domingo, 1 de abril de 2012

Un poco de respeto

Debemos reconocer que Desirée Bravo es tal vez la única dirigente política de Santa Cruz que goza de un cierto respaldo popular. El resto son políticos de comité, de fraternidad y de comparsa. Una prueba del arrastre que tiene la ¿ex? presidente del Concejo es la paralización del órgano deliberante que han ocasionado sus bases, que se mantienen en vigilia hasta conseguir su restitución en el cargo. Hasta que se la destituyó por un proceso judicial originada en la supuesta falsificación de su título de bachiller, Desirée Bravo era la principal aliada de Percy Fernández y la que más espacios de poder (pegas) tenía en el Municipio, terreno que ha tenido que ceder para darle paso a los nuevos aliados del alcalde cruceño. A raíz del triste incidente que se produjo en el coliseo de la Villa Primero de Mayo, Desirée Bravo ha dicho que ella siempre ha sido una mujer que se hace respetar y que Percy Fernández nunca la ha manoseado. Lo que hizo –según su versión-, fue sacarle una basurita que tenía pegada en el pantalón. Lamentablemente Santa Cruz pierde a una dirigente de masas y prueba de ello son las groserías a las que se tiene que someter para tratar de sobrevivir políticamente. No le queda más que respetarse ella misma.

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