jueves, 19 de abril de 2012

Un poco de memoria

Nadie en Bolivia debería celebrar la nacionalización de YPF de Argentina y menos asegurar que la reciente maniobra de la presidente Cristina Fernández no tendrá repercusiones en nuestro país. En Bolivia hay pésimos recuerdos de la YPF estatal, privatizada a finales de los años '90 durante el gobierno de Saúl Menem. Argentina es el cliente más viejo que tiene el gas boliviano y fue el único comprador durante mucho tiempo, hasta que se firmó el contrato con Brasil. En todo ese periodo, los argentinos fueron muy malos pagadores, siempre pedían rebaja y hasta llegaron a pagar en especies, con cajitas de alimentos, obsoletos carritos de arado de tracción a sangre y también con automóviles facturados a precios exorbitantes. Precisamente una de las causantes de la hiperinflación de principios de los '80 en Bolivia fue el retraso de los pagos por la venta del gas. Los gobernantes bolivianos no tenían opción y hubo uno que llegó a beneficiar a los compradores argentinos con un “borrón y cuenta nueva”. Las cosas comenzaron a cambiar cuando los privados se hicieron cargo de YPF. No solo pagaban en término, sino que hace tiempo son los que pagan el precio más alto. Eso puede cambiar de un momento a otro.

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