Algo tiene la dirección distrital de YPFB de Santa Cruz que todo el que ocupa ese cargo va directo a Palmasola. Rómulo Arturo Velásquez Romero se ha convertido en el tercer ejecutivo de la empresa que termina detenido por irregularidades cometidas. El funcionario incurrió en un sinfín de hechos ilegales. Desviaba combustibles para favorecer a ciertos surtidores en perjuicio de zonas rurales. Se han descubierto cosas dudosas en los distritos de Comarapa, Puerto Suárez y Camiri. Las denuncias indican que Velásquez era un déspota con los trabajadores, a los que castigaba utilizando reglamentos que han sido derogados hace 20 años y por último, utilizaba las instalaciones de YPFB como si fueran su propio canchón, ya que albergaba a personas particulares. Se podría destacar la reacción del personal jerárquico de la petrolera que ha conducido este caso a la justicia, sin embargo, la recurrencia de los delitos en torno a la institución habla de pésimos sistemas de control y vigilancia. ¿No sería mejor prevenir que lamentar?
viernes, 28 de octubre de 2011
Celda asegurada
Algo tiene la dirección distrital de YPFB de Santa Cruz que todo el que ocupa ese cargo va directo a Palmasola. Rómulo Arturo Velásquez Romero se ha convertido en el tercer ejecutivo de la empresa que termina detenido por irregularidades cometidas. El funcionario incurrió en un sinfín de hechos ilegales. Desviaba combustibles para favorecer a ciertos surtidores en perjuicio de zonas rurales. Se han descubierto cosas dudosas en los distritos de Comarapa, Puerto Suárez y Camiri. Las denuncias indican que Velásquez era un déspota con los trabajadores, a los que castigaba utilizando reglamentos que han sido derogados hace 20 años y por último, utilizaba las instalaciones de YPFB como si fueran su propio canchón, ya que albergaba a personas particulares. Se podría destacar la reacción del personal jerárquico de la petrolera que ha conducido este caso a la justicia, sin embargo, la recurrencia de los delitos en torno a la institución habla de pésimos sistemas de control y vigilancia. ¿No sería mejor prevenir que lamentar?
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