sábado, 26 de mayo de 2012

Capitalismo salvaje

El auge de los precios internacionales de los minerales ha alentado la
invasión de minas privadas en los últimos años. Se calcula que
alrededor de 70 campamentos mineros independientes han sido tomados
por la fuerza en lo que va del 2012. Los campesinos que irrumpieron
violentamente en esos predios dicen defender la madre tierra,
conciencia ambientalista que suele aflorarles sólo en la época de
vacas gordas. Lo mismo está pasando con la quinua. El valor de este
producto se ha incrementado notablemente y los campesinos se agarran a
golpes por las tierras para cultivar el cereal. Lo más drástico está
sucediendo en el Chapare. La gran demanda de coca y sus derivados en
el mercado internacional, las facilidades de exportación, además de
las grandes ventajas regulatorias y la seguridad jurídica de la que
goza este sector, han provocado una bonanza histórica, al punto que
los impulsores de la industria están dispuestos a acabar con una
inmensa reserva natural y todo lo que ella alberga, incluidos seres
humanos. Como se verá, los únicos que no se han dado cuenta que el
capitalismo salvaje sigue vigente en el país son los indígenas del
TIPNIS.

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