Ahora que está de moda reconocer los errores y disculparse, aunque no se aclaren bien las cosas, el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, ha dicho que el Gobierno se equivocó con el magistrado del Tribunal Constitucional (TCP), Gualberto Cusi, quien le anda ocasionando fuertes dolores de cabeza al régimen. Cárdenas no aclaró en qué se equivocaron ya que supuestamente nadie puso de candidato a Cusi, quien, de acuerdo a las prédicas plurinacionales, debería ser el paladín de la independencia y… todos calladitos. Cusi fue quien se opuso al fallo que declaraba constitucional la consulta sobre la carretera y el Tipnis y posteriormente ha denunciado fuertes presiones de autoridades del Órgano Ejecutivo para que el alto tribunal de justicia tuerza las cosas a su favor. El magistrado de la coca ha llegado a denunciar que el exministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, hacía frecuentes visitas a sus colegas en Sucre, motivo por el cual, estos quieren echarlo del TCP. Es más o menos lo que ocurre con el defensor del Pueblo, Rolando Villena, quien llegó al cargo con los padrinos correctos, pero ahora que se ha vuelto respondón, no saben qué hacer con él. Algunos observadores creen que con Cusi, con Villena o con quien sea, da lo mismo. Las leyes no se cumplen, los fallos los dictan desde el Palacio Quemado y ya ni siquiera hay pudor en reconocerlo.
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