sábado, 4 de agosto de 2012
Vergüenza nacional
Al excluir el término “mestizo” del censo anunciado para el 21 de
noviembre, el Gobierno ha manifestado su intención de seguir
aprovechando la fachada indigenista que no es más que una patraña para
engañar al mundo. Es obvio que el objetivo es forzar las respuestas para
obtener nuevamente una conclusión engañosa, según la cual, la mayoría
de los bolivianos son “pura sangre” y no mestizos, como en realidad
sucede y como lo han proclamado todos quienes han querido hacer cambios
de verdad en esta América tan diversa. Los impulsores de esta farsa, que
son mestizos, dicen que la palabrita ofende, pero semejante pudor no
les alcanza para frenar todas las ofensas que han estado perpetrando
contra los pueblos originarios a los que dicen representar con tanto
ahínco. La vergüenza nos les ayuda para evitar lo que sucede en el
TIPNIS, donde disfrazan a los cocaleros de “multiculturales”, se
inventan etnias nuevas y les otorgan estatus de “indígenas”, cuando en
realidad son narcotraficantes. En este país ya no es vergonzoso patear
impunemente a los indígenas, con la complicidad de jueces ataviados de
ponchos y chicotes para lucir como pobrecitos originarios inocentes.
Esta falta de vergüenza nos va a condenar a una situación que da
vergüenza imaginar.
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