domingo, 29 de mayo de 2011

De trancas y bloqueadores


Lo que ocurre con el bloqueo en la frontera con Perú, donde están con ganas de empatar el récord de un mes de Evo Morales, debería servir para que el Presidente le ponga freno a las rabietas que están comenzando a encrespar a los chilenos. En la región de Puno, alrededor de 15 mil aymaras han puesto de cabeza a todo el sur peruano, haciendo las mismas demandas que en Bolivia se convirtieron en política de Estado;  es decir, ahuyentar empresas extranjeras. Mirando lo que pasa en ese lugar, donde además de interrumpir un importante corredor de exportación, los manifestantes han saqueado, han tomado rehenes y han causado destrozos de toda índole, uno se pone a pensar qué pasaría si en lugar usar los puertos chilenos, las importaciones y exportaciones bolivianas se hicieran por Perú, alternativa que resurgió recientemente. Qué ocurriría si, por una de esas casualidades, Bolivia consigue un acceso al Pacífico (con o sin). Al día siguiente no serán 15 mil sino más los bolivianos de las 36 nacionalidades, incluidos los híbridos y futuros cruzamientos, los que estarán dispuestos a bloquear y dejarnos a todos fritos, sin comida ni nada. En esta Bolivia donde cada vez se importa más (no confundir con importancia), es bueno tener vecinos serios como Chile y Brasil. Cambiarlos por trancas sería un grave error.

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