Cada vez que se mueve la diplomacia chilena se anota una victoria. Chile tiene acuerdos de libre comercio con casi todo el mundo, incluidas las grandes potencias como Corea del Sur, Estados Unidos o Rusia. Tiene una de las economías más abiertas gracias a la sagacidad de sus diplomáticos. En este momento, por ejemplo, está haciendo un impresionante lobby internacional en busca de respaldo para contrarrestar la ofensiva boliviana en su demanda marítima. El presidente Piñera acaba de asistir a la reunión de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), donde expuso el punto de vista chileno sobre el tema. El nerviosismo chileno se intensificó cuando se supo de la visita de Choquehuanca a la sede de la OEA en Washington y del viaje del presidente Morales a Viena. Los chilenos tal vez piensen hoy que han exagerado un poco en su ofensiva. Nunca imaginaron que el canciller se dedique a hacer bromas y que el presidente boliviano utilice un foro tan importante como el de Viena para defender a Cuba, sacar la cara por Siria y por último, ponerse a jugar fútbol, además claro, de haber repetido el ritual de la coca que los representantes de la ONU ya habían visto en el 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario