viernes, 19 de agosto de 2011

Silbatinas y venganzas


Una de las cosas que más detesta el presidente Morales es que le silben. Ya ve lo que les sucedió a los sucrenses por haber sido la primera ciudad donde se produjo una silbatina contra el jefazo, después de que asumió el cargo de primer mandatario, caudillo, guía espiritual y protector de la Pachamama. Los sucrenses no aprendieron y volvieron a rechiflarlo durante la inauguración de los Juegos Bolivarianos. “Fue pa’ pior”, como dirían en el pueblo. Y así ha sucedido en cada ciudad y cada pueblo donde alguna vez se han atrevido a manifestar un gesto de rechazo al Gobierno o al primer mandatario. La venganza ha sido implacable. En La Paz ya van varias veces que retumban los silbidos dirigidos hacia el líder cocalero, que durante los últimos meses le ha estado rehuyendo a las apariciones “en vivo”. La última vez fue el pasado miércoles en las puertas del Palacio Quemado, durante la celebración del Día de la Bandera. Evo Morales no pudo disimular la ira que le provocó, habló apenas tres minutos y se marchó. A prepararse los paceños…

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