoridades nacionales, en retribución a su gesto de permitir el aterrizaje del avión que llevaba al presidente Morales en julio de 2013, cuando todos en Europa se negaron a acceder el reabastecimiento de la nave por la sospecha que a bordo iba el famoso espía norteamericano Edward Snowden. Más tarde se confirmaría que todo fue una treta con tomadura de pelo incluida, de algunos agentes de la izquierda internacional que pusieron en peligro la vida de nuestro mandatario y que permitió por supuesto, que Fisher se luciera ante los bolivianos.  El favor del austriaco no fue un impulso de su corazón, pues para esa fecha ya estaba en ejecución el teleférico de La Paz, a cargo de una empresa austriaca por un monto cercano a los 250 millones de dólares. No hay duda que la gentileza del caballero fue muy bien retribuida, porque no hace mucho se aprobó la construcción de otras seis líneas del teleférico por más de 450 millones de dólares. Así que el Cóndor de los Andes que le entregaron ayer va de yapa nomás.  

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