Pese a que el
operativo comenzó el pasado 29 de julio y que según el Gobierno ya son
19 las comunidades que han aceptado la construcción del segundo tramo de
la carretera Villa Tunari-San Ignacio, la verdadera consulta todavía no
ha comenzado, pues la mayoría de los lugares visitados por los
“consultores” están fuera de la reserva natural del TIPNIS que se
encuentra en disputa, es decir, el territorio que constitucionalmente
les pertenece a las 69 comunidades de las etnias yuracaré, moxeño y
chimán. En otras palabras, quienes han sido consultados, son los
indígenas oficialistas del Conisur, cocaleros y colonizadores que pelean
por la carretera para expandir sus plantaciones de coca. En la lista
oficial también existen etnias y comunidades de reciente creación para
buscar el desempate frente a los indígenas que se oponen y que han
anunciado una tenaz resistencia. Para los próximos días, las brigadas de
consulta no tendrán más remedio que tratar de ingresar al mero mero
parque Isiboro-Sécure. Es aquí donde se entiende el anuncio de creación
del nuevo “batallón ecológico”, cuya primera misión será, con seguridad,
abrirle espacios al “Sí” que busca el Gobierno. Hay mucho temor a que
en esta etapa comiencen los enfrentamientos.
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