Bill Gates casi ha inventado y reinventado casi todo en el mundo de la tecnología informática, aunque muchos lo acusen de haber copiado algunas cosas. El hecho es que el hombre es archimillonario gracias a sus chips, sus sistemas operativos y todos los programas de computación que uno pueda imaginar.
Después de haber conseguido todo eso, el magnate norteamericano ha vuelto su mirada y quiere reinventar uno de los mejores inventos que haya producido la humanidad: muy barato, muy accesible, pero que lamentablemente no ha tenido tanta difusión, ni ha generado tanta fortuna como ha sucedido con las nuevas tecnologías.
Hoy, casi todo ser humano que habita esta tierra tiene un celular o una computadora personal, pero desafortunadamente todavía son muchos los que no cuentan con un inodoro. Sí, leyó bien, un wáter, un excusado, una taza, un retrete o como quiera llamarlo, uno de los objetos más útiles que haya parido la cultura humana pero que todavía no ha llegado ni siquiera al 60 por ciento de la población mundial.
¿Y por qué es tan importante un inodoro? Evita la contaminación del agua, impide la proliferación de gérmenes y frena la propagación de cientos de enfermedades que matan casi tres mil niños por día en el mundo y más de 1,5 millones de adultos cada año. El hecho es que después de haber llegado al planeta Marte, después de haber inventado y fabricado todo lo impensable, la humanidad, a través uno de sus íconos mundiales como es Bill Gates se detiene un momento y retrocede en busca del inodoro para reinventarlo, redescubrirlo y poder dar con un modelo que nos quite la vergüenza de no haber pensado antes en lo esencial. Y así como el retrete, hay muchas más cosas esenciales sobre las que hay que volver. Ojalá las encontremos.
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