Delito de sedición

Mientras crece en el país el rechazo a la ley de consulta que definirá el futuro del Tipnis, recientemente promulgada por el presidente Morales, con el objetivo de imponer la carretera que destruirá el parque Isiboro Sécure, aumenta el temor en el oficialismo por las consecuencias que este tira y afloje vaya a acarrear. Ni bien se aprobó la ley, uno de los principales impulsores, el diputado Galo Bonifaz, ha anunciado que está prohibido oponerse a la nueva norma, puesto que la consulta, que debió hacerse de forma previa y no después de meter máquina, está al amparo de la Constitución Política del Estado. El parlamentario precisó que cualquiera que se oponga a la consulta estará cometiendo delito de sedición y por lo tanto, podría ser enviado a la cárcel. Tanto temor, obviamente, surge porque existe la posibilidad de que el Gobierno vuelva a perder en su intento de avanzar en “la carretera de la coca”. Si fuera así ¿Qué se viene? ¿Otra marcha? ¿Otra consulta? ¿Más prohibiciones? No sería raro que, dentro de poco, se prohíba pronunciar el término “Tipnis”, que desde hace meses, tanto en internet, como en todos los medios de comunicación que mencionan al país, es la palabra más relacionada a Bolivia y al régimen de Evo Morales. Y no precisamente lo hacen desde un enfoque positivo.