Cuando metieron preso a Leopoldo Fernández nadie movió ni un solo dedo, pese a que la denominada “oposición regional” estaba en el fragor de su lucha. Ninguno de los gobernadores fue a visitarlo, ni una marcha que valga la pena, ni un sola huelga de hambre en serio. Nada. Han pasado más de tres años y uno a uno han ido cayendo los gobernadores opositores y decenas de alcaldes contrarios al oficialismo. Recientemente han derrocado al gobernador del Beni, Ernesto Suárez Sattori, gracias a una componenda entre el MAS y una fracción del MNR, que ha sido denunciada de pertenecer al “gonismo”. En Trinidad se han producido algunas protestas de simpatizantes de Suárez, cuyo alejamiento del cargo era cuestión de tiempo, pues ya se encontraba con arresto domiciliario, por una causa judicial fraguada por el Gobierno y su aparato parajudicial. Ni esa vez ni en esta ocasión se han escuchado movimientos en las regiones y entre los que dicen ser opositores. En vista de esta situación, el régimen ha decidido avanzar con una orden de arresto del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas. Es posible que alguna agrupación de damas y unos cuantos ilusos salgan a defenderlo, pero solo por unos días. Ojalá no sea así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario