jueves, 17 de mayo de 2012

Justicia embudo

Ernesto Suárez, exgobernador del Beni, renunció al cargo porque no halló ni un solo espacio en la nueva justicia boliviana para reclamar sus derechos arrebatados ilegalmente por el régimen político en funciones. Suárez se cansó de peregrinar como lo hacen muchos opositores, para quienes el Poder Judicial es una suerte de muro infranqueable. Una diputada que fue víctima de espionaje, al mejor estilo de la KGB o de la Stasi, no tuvo eco en el Ministerio Público para sentar su denuncia, amparada por todas las leyes nacionales y la Constitución. Sin embargo, una querella en su contra interpuesta por el Ministerio de Gobierno por supuesta instigación a la sedición (léase apoyar la marcha del Tipnis) ya tiene un fiscal designado y el proceso está en curso. Algo similar les ocurre a los acusados por el denominado "caso terrorismo". Recientemente el diputado húngaro Gergely Gulyas, quien exige la libertad de su compatriota Elöd Tóásó quedó azorado por lo que ocurre en Bolivia. Antes de abandonar el país dijo que "Bolivia no respeta ni sus propias leyes" y al llegar a Budapest anunció que planteará ante la Unión Europea revisar la cooperación que suministra al Estado Plurinacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario