jueves, 5 de mayo de 2011

De algo hay que vivir

Los periodistas le pidieron el martes al vicepresidente que aclare de
una vez por todas ¿hay o no hay libre mercado en el país? La respuesta
fue tan ambigua como reveladora. Por supuesto que él defiende la idea
de que la economía de mercado ha muerto en Bolivia junto con el
decreto 21060, aunque sostiene también que siempre ha habido y
seguirán existiendo actividades totalmente liberalizadas. Puso como
ejemplo el comercio de papa, pero pudo haber hablado también de la
coca, de los electrodomésticos que se venden en los mercados, de la
ropa usada, del contrabando y de todo el inmenso “mundo” que
constituye la actividad informal e ilegal, es decir, el 70 por ciento
de la economía boliviana. García Linera sostiene que el libre mercado
no existe para aquellos sectores a los que se les aplica la
restricción de exportaciones, control de precios y otros tipos de
limitaciones. En otras palabras, el libre mercado seguirá vigente para
los amigos. Y para embromar a la economía formal...para eso está el
Estado. Ya lo ha dicho alguien con mucha insistencia. Por el mismo
camino que ha tomado Bolivia, Somalia llegó a ser un Estado, cuya
principal actividad económica es el secuestro de barcos. De algo hay
que vivir.

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