jueves, 16 de agosto de 2012
Todos los caminos conducen a Roma
Bolivia consume cada día más diesel. Las importaciones no alcanzan para
satisfacer la creciente demanda. Se está gastando más de mil millones de
dólares anuales en importación de combustibles que son subvencionados
para el mercado interno. Obviamente los famosos “chuteros” hicieron
crecer la demanda, pero también el narcotráfico, ya que el diesel es un
importante precursor para la fabricación de la cocaína. Lo mismo pasa
con el gas licuado y otros productos que no figuran en la lista de
sustancias controladas. La última novedad se ha dado con el cemento, que
no solo es apetecido por la industria de la construcción sino también
por la transformación química de la hoja sagrada. Según el viceministro
de Defensa Social, Felipe Cáceres, los narcotraficantes han progresado
mucho en materia de tecnología y ahora utilizan el cemento para procesar
la droga, de ahí que las apreciadas bolsas de 50 kilos se vuelven
escasas en el mercado. Lo curioso es que mientras el albañil, el ama de
casa o el agricultor tienen graves problemas para conseguir sus insumos,
los narcos no encuentran obstáculos para trasladar todos estos
precursores al medio del monte ¿nadie los ve?
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