martes, 21 de agosto de 2012
Las nuevas fronteras
Interesante la conclusión del ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien
admitió que el Estado no es capaz de sentar presencia en todo el
territorio nacional y tampoco vigilar como corresponde las fronteras del
país porque son muy extensas. Lo dijo a propósito de lo ocurrido en San
Matías, donde dos brasileños fueron quemados vivos, acusados de
asesinar a tres habitantes de la localidad. Es curioso que haga ese
análisis, cuando es bien sabido que San Matías tiene una larguísima
historia de violencia, narcotráfico, robo de autos y otros delitos que
se cometen de manera flagrante todos los días y que, por cierto, han
aumentado en los últimos años, como ha sucedido en Challapata, en
Yapacaní, en San Germán, en Guayaramerín, en Yacuiba y muchos otros
puntos, donde el tráfico de drogas y el contrabando son tolerados con
mucho descaro. Pero es más curioso que lo diga, cuando el Estado
Plurinacional ha iniciado la instalación de “batallones ecológicos” en
el Tipnis, donde el Gobierno ha demostrado que quiere cuidar todo menos
la ecología y la vida de los indígenas. Se trata de cuatro regimientos
muy parecidos a los que creaban los ejércitos de Estados Unidos y de
Argentina en el siglo XIX para expandir sus fronteras, es decir, para
limitarles cada vez más el espacio a los nativos, que al final quedaron
reducidos a pequeñas reservaciones. El Martín Fierro ilustra muy bien
ese fenómeno que está reeditando en Bolivia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario