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jueves, 9 de febrero de 2012
La fórmula perfecta
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha dado con la fórmula perfecta para deshacerse de los periodistas y medios de comunicación que lo critican y lo investigan. Los quiere dejar en la cochina calle. Al periódico Universo de Guayaquil le “enzoquilló” un juicio que obliga al rotativo a pagar 40 millones de dólares y a dos periodistas que investigaron una red de corrupción del hermano del primer mandatario, les metió otra demanda por un millón de dólares a cada uno. Por supuesto, ambos casos resultaron favorables a Correa, porque no solo tiene la justicia a su favor, sino que hace unos años, el Gobierno consiguió aprobar una ley que, como se ve, está dejando “yesca” a la libertad de expresión. En Bolivia ya se cumplió con el primer paso. En este momento no hay juez, fiscal ni magistrado que sea capaz de resistirse a una orden que llega de arriba, incluso cuando es necesario liberar a un “chutero”. El gran problema del régimen boliviano es la Ley de Imprenta, que así vieja y todo, protege a los comunicadores del abuso del poder y evita excesos como los que se están dando en Ecuador. De ahí la gran necesidad e insistencia del régimen boliviano de querer cambiar las cosas, aduciendo que la Ley de Imprenta es obsoleta.
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