jueves, 19 de mayo de 2011

La paranoia de Hitler

Acaban de mandar a la cárcel a un hincha de Oriente Petrolero que portaba una pancarta de rechazo al presidente Morales durante un partido. Lo mismo pretenden hacer con un dirigente juvenil que quemó en público la Constitución Política del Estado. En tiempos de Hitler, en Alemania elaboraron una inmensa lista de las personas que había que vigilar porque representaban una amenaza para el régimen. El inventario resultó ser tan largo que se tuvo que imprimir en varios tomos y los oficiales de la Gestapo no daban abasto para controlar a tantos individuos, muchos de los cuales fueron encarcelados y asesinados. La persecución llegó a tal extremo, que Hitler descuidó la guerra por abocarse a la cacería de sus opositores. La paranoia lo llevó incluso a sospechar de los propios generales y mariscales que conducían las tropas alemanas contra los ejércitos aliados y muchos de esos oficiales terminaron ejecutados por órdenes del tirano. Cuando un grupo de militares atentó contra la vida del Führer, la lista de sospechosos alcanzó a cinco mil y todos fueron asesinados. Cuando terminó de ajusticiar al último de los supuestos disidentes, las tropas aliadas ya habían ocupado Berlín y Hitler tuvo que suicidarse.

3 comentarios:

  1. Hitler aplicó de inmediato la represión contra un amplio espectro de ciudadanos: judíos (definidos como enemigos de la nación), comunistas, testigos de Jehová, homosexuales y todo aquello que se opusiera a la estrecha definición nazi de la "nación".

    La represión la llevaron adelante prioritariamente la SS, fuerzas paramilitares creadas en 1925 y fortalecidas por el régimen, y la Gestapo, policía secreta nazi que respondía a las SS, y que contaba con una densa red de espías y delatores.

    El terror se ejercía de forma directa: por medio de la censura, las agresiones físicas, los arrestos y las detenciones en campos de trabajo.
    El nazismo está imbuido de una paranoia racial que le lleva a tejer todo un entramado científico-místico. Por una parte, pretende demostrar mediante la moderna ciencia de la biología, la selección natural de Darwin y las leyes de la herencia de Gregorio Mendel, de modo pseudocientífico la realidad de la raza pura y, por otro lado, presenta la creencia mística de que esta debe recuperar unos poderes que se le suponen perdidos por los cruces con razas supuestamente degeneradas, como serían los judíos o, en menor medida, los eslavos. En los judíos se centra el mal de males y hacia mediados de la Segunda Guerra Mundial empezarán a ser exterminados en los campos de concentración.

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  2. Eduardo: cambiando nombres y localización geográfica y tendremos como resultado a la ciudad de La Paz como centro de actividades de los nazis no crees?

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  3. Hace mucho que La Paz es una suerte de Auswitch masista. Triste papel para una ciudad de tradición democrática.

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