sábado, 24 de marzo de 2012

Verso y reverso

La avalancha de críticas hacia la actitud del Gobierno con los indígenas del Tipnis y la contundente respuesta de las comunidades en rechazo a la consulta impulsada por las autoridades, ha provocado algunas reacciones imprevistas en el oficialismo, cuyos operadores han comenzado a ofrecer diálogo, además de la posibilidad de estudiar una ruta alternativa para la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Después de las observaciones de la ONU, de las críticas de la Iglesia y sobre todo, tras advertir que existe una posición firme de los pueblos originarios del Tipnis, también se ha hablado de construir una carretera “ecológica”, algo que nadie entiende, porque los cuestionamientos hacia la autopista no vienen solo por la obra en sí misma, sino sus consecuencias, es decir, porque servirá de puerta de entrada para la invasión cocalera a los territorios que hoy están protegidos por las leyes y la Constitución. De todas formas, mientras que algunas intervenciones del Gobierno llaman al entusiasmo por el retorno del diálogo sobre un conflicto que promete ponerse muy álgido, por otro lado surge nuevamente el fantasma del engaño y la manipulación. El ministro de Obras Públicas ha anunciado que 14 comunidades del Conisur, que se encuentran fuera del Tipnis, también serán tomadas en cuenta en el proceso de consulta.

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