martes, 20 de marzo de 2012
Un mal ejemplo
Una delegación española se trasladó a Buenos Aires hace dos semanas para persuadir a la presidente argentina de que no cometa barbaridades como la de nacionalizar los campos petroleros en manos de Repsol, cosa que sucedió nomás en varias provincias, donde prácticamente han expulsado a la compañía transnacional. En esa ocasión, le dijeron a la mandataria, que Cristina Kirchner no es Evo Morales y que Argentina no es lo mismo que Bolivia. En Argentina, el aventurerismo económico puede ser mucho más perjudicial que en Bolivia, donde la nacionalización ocasionó fuga de capitales y una fuerte disminución de las inversiones extranjeras. Otra que se refirió a las chapucerías argentinas que también se cometen en Bolivia, fue la presidente brasileña Dilma Rousseff, quien cuestionó la validez de los datos oficiales de la inflación que presenta el gobierno de Cristina Fernández (9,7%) y dijo que en realidad el índice es superior al 20 por ciento. A la Argentina le reclaman porque es grande y todavía le queda un mínimo de seriedad. Lamentablemente, a Bolivia ya ni le exigen y tampoco le hacen críticas, solo lo usan de mal ejemplo.
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