Nueve policías
fueron linchados el año paso y ya van dos asesinatos de uniformados en lo que va del
2012. Además, hay muchos otros casos que no se han esclarecido, como el
ocurrido en el 2010 en un ayllu de Uncía al norte de Potosí que se
declaró oficialmente protector del contrabando de autos. Hace unos días,
el sargento David Guarachi fue asesinado a golpes por una turba que lo
confundió con un ladrón en la localidad alteña de Ventilla. Este caso ha
conmocionado profundamente a la Policía Boliviana, institución que ha
estado atravesando una crisis institucional por el cambio de comandante y
la posesión del coronel Víctor Santos Maldonado, en medio de la
desconfianza de sus camaradas.
Maldonado dijo en el acto de su posesión
que él no es un oficial de escritorio y que demostrará con acciones
directas lo que es capaz de hacer (Chaparina, 25 de septiembre de 2011
es una evidencia a su favor). Como se sabe, el nuevo jefe es detective,
así que rápidamente podrá demostrar sus habilidades con el
esclarecimiento de la muerte aquellos policías linchados. Así se gana el
favor de la tropa y además, “la caridad empieza por casa”.
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