sábado, 3 de marzo de 2012

Piezas de museo

Ahora que se habla tanto de construir museos y de agrandar la lista de nuestro “patrimonio cultural”, deberíamos pensar en incluir allí, cosas de la realidad cotidiana para que en el futuro no haya tantas personas sorprendidas con nuestra herencia cultural y que piensen que jamás se han producido en el país hechos tan insólitos. Uno de los museos, por ejemplo, debería incluir en su entrada las coplas presidenciales que tanto han dado que hablar últimamente. Si dentro de algunas décadas o siglos tal vez, a alguien se le ocurre algo similar, que no vaya a pensar que se trata de una idea original. Por el contrario, posiblemente nuestros nietos o tataranietos no puedan creer en algo así y habrá que mandarlos a visitar el museo. Otra de exhibiciones debería darle un lugar especial a los hechos policiales y sus procedimientos. En primer lugar debería ser ubicado el reciente operativo de traslado del peligroso reo brasileño Marco André Magalhaes de Oliveira, nada menos que miembro del Comando Vermelho, quien invitó a comer pollo a sus custodios y aprovechó la angurria de éstos para huir. Costará creer que una cosa así pueda suceder, pero cuesta más creer que todavía nos sorprendan las anécdotas de nuestra querida y folclórica Policía Nacional.

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