El Gobierno se queja de los periodistas y de la Iglesia Católica. Les echa la culpa de todos sus males, pero jamás pone atención a lo que dicen. Tal vez si los escuchara no habría tantas metidas de pata. Por ejemplo, el obispo auxiliar de Santa Cruz, Stanislaw Dowlaszewicz ofreció un mensaje ayer en la Catedral que los gobernantes deberían agradecer. Habló de la “Viña del Señor” y dijo que para que dé frutos, es imprescindible hacer una poda y deshacerse de las ramas secas, inservibles y por supuesto, de la mala hierba. Más directamente, dijo que el “proceso de cambio” debe “descocalizar” la realidad boliviana en lugar de “descolonizar” y sobre todo, respetar la viña del Señor; es decir, los parques naturales y las reservas. El obispo dijo que nadie debe creerse dueño de la tierra que Dios nos ha dado a todos y que es muy negativo que algunos quieran adueñarse de “la viña”, para fundar allí otros reinos con otros dioses. Cree que, así como en la parábola, algunos en el Gobierno responden con violencia cuando alguien llega para advertir y señalar las desviaciones de los que ahora se creen dueños de todo. “Eso fue lo que ocurrió el domingo pasado con los indígenas”, concluyó el líder católico.
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